16 Capitulo IV

Nos dirigíamos con papá a comprar el periódico, el cargaba las bolsas de los alimentos y verduras. Papá claramente nos dijo que nada de dulces, pero igual compre una pequeña cantidad para el disfrute mío y de mis hermanas, también le compre unos chocolates a papá. Salir un rato al pueblo me quita el estrés de pensar en lo que le escribieron a mamá, me preocupa que esas personas del culto estén rondando cerca.

Por suerte el señor Enrs fue enviado a vigilar y proteger la zona.

Por una extraña razón Antonia parece muy alegre de que papá vaya cerca del gremio. Hoy es sábado y el gremio solo trabaja media jornada con la mitad de sus trabajadores. Lo sé porque mamá me contaba cómo era el trabajo en el gremio desde el punto de vista de un aventurero, en cómo es el trabajo de un administrativo no tengo idea.

Lo que si se es que los puestos administrativos solo los pueden ocupar personas con títulos universitarios ya que son rigurosos, la paga debe ser muy buena.

Llegamos a un quiosco donde venden variedad de revistas, algunas historietas (tomo una) y lo que buscaba papá, el periódico, mis hermanas toman unas revistas sencillas de juegos. Debería decirle a papá que me acompañe a comprar algunas novelas.

- Hola de nuevo pequeña Antonia-saluda elegantemente un vos femenina.

Mi hermana Antonia voltea para ver quien la llama por su nombre.

Era una joven semihumana felina, llevaba su cabello atado con un bello listón dorado, tiene una bella sonrisa y lleva un vestido de una pieza con escote lo cual deja poco a la imaginación, el vestido tenía un agujero atrás lo que permitía que se pudiera ver la cola, una cola peluda y fina color castaño con manchas blancas. Llevaba una cesta con algunas frutas y carnes.

<Hay carajo, esta semihumana es muy bella, Antonia no mentía cuando nos dijo, parece una de esas modelos de revista>

- ¡Es la señorita Bast! Exclama alegre, luego jala el pliegue del pantalón de papá.

Él se encontraba pagando las revistas y el periódico, cuando ve a la joven semihumana le lanza una de esas sonrisitas que hace que cualquier mujer se le pare el corazón y por lo veo la señorita llamaba Bast casi se sale de sí misma cuando papá la saluda. ¿Enserio papá cree que ninguna mujer lo ve? A mí me parece lo contrario, he estado pendiente de papá desde que llegamos y la mayoría de las mujeres jóvenes fijan su mirada en él. No se acercan porque yo las miro mal. Contando eso que paso en la escuela donde van mis hermanas me hace

- Hola Bast- dice papá sencillamente, luego sigue en lo suyo.

Antonia le vuelve a jalar un pliegue del pantalón.

- Papi es no es la forma de saludar a una doncella- dice ella molesta.

- Disculpa Bast, estaba distraído pagando-se disculpa papá.

Bast sonríe y niega con la cabeza.

- Veo que mejoraste tu forma de vestir- apunta Bast mirando a papá de pies a cabeza -esa ropa te hace parecer un extranjero.

- ¿Verdad? Papá se toca su chaleco -pienso lo mismo, mis hijas las escogieron para mí.

- ¿Entonces ellas son todas tus hijas? Pregunta Bast a papá.

- Si- él nos presenta a cada una, Bast -ella es Maki.

Por etiqueta la saludo formalmente.

- Un gusto- le digo sin emoción.

- Ya conoces a Antonia.

Mi querida hermana se alegra y le da un abrazo a la joven semihumana.

- ¡Que bueno verla señorita Bast!

- Lo mismo digo.

Y ella es la menor – Anna.

- Jumm- Anna voltea la cara y no la saluda.

- <No me agrada> comenta ella.

Le doy un golpe en la cabeza.

- <Se respetuosa y no hables en otro idioma>

Ella iba a llorar, pero papá la levanta y la consciente.

- <Mocosa mimada> le digo.

Realmente no me preocupo si la joven planea coquetearle a papá, es difícil que una mujer se fije realmente en un hombre con tres hijas, a sabiendas de lo que representa. Lo que me preocupa de verdad es la baja autoestima en papá.

- Que linda son tus hijas- dice la joven.

- Gracias, se parecen a su madre.

- ¡Yo tengo el mismo color de ojos que papi! resalta Anna.

- Y dime Augusto ¿Qué haces en el pueblo hoy?

- Estaba comprando los víveres y también busca algún cartel que hable sobre trabajos, aunque primero necesito registrarme como ciudadano imperial o renovar papeles, creo que ni yo mismo lo sé.

- ¿Entonces si eres extranjero? Pregunta curiosa la joven -incluso hablas en otro idioma que no puedo identificar, aunque lo que me parece particular es que te ves muy joven, llegue a pensar que tu hija mayor era tu hermana menor.

