20 Capitulo IV-4

Era lunes y se suponía que papá había ido con su amigo elfo a realizar el papeleo correspondiente para ser ciudadano imperial.

Cuando llegue a casa con mis hermanas espere que papá estuviera, pero no llegaba, al principio no me preocupe, de hecho, creí que estaba divirtiéndose sanamente, pero.

Lo que no me esperaba era que llegara ebrio y oliendo a licor, tampoco que el cuello de su camisa tuviera marcas de labial, al igual que sus labios. La mujer que lo beso parece que disfruto (maldita)

Según el elfo, fue una joven del gremio.

Hable con mis amigas al otro día.

Las tres nos encontrábamos sentadas en las gradas cerca de la biblioteca.

Isabel no podía parar de reír.

Juliana me coloco una de sus manos en mi hombro, - deja que tu papá se divierta, después de todo casi nunca sale- me dijo -que haga cosas de adulto no es el fin del mundo.

- ¡Lo se! Le digo -pero papá estaba ebrio cuando entro a ese estúpido concurso.

- Qué triste debió ser tu padre, ser besado por una mujer hermosa- añade Isabel, mientras me lanza besos -como sea espero que mi madre no se entere y otra cosa ¿tu tía respondió la carta?

Miro al cielo y veo que se está nublando "no" digo y añado -dudo que la hubiera leído.

Al terminar nuestro descanso nos vamos a la clase.

mientras nos dirigíamos al aula de clase nuevamente, pero nos topamos con la "emperatriz", llevaba una banda del consejo estudiantil en su brazo derecho, estaba cumpliendo sus deberes

- Miren que tenemos aquí las hechiceras y la rumi- exclama la "emperatriz" o para mí la "cliché" -se les hace tarde para ir a clases.

La ignoramos y seguimos nuestro camino, mientras nosotras hablábamos de múltiples cosas.

Eso hizo que se molestara.

- ¡Les estoy hablando! Exclama furiosa.

Su nombre es Natalia Sidorova, ella es del norte (debió quedarse allá) y como todos los humanos del norte tiene la piel clara, mejillas rosadas, ojos verdes y cabello rubio tiene una trenza en su flequillo derecho, ella usa anteojos, es del otro salón normalmente va con sus amigos (o guardianes como dice ella) pero ahora va sola, ella también forma parte del consejo estudiantil y ahora se encuentra cumpliendo sus deberes.

- ¿Qué quieres cliché andante? (en las novelas que lee mi hermana menor Antonia, Natalia se parece mucho a la protagonista)

¿Cliché andante? Ella no entiende lo que dije.

- Seee- exclamo con pereza- eres el vivo retrato de la heroína genérica de las novelas basura que tanto le encanta leer a Antonia.

- Escucha hechicera, se acercan los exámenes físicos y te voy a hacer mierda-comenta molesta.

- ¡OHHHH! ¿enserio? Respondo, -me gustaría ver como lo haces cliché además ¿no se supone que alguien del consejo estudiantil amenace a los estudiantes?

Ella se acomoda las gafas -Te crees mucho solo porque eres una de las hechiceras del imperio, pero yo seré la próxima emperatriz y cuando lo sea lo primero que hare es echarte ¡Ha! -y también a ti otra hechicera- señala a Isabel, quien se señala así misma y luego levanta los hombros despreocupada mientras sigue comiendo.

- Si lo haces imbécil el imperio pierde una de sus armas, solo sería ir a Liare para enlistarme con ellos.

- Sería la excusa perfecta para iniciar una guerra.

- Pésima emperatriz, pésima gobernante, déjate de chistes Natalia, sé que no eres así de estúpida.

- Dejémonos de juegos- dice mientras, -te odio desde la primaria y ahora que estamos en primer año de bachillerato es cuando puedo aprovechar y destruirte.

- ¿Y cómo lo harás pendeja?

- Ya te lo dije, en el próximo examen físico te destruiré y hare que te expulsen por ser una inútil.

- Vámonos Maki, deja de perder el tiempo con la niñita- me dice Juliana.

- Espera Natalia tengo algo para ti- hago que saco algo de mi bolsillo y le hago una mala señal con mi dedo mientras me rio.

Mi comportamiento en la academia y frente a papá es distinta eso es más que claro. Natalia es molesta, pero jamás se ha sobrepasado con el acoso, quizá me odie desde primaria, pero jamás le he puesto atención.

Además, adoro ver como se enoja Natalia.

En la academia pocas cosas me importan fuera de mis estudios en alquimia, transmutación o historia, algunas veces soy grosera o de mala clase justo como mi "querida tía" (aunque ella es elegante, pero tiene pésimo temperamento).

- ¡Desgraciada! -dice furiosa Natalia mientras sale de su papel de niña perfecta.

Eso era lo que yo deseaba verla molesta.

Su reacción me causa gracia, siempre se comporta como la mejor de todas y perfecta, secretaria en el concejo estudiantil, excelentes notas y todos los profesores la quieren, pero cuando me encuentra cerca saca su verdadero ser, una mocosa grosera.

Me imagino que a papá le sucedió lo mismo cuando estudio aquí.

- Púdrete Imbécil, ya veremos ese día lo que va a suceder- digo y continuo mi camino junto a mis amigas.

Se que no va a ser nada ya que tiene una reputación que proteger, pero yo no tengo reputación la cual proteger así que no me interesa.

- ¡Aun no entiendo porque Juliana te habla, una rumi de su reputación no debería ensuciarse contigo! Grita.

