1 Prologo (I)

Cuando abro los ojos tres pequeñas me observaban llenas de curiosidad, cada una de ellas con edad distinta a mi parecer.

La más pequeña de ellas se acerca temerosa y dice "buenos días papá"

No podía creer lo que mis odios escuchan ¿papá? El solo escuchar esas palabras ponían mi piel de gallina, desde ese fatídico día no había vuelto a conocer la felicidad, pero estas niñas cambiarían mi vida.

Era una persona feliz, tenía una bella esposa a punto de dar a luz nuestra hija, un buen trabajo, buena casa. Lo tenía todo había pasado toda mi vida estudiando y desafiándome a mí mismo para sobre salir, vivía en uno de los peores barrios de mi país el cual sufría las consecuencias de una guerra civil y la corrupción, pero tras varios años algunas cosas mejoraron y la guerra parecía acabar, pero no la corrupción. Así que gracias a mi esfuerzo pude aplicar para una beca en una universidad extranjera, entonces decidí viajar a Londres y estudiar en la mejor universidad donde mi vida fue una tortura gracias al clasismo y las duras jornadas de estudio. Pero gracias a mi carácter fuerte fui ganando simpatía y conocí a mi futura esposa, quien era mi competencia en la universidad, era competitiva, buena deportista e inteligente, cuando la conocí era otra niña rica que se creía superior, tuvimos muchas peleas y nos desafiábamos constantemente para saber quién era el mejor de la carrera en biología y química, desde pequeño siempre soñé con ser el mejor biólogo del mundo, veía muchos programas de animales cuando podía, y gracias al esfuerzo de mis padres pude conseguir libros de segunda avanzados en biología, además mis esfuerzos por aprender inglés me ayudaron sabía que muchas universidades europeas y estadounidenses subían material gratuito en otro idioma, pero el mas en la academia es el inglés así que me dedique continuamente a aprenderlo para conocer más.

- ¿Papá en que estás pensando? Me dice la pequeña, era una pequeña niña de unos 5 años, tenía una cabellera larga y oscura, ojos azules grandes y muy picaros, de piel muy rosada, tenía un vestido algo sencillo.

- Papiii, papii- responde una voz que se quiebra.

No tengo fuerzas para hablar, escasamente puedo abrir mis ojos con dificultad.

- Demonios no te pongas sentimental, primero debemos curarlo- exclama otra voz calmada y un poco madura.

Las hermanas rondaban la edad de 8 y 14 años, al igual que su hermana menor tenían el cabello negro y largo, las diferenciaba el color de sus ojos, la mayor tenía ojos azules y despiertos, la segunda de 8 años tenía de color café y con una mirada juguetona, también tenía su cabello atado con trenzas de diferentes colores y la mayor con un moño rojo, las tres llevaban vestidos simples de color negro, con el cuello de color blanco y zapatos oscuros desgastados.

La hermana mayor toma a sus dos hermanas menores de la mano y se las lleva del cuarto, ella me mira con tristeza, aun no entiendo que sucedió en ese momento, cuando todo cambio.

Un día mientras discutía con mi futura esposa sobre una especie de árbol, que en esas épocas universitarias siempre discutía con ella, sobre estudios aun no era ni mi novia, ella simplemente se me acerco y me beso.

- Eres un tonto- me dijo -puedes tener a la persona que te ama enfrente tuyo y aun así solo piensas en tus estudios- después se alejó tímidamente, su rostro estaba rojo.

Eso me dejo confuso, esa noche en el cuarto no pude dormir pensando en lo que había pasado, después de todo siempre pensé que me odiaba.

Cuando desperté estaba en una cama arropado, la hermana mayor se llevó a las más pequeñas, intenté levantarme, pero no pude, luego observé mis manos aún tenía las marcas de los grilletes en mis muñecas, las heridas de todo mi cuerpo duelen. Entonces comencé a recordar ese fatídico día.

Correspondí a los sentimientos de ella, y nos hicimos pareja, fui a conocer a sus padres, ella prácticamente era duquesa o algo parecido, fue muy difícil que me aceptaran pero sus padres valoraban el esfuerzo y la inteligencia así que me aceptaron luego de un tiempo todo esto sucedió a mitad de la carrera universitaria, luego de graduarnos decidimos ir a mi país de origen y visitar a mi familia, para ellos fue una gran alegría verme nuevamente y en especial conocer a mi esposa, antes de darnos cuenta ya estábamos trabajado en un laboratorio en los Estados Unidos. Pero la felicidad acabo poco después.