Papá se rasca la cabeza con su mano libre -si es complicado de explicar, las tres son mis hijas y muy lindas, por cierto.

Las tres asentimos orgullosas.

La joven semihumana se lleva una mano a la boca, para luego sonreírle a papá

- Entiendo, si necesitas ayuda para tu papeleo con la ciudadanía, veras yo trabajo en.

Tomo a papá de su mano -Gracias, pero no, un amigo de papá lo va a ayudar con eso.

- Está bien- Dice la joven algo confusa.

- Papá nos vamos ya- le digo molesta.

- De acuerdo cariño- responde el, luego mira a la hermosa semihumana -fue un gusto volver a verte Bast, espero que nos volvamos a ver- se despide papá.

Jalo a papá para llevármelo rápido de allí.

- chaoo, señorita Bast- dice Antonia sacudiendo su mano despidiéndose de la joven.

- Jumm- Anna quien era cargada por papá le hace una mueca.

La joven también se despide de nosotros. (Yo también espero volver a verte)

- ¿Pasa algo Bast? Pregunta una voz femenina.

- No, no es nada.

- ¿Estabas coqueteándole a ese humano? -aunque por lo que veo, es muy guapo. Me gusta su cabello castaño y que buen trasero tiene.

- ¡NO! <aunque lo ultimo también me gusta>

- Siii como no- la otra mujer ríe ¿de qué color son sus ojos?

- Son dorados, tan hermosos, pero tan tristes parecen tan llenos de ternura- suspira Bast, luego se da cuenta que cayó en la trampa -eres muy mala hermana.

- Nunca vas a cambiar hermana, mejor vámonos.

Las dos jóvenes se van, Bast queda con un recuerdo de aquel padre soltero, esperando volver a verlo.

- No les prestes atención a mujeres desconocidas papá- le digo.

- ¿Por qué te preocupas tanto cariño? -solo es una chica amable- dice el, luego se entristece -una mujer así nunca se fijaría en mi- papá baja su cabeza decepcionado de sí mismo.

Mis dos hermanas me miran furiosas y mueven su cabeza en señal de desaprobación.

Anna a quien papá aun cargaba le da un beso en la mejilla para animarlo.

- Anímate papi, tienes a tres hermosas chicas a tu lado. No necesitas nada más.

Antonia me susurra algo -bien hecho tonta- luego se aleja.

Esa baja autoestima va a afectar a papá, debo hablar con mis amigas a ver si conocen a alguien que pueda ayudarme con eso.

Para animarlo le digo que vayamos a comer helado.

Nuestro día termina como inicio.

Empiezo a arrepentirme de lo que hice, debido a mis celos indirectamente afecté a papá. Todavía me pregunto porque tiene tan baja autoestima, algunas veces pienso que debió sufrir un trauma muy grande para que se sienta así.

Para animarlos a todos le cuento a papá sobre el viaje al lago, así que aprovechamos el domingo para ir. El me pregunta sobre mis tareas, yo no me preocuparía de a mucho ya que las hice desde el sábado, pero…..

Unas mocosas irresponsables no las han hecho, paso toda la noche ayudándoles.

Papá quería ayudarles, pero le digo que no ya que yo misma me encargaría de ello.

- Maki eres una estúpida-me dice Antonia mientras termina su tarea.

Desvió la mirada y le ayudo a terminar la tarea a Anna.

- Hermanita tonta- me dice Anna sin mirarme a los ojos.

- Ya sé que la cague- respondo, -dejen de estar molestas conmigo.

- A mí no agrada la semihumana, pero tampoco puedo decir que es mala- comenta Anna mientras le saca punta al lápiz.

(Ahora me regañan mis hermanas menores) por suerte, papá ya está en la cama. Gracias a Selene ya no tiene pesadillas.

- La próxima vez que una mujer le hable a papi deja que el mismo lo maneje- señala Antonia.

- Mejor prometamos que ninguna de nosotras se meterá en el camino de una mujer que le guste a papá, excepto si dicha mujer quiere separarnos de papá- ¿les parece?

Las tres aceptamos y hacemos la promesa con el meñique.

El lago no queda muy lejos de casa. Si vamos a pie sería un total de una hora de ida y venida. Así que fuimos a pie. En más de una ocasión papá cargo a mis hermanas.

Llevamos cañas de pescar, gorras y cebos.

Quería contarle a papá sobre la hechicería.

Los 4 estábamos sentados en unas rocas cerca del lago, gracias al cielo no estaba haciendo calor arrojamos lo más lejos posible el anzuelo con su cebo atado al fuerte nylon, el nylon iba disminuyendo en el carrete, mientras esperaba que picaran el anzuelo le comente a papá lo que significa ser un hechicero.