Mientras trabajábamos tranquilos en un estudio de especies en América del Sur, un grupo de extraños sujetos aparecieron repentinamente en el edificio, todos ellos enmascarados y con potentes armas de fuego; dispararon sin piedad matando a todos, solo dejándome a mi mal herido, pero aún con vida, mi esposa murió aquel día, tenía 8 meses de embarazo planeábamos ir de vacaciones a mi país luego de que el niño naciera y ella se recuperara (pero yo no conocía la muerte de mi esposa aun). Cuando desperté malherido en el hospital la policía me interrogo sobre lo sucedido, les conté lo que pude y luego pregunté por todos, la policía me dijo que fui el único sobreviviente, además de que me habían culpado de todo lo sucedido ya que según el informe yo vendía información a grupos terroristas. Yo aún estaba en estado de shock por la muerte de mi esposa y mi hija no nacida, cuando intente recobrar la razón, la policía ya me había puesto las esposas, ni siquiera me dejaron recuperarme de las heridas de bala, aún tenía una en el hombro la cual se incrustaba más con cada movimiento.

- ¡Porque me pasa esto! Pensaba ¡qué mal he hecho yo para merecer estos sucesos!

Lo realmente interesante es que me lanzaron a la patrulla con mucha fuerza, caí en la parte de atrás aun sangrando, en las noticias ya salía mi nombre como responsable de los sucesos y decían que me había intentado suicidar, todas las grabaciones habían sido alteradas y la información manipulada. Mientras me desangraba en el asiento trasero de la patrulla escuchaba como los "policías" reían.

- Donde crees que deberíamos arrojar esta basura- decía uno de ellos mientras se quitaba la gorra.

- Deberíamos torturarlo primero- respondía el otro colocándose una máscara, da igual lo que le hagamos ya robamos la información que necesitábamos y este pedazo de mierda.

Un compañero del grupo de investigación vendió la información sobre el trabajo que realizábamos a un grupo terrorista, además el tipo me odiaba ya que él estaba enamorado de mi esposa desde siempre, así que conspiró el plan para que yo quedara con vida y fuera inculpado por todos los medios. La patrulla se detuvo en medio de lo desconocido y los hombres me tomaron y me arrojaron al suelo, estaba oscuro y mi visión estaba desapareciendo, ya había perdido mucha sangre, estaba seguro de que iba a morir pronto, de las sombras salió la persona que me inculpo llorando de rabia, estaba como un demente.

- Todo es tu maldita culpa- me grita histérico y luego me patea en el pecho -si no fuera por tu culpa ella no hubiera muerto. El me culpaba por la muerte de mi esposa, el muy desgraciado fue el culpable de todo y aún tenía las agallas de culparme.

Luego toma una navaja y me corta la garganta mientras dice - ella debía ser mía, pero ¡tu.. tuu me la quitaste!, y ahora está muerta- grita mientras mi vida va desapareciendo yo lo había perdido todo mi futuro, mi esposa, mi hija, mi reputación todo. Ya me daba igual morir ya solo sentía como la sangre caliente salía del corte y manchaba la tierra, iba a morir en un lugar desconocido todo lo que había vivido se esfumaba como si nada, la vida es un asco pensaba.

- Que idiota.

Cuando desperté me di cuenta de que estaba en una horrible habitación, la herida en mi garganta la habían cosido, ya no podía hablar, no me quedaban fuerzas, todo mi espíritu me había abandonado.

El tipo que me había cortado la garganta se encontraba parado frente a mí, la única iluminación del cuarto era un bombillo viejo, los siguientes cuatro años fueron de torturas contra mí, hasta que finalmente morí.

Lo último que escuche fue una voz femenina que me decía "Ayúdame Querido"

Abrí los ojos, note que mis heridas habían desaparecido, me encontraba frente a frente a una bella mujer herida, era tan hermosa como mi esposa, pero tenía una mirada llena de tristeza y arrepentimiento, ella me toma de las manos y me dice "por favor cuídalas" luego me lanza una melancólica sonrisa "tú vas a ser muy importante para ellas, protege a tu familia" la mujer va desapareciendo lentamente, no entiendo que está sucediendo, lo único que se me ocurre es que es un ángel al cual le sostengo fuertemente sus manos y le respondo.

- No Entiendo lo que estás pasando yo..yo..- las palabras no salen de mi boca, pero si salen lágrimas de mis ojos.