- Papá ¿recuerdas cuando te dije que eras un hechicero? - pregunté.

- Si aún lo recuerdo cariño ¿eso que significa? respondió papá, Antonia estaba sentada comiendo fruta que habíamos traído, no parece muy interesada en la pesca.

Anna miraba hacia al cielo azul y señalaba las aves de diversos colores. En algún punto una de ellas se arrojó a gran velocidad contra el agua y luego de unos segundos saco un pez.

El agua seguía calma y los rayos del sol eran fuertes, me coloque un sombrero de paja para que no me doliera la cabeza por el calor, papá extendió un mantel de rayas para no quemarnos con la roca. Si seguíamos sin el mantel era posible que nos quemáramos el trasero.

- Nací como hechicera y bruja, algo que no había pasado nunca, quiero que recuerdes esto papá, una bruja es diferente a un humano si alguna bruja se queda sin magia morirá inmediatamente.

- ¡Santo cielo! Exclama papá preocupado ¿entonces corazón y amor si se quedan sin magia morirán? Dijo aún más preocupado, luego miro a mis hermanas quienes agitaron sus manos saludándolo.

- Correcto papá, pero no te preocupes por ello. Mama les enseño sobre cómo utilizar su magia adecuadamente, aunque las veas utilizando magia continuamente ellas dos saben sus límites- eso lo calma, sigo con mi relato -nosotros los hechiceros no poseemos magia.

- Eres una excepción a la regla de las brujas- dice papá mientras me mira, luego desvía su mirada al agua, ya que se forman pequeñas ondas cerca de su cebo -igual me preocupa que te hagan daño.

- Correcto, soy y no soy una bruja no poseo venas y arterias por donde se distribuye el mana, entonces no puedo usar magia, al contrario eso me permite ser una hechicera. Pero eso es poco frecuente en que alguien no pueda usar magia no significa que sea un hechicero, puedo ponerlo así papá, casi el 70% de la población mundial no puede usar magia y solo el 0.001% es un hechicero, si lo ponemos así existen en total en el mundo unos 4 o 5 hechiceros como mucho, 2 se encuentran en el imperio una amiga y yo somos esos dos, y los otros 3 no se tiene idea donde están ubicados y contigo seriamos 6- papá me escucha atento, mientras mira el agua moverse cerca de su cebo.

- ¿Cómo sé que soy un hechicero? Me pregunta.

Antonia mueve un brazo de papá y se mete en medio, luego lo ayuda a sostener la caña de pesca, papá saca un pequeño sombrero de paja de la maleta y se lo coloca a Antonia. Anna se pone celosa (yo también me pongo celosa) Anna imita a Antonia, pero lo hace conmigo, yo no le coloco ningún sombrero y le digo que no tome mi caña, lo que la molesta.

- Eso debes averiguarlo por ti mismo.

- ¿Cómo supiste que eras una hechicera cariño?

Le cuento mi historia (aunque el debería saberla de primera mano) - Bueno un día mientras miraba como practicabas con mamá vi unas pequeñas luciérnagas en el aire y sentí que podía tocarlas, cuando me acerca a una de ellas ¡Puff! Un haz de luz salió disparado de mi dedo y golpeo el tejado, en ese entonces no sabía que esa era la forma que mi mente le había dado al éter.

- ¿Qué es el éter cariño? Pregunta curioso papá.

Antonia mueve la caña al sentir que el hilo se tensa.

El hilo de mi caña ni se mueve, Anna se empieza a aburrir de ello.

- Es la energía que desprenden todos los seres vivos, un hechicero puede manipular dicha energía hasta cierto punto, ya que si utiliza de más la naturaleza castiga el uso indebido.

- ¡Cielos!

- Si todo tiene un límite, la forma en que castiga la naturaleza al hechicero es restándole años de vida o matando a los seres vivos que lo rodea.

- Es un poco extremo, pero no me parece injusto el castigo, si pasara lo mismo de dónde vengo nadie destruiría la naturaleza. Y por lo que he visto las personas no abusan de los recursos naturales.

Eso sonó extraño, bueno habitualmente papá dice cosas extrañas. Desde contarnos de algo llamado "Star wars" (me encantan sus historias raras, el personaje que más me gusta es Obi Wan joven) o hablar de una cosa que le dice televisión, automóvil, moto y entre otras cosas, algunas veces tiene acento (aunque ya no es tan común)

- ¡Papi, papi algo pico! - Interrumpe Antonia alegre sosteniendo con sus pequeñas manos la caña de pescar.

Papá empieza a enrollar y del agua salta un gran pez, Anna utiliza su magia y lo atrapa en una burbuja de agua, quitándole toda la emoción a la pesca.