Solo podía observar el rostro de la bella mujer, pero puedo ver una sonrisa muy sincera y unos ojos muy tranquilos "Lo he querido, sé que puedes lograrlo" luego me da un beso en los labios, "después de todo eres su padre" al final desaparece.

Los dolores de cabeza no se detienen, intento recostarme, pero antes de darme cuenta las heridas sufridas se abren y comienzo a sangrar nuevamente.

La puerta de la habitación se abre violentamente y entra la mayor de las hermanas, se acerca a mí y coloca sus manos en mi pecho, ella recita unas extrañas palabras siento como una extraña energía recorre mi cuerpo, mis heridas se cierran por arte de magia, pero la sangre que perdí no se recupera.

- Descansa- dice la joven -aún no estás en condiciones de salir, cuando te encontramos parecías todo menos vivo- la joven se seca el sudor de su frente, sus manos tiemblan por el sobre esfuerzo.

- Gra…gracias- es lo único que le puedo decir antes de perder el conocimiento.

La pequeña acaricia el rostro del hombre desmayado -papá pensé que te había perdido- piensa la joven, luego ríe tranquila.

- ¡Ohhhhhhhhh! Maki quiere la atención de papá solo para ella, grita una voz chillona, era la hermana menor que había aparecido de repente.

- Calla Antonia- le reprende su hermana mayor -deja papá descanse, cuando este recuperado puedes preguntarle lo que quieras.

Su otra hermana entra llorando al cuarto, - ¡mamiiii! Repite una y otra vez, ¡donde esta mami!

- ¡Deja de llorar de una vez Anna! Su hermana mayor se encuentra bastante estresada, hace seis meses su madre murió de una extraña enfermedad, ahora debe de cuidar a sus dos hermanas ella intenta hacer todo lo que puede, pero es muy difícil aun siendo una niña cuidando otras dos niñas más, ella se encuentra a punto de colapsar, y luego de un día cuando estaban visitando la tumba de su madre y de repente un portal se abre y aparece un hombre conocido por ella ¡su padre! Cubierto de heridas, a punto de desfallecer.

Ella toma a sus dos hermanas y las saca a la fuerza de la habitación del extraño, todo ese ruido lo puede despertar en cualquier momento.

- Aun no entiendo que sucede- piensa ella molesta, -pero esto es una señal de esperanza.

- ¿Papi se pondrá mejor? Exclama la menor con ojos llorosos, ella no había conocido a su padre en persona, cuando nació su padre este había desapreciado.

Cuando desperté vi a la mayor de las hermanas Maki (así se presentó ella) sentada en un rincón leyendo un extraño libro, ya me sentía mucho mejor, la joven me cuenta que había estado en cama durante 1 mes, estaba más delgado y la joven también estaba muy delgada, parece que no se alimenta bien.

- ¡Un mes! Exclame, -imposible, ¿en qué condición me encontraba? -pregunto.

La hermana mayor Maki me explica que el proceso de curación fue muy difícil ya que mis órganos estaban dañados, ella uso gran cantidad de medicinas y hechicería para sanar mis heridas. ¿hechicería?

- ¿Tú te encuentras bien? Le pregunto, su estado físico no era el mejor, noto que sus manos se encontraban vendadas.

Ella intenta esconder sus manos vendadas, - estoy en perfectas condiciones - lo dice mientras se levanta y se retira de la habitación – gracias - dice tímidamente, pero se devuelve y me dice que hay una muda de ropa en el armario para cambiarme, luego se retira de la habitación.

No me había detallado seriamente puesto que me la pase dormido, pero mi ropa estaba hecha añicos. Así que hago un esfuerzo y me levanto, utilizo un bastón que estaba cerca de la cama para apoyarme, abro el pequeño armario, tomo una camisa blanca, un pantalón negro de tela y unos zapatos de cuero amarillo, aunque la ropa es de mi talla me queda holgada debido a la pérdida de peso, no me puedo quejar antes debo agradecer que tengo ropa, al verme en el espejo noto que tengo barba, hace años no me veía con barba me hace parecer más viejo y eso que solo tengo 26 años pero debido a mi pésima condición física pareciera de casi 30 y algo de años, observo detenidamente mi cuerpo, muchas de las cicatrices que tenía habían desaparecido.

Paso nuevamente 2 días en cama, hasta poder recuperarme, no puedo dormir en las noches, la oscuridad me aterra y los recuerdos de la tortura no me ayudan a descansar.

Desde mi habitación escucho el ruido de las tres chicas.