- Allí quedo toda la emoción-suspiro decepcionada.

Papá también suelta un suspiro y le explica a Anna que no es necesario usar magia para pescar cuando estamos usando las cañas.

El cordel de mi caña empieza a tensarse, comienzo a enrollarlo y forcejeo con el pez, emocionada empiezo a atraerlo mientras papá y mis hermanas me animan, al final lo traigo cerca de la playa y lo saco. Si tuviéramos una cámara tomaríamos una foto.

En total sacamos 4 peces, no fue lo mejor y tampoco lo mejor, pero alcanza.

Comemos un poco de fruta mientras le ayudo a papá con los peces, la emoción nos gana y decidimos prepararlos inmediatamente. Afortunadamente siempre llevo una piedra mágica.

Mientras nos cenamos los peces le sigo contando a papá sobre la hechicería, mientras le hago una pequeña demostración.

Tomo una roca entre mis manos, la aplasto y la transformo en una pequeña figura.

- ¡Genial! Dice papá emocionado mientras aplaude.

- Cada hechicero es único, nunca van a existir dos iguales, por ejemplo, puedo usar hechicería no elemental, luz y oscuridad, dependiendo de la hora del día así mismo serán mis hechizos, de igual forma poseo la capacidad de transmutar objetos como lo acabas de presenciar- inflo mi pecho orgullosa de mis habilidades, mientras restauro la antigua forma de la roca - estoy en clases de alquimia avanzada en la academia con el fin de mejorar mis transmutaciones.

- Debes tener alquimia y transmutación en +10- comenta papá.

No sé a qué se refiere, pero imagino que debe decir que las tengo muy avanzadas.

- Bueno planeo vivir de eso, un alquimista y transmutador gana mucho dinero, además ya he creado diferentes armaduras para mí misma.

- ¡Deberías mostrárselas a papá! Comenta emocionada Antonia ¡oh! -tengo una mejor idea- Antonia crea un pequeño circulo mágico e invoca un pequeño basilisco.

- Parece una gallina- dice Anna mientras imita el sonido de una gallina.

En realidad, si lo parecía, su cabeza de gallo y cola serpentina la hacían ver muy particular, aunque esa cosa es extremadamente peligrosa.

El basilisco y Antonia fruncen el ceño.

- Es joven aun, cuando crezca será como el de mami- luego mira a papá emocionada -su basilisco mataba con solo mirar a las personas- ¿quieres acariciarlo?

Papá lo piensa dos veces antes de tocar al basilisco. Pero accede, extiende su mano y acaricia la escamosa piel de la invocación.

- ¡Ahora es mi turno! Dice Anna ¿quiere ver como seco el lago papi? Luego señala con un dedo el lago.

- No creo que sea necesario amor- argumenta papá.

Si lo pienso en escala de poder, aunque me cueste aceptarlo soy la más débil de las tres ya que dedique mi hechicería a la creación y defensa personal, nada de exageraciones en ataques, pero no significa que no pueda ganarle a un mago de alto nivel. Además, mis ataques son a distancia a menos que use mis armaduras o sea de noche. En poder destructivo creería que Antonia es la más poderosa, mientras aprenda a controlar a esas cosas que tiene como invocaciones, o tal vez Anna si mejora en la utilización de su magia de agua puede hacer lo que quiera. Los magos de agua y magia negra son pocos, los más comunes son de tierra o fuego e incluso de viento. El mago de luz es particular ya que cualquiera puede serlo, pero no todos se atreven. Habitualmente son médicos de campo o cirujanos, algunos rastreadores o apoyos.

Papá lanzo el cordel con el anzuelo una última vez.

- ¡Pico algo! Dijo emocionado, comenzó a forcejear con lo que estuviera allí, pero lo que en realidad paso fue que se había atorado en medio de la maleza en el fondo del lago.

Al empujarlo con fuerza libera el anzuelo, lo único que saca del agua es maleza.

Cuando limpia el anzuelo encuentra una semilla en perfecto estado.

- ¿Una semilla?

- Tal vez sea de un árbol cercano que existió una vez aquí.

Muchas aves pasan cerca de la zona, quizá alguna solo defeco la semilla.

Papá se guarda la semilla, con la esperanza de sembrarla en la huerta que hicimos entre todos.

Regresamos a casa y aprovechamos nuestro festivo como familia, papá nos cuenta los relatos de un sujeto llamado Asimov, la historia se titula "el hombre bicentenario" las historias de papá son muy extrañas y por eso mismo son emocionantes en especial si son de Asimov o Star Wars <dioses como amo esas historias>, él nos dice que son sacadas de algo llamado "ciencia ficción"

avataravatar
Next chapter