Cuando por fin recupero un poco de mi fuerza decido salir de la habitación, utilizo un bastón para poder sostenerme, mis piernas aun no tienen la fuerza suficiente para sostenerme por sí solo, luego encuentro un espectáculo particular, la mayor de las hermanas intentaba hacer comer verduras a las dos más pequeñas, deseaba retenerlas en la mesa, pero las otras dos no estaban dispuestas a rendirse.

- ¡Come de una buena vez! - Le grita Maki - ¡Y tu Antonia no te comas el pan es de todos! -Sus hermanas no le hacían caso, de hecho, le hacían muecas desafiantes, las tres chicas estaban delgadas y en pésimas condiciones físicas e higiénicas.

- Ho..holaa buenos días- exclamo intento sonreír, pero me siento incómodo. Después de todo no las conozco, ni siquiera sé porque me dicen papá.

- ¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Grita la más pequeña ¡PAPAAAAA! Despertaste, ella corre directo a abrazarme, levanta su rostro sonriéndome, su cabello esta despeinado, rostro sucio, mal vestida, me sorprende su condición.

Me siento extraño, pero su abrazo es muy cálido, en parte me alegro de recibirlo.

- ¡PAPIIIII! grita la otra igual de emocionada, también sale y me abraza, aun me duele el cuerpo, pero se siente reconfortante. -papi no vuelvas a desaparecer- ella me mira y veo lágrimas en sus ojos, su estado higiénico era igual al de su hermana.

Al verlas pienso en mi esposa, por alguna razón no recuerdo el rostro de mi esposa, lo que no comprendo es ¿porque me dicen papá? Es algo que debo averiguar.

- ¡Oigan papá aún no se encuentra bien! Les grita su hermana mayor intentando servir los platos.

Me encuentro en la sala, una sala muy sencilla de madera, todos los rincones están llenos de polvo y suciedad, basura por todas partes, luego observo la pequeña mesa de madera, veo que en los platos solo hay una papa a medio cocinar, verduras mal hervidas y un pedazo de pan mordido; la culpable del mordisco al pan me sigue abrazando mientras mastica el trozo que robo, la mayor discute con su otra hermana.

Me separo de la más pequeña dirigiéndome a la cocina, cuando abro la alacena solo encuentro son alimentos dañados, y lo que se encuentra en buen estado son unas papas, sal, azúcar, pimienta, una bolsa con especias (cilantro y cebolla larga).

- Creo que con esto al menos se puede hacer un caldo sencillo- pienso, sigo buscando en los gabinetes los utensilios. Lo único que encuentro es un cuchillo sin filo.

- ¿Qué intentas hacer? Pregunta la mayor de todas, acercándose a la cocina, ella esta ojerosa.

- Un desayuno para ustedes como agradecimiento, -por cierto ¿Dónde puedo hacer fuego? La mayor me señala una extraña estufa.

- La estufa funciona con piedras de mana- me dice.

No entiendo absolutamente de lo que ella me dice, solo observo una extraña estufa con una especie ranura para colocar algo. Ella se acerca a la despensa, toma una roca de color azabache y la coloca en la ranura, la estufa se enciende inmediatamente.

- ¿Perdiste la memoria papá? Pregunta ella confundida -Ahora solo debes regular el calor mediante comandos de voz- explica ella.

- Entendido- realmente no entendí nada, dejo que sea ella quien prenda la estufa y regule la temperatura.

Mientras la comida se calienta, me encargo de limpiar los platos usando una esponja y lo que parece jabón, luego preparo la mesa, la hermana mayor me mira curiosa mientras hago todo lo posible por mejorar el lugar, me dirijo nuevamente a la cocina y observo el caldo, huele delicioso.

- Puedes decirles a tus hermanas que la comida esta lista- le digo a la mayor, quien me asiente y llama a sus dos hermanas.

Quizá fue el cansancio o el hambre, pero las tres disfrutaron este pequeño plato.

- Que ricoooooo- exclama la menor, comiendo lo más rápido posible.

- Estaa… bien- responde la del medio tímidamente, mientras sigue probándola.

- Tiene buen sabor- dice la mayor- ¿Dónde aprendiste a cocinar papá?

- Mi madre me enseño. Respondo sonriendo, luego continuo- voy a hacer lo que pueda para mejorar esta casa.

No tengo idea de donde me encuentro, pero hare lo mejor posible por cuidar a estas chicas, recuerdo lo que me dijo la mujer "después de todo son tus hijas" quiero saber el significado de ello y por qué estoy aquí.

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