Juliana se detiene y le responde - porque es mi mejor amiga, ¿acaso necesito más?

- ¿Por qué nadie habla de mí? Se pregunta Isabel.

- Porque a nadie le interesas- le digo.

Isabel reacciona empujándome mientras le jalo un cachete.

- Natalia solo es otra idiota más, no se atrevería a tales estupideces. La he tenido que aguantar desde la primaria y jamás ha hecho nada.

A Isabel no la molestan tanto como a mí, eso es debido al poder que tiene su familia.

Muchas veces ellas dos me han dicho que diga que también soy una bruja y que mis padres fueron aventureros de rango alto, pero no me parece correcto vivir bajo la sombra de mis padres, quiero mi propio camino, además las identidades de mis padres se mantienen en secreto por orden imperial.

Natalia se queda refunfuñando sola un rato hasta que llegan sus compañeros y vuelve en sí.

Nos encontrábamos en clase y nosotras tres estábamos realizando una actividad grupal.

Había estado repasando mis últimos meses desde que mamá se fue y la reaparición de papá el cual es muy distinto a lo que fue alguna vez. A veces dudo de que pueda usar hechicería de nuevo. Aunque me agrada que papá no arriesgue su vida, ahora es un hombre de hogar y puede que algunos lo confundan con una ama de casa.

- A propósito ¿Cómo sigue tu padre? - me pregunta Isabel, mientras lee la guía que debíamos resolver.

- Mucho mejor, está dedicado al hogar- respondo mientras escribo las respuestas de la otra parte de la guía.

- ¿Y cuándo alguna mujer te lo quite? ¿él va a ser la esposa? Ríe Isabel, mientras me entrega la guía.

- Eres una perra Isabel- exclamo en voz baja.

Juliana pasa su brazo por encima de mi hombro -anímate Maki, tu padre siempre estará en casa atendiéndote a ti junto a tus hermanas y a su esposa. Después de todo es una fabulosa ama de casa, cualquier mujer con un trabajo lo va a querer.

- Desgraciada- la empujo para quitármela de encima.

Como siempre en las clases, la maestra nos regaña, no presto atención en las clases de magia, hago trampa en las evaluaciones (con mi hechicería es imposible que me detecten). Soy inteligente, pero no me gusta destacar, me gusta estar en la zona media, acudo a la academia solo por el certificado y las pruebas de ingreso a la universidad imperial en el último año.

En el futuro luego de obtener mi título universitario quiero abrir mi propio negocio de alquimia en la capital del sur, ya que allí llegan la mayoría de los barcos con materia prima y lo más importante, con muchos posibles clientes a los cuales estafar.

Al salir de clases hago lo típico, recojo a mis hermanas y luego vamos a casa, papá nos espera con galletas, junto a su linda sonrisa, aunque no me guste admitirlo papá si parece una ama de casa, pero ese es su encanto, es joven, sabe cocinar y muchas cosas más, nos cuida a las tres, nos ayuda en lo que puede, les cuenta historias a mis hermanas, puedo contarle tranquilamente muchas cosas a él, siempre nos pregunta cómo fue nuestro día. Nos hace olvidar que perdimos a mamá por una enfermedad, el sigue refiriéndose a mamá como su ángel salvador.

Cuando les cuenta fabulas a mis hermanas me gusta escucharlo. De su autor favorito Rafael Pombo o también los cuentos de Hans Andersen y los hermanos Grim o algo que le dice cuentos rusos y santo cielo como amo sus historias de eso que él llama Star Wars de George Lucas, la última vez nos peinamos como los personajes femeninos de su historia, yo me hice el peinado de Padme, mientras Anna el de Rey y Antonia el de Leia.

Algunas veces me gustaría preguntarle sobre su vida pasada, pero me da miedo escuchar que diría.

Su amigo el elfo siempre lo acompaña y de hecho lo ayuda en la casa, pienso que como guardia imperial tiene mucho tiempo libre.

Aunque me agrada hasta cierto punto, pero me agrada más su amigo troll ya que es un hombre educado y gran comerciante (y no embriaga a papá para convertirlo en un premio de un concurso)

Papá sigue hablando de querer conseguir trabajo, él quiere conseguir dinero por sí mismo y no depender de sus fondos.

Era miércoles y acaban de iniciar las clases de historia.

El maestro nos estaba relatando mediante una ilusión mágica muy detallada como había sido la guerra de hace 30 años contra los piratas en los mares del sur.

La historia es interesante, la historia es mi segundo fuerte, después de todo parte de mis habilidades de hechicería se las debo a la historia.

Había algo que me mantenía inquieta, siento como si algo malo fuera a suceder, desde que había llegado a la academia sentía que mi cabeza da vueltas.

Desde la primera clase siento que alguien me observaba, también me han comenzado a rascar los ojos, como si fueran extremadamente pesados, siento que el sueño me gana, me doy una cachetada a mi misma para despertarme.

Escribí algo en una hoja, la volví una bola y espere a que el maestro se distrajera para arrojársela a Isabel, se la lance a ella porque pareciera que era algo que nos relacionaba a ambas.

Ella la leyó y luego escribió algo en otra hoja, la separo de su cuaderno de apuntes.

Yo la transporte a mi puesto.

- ¿Por qué me lanzas eso a la cara si puedes transportarlo en mi puesto? Y si también siento que algo nos observa.

Les escribo nuevamente diciéndole que nos inventáramos una excusa para ir al baño y hablar sobre ello, no le diríamos nada a Juliana ya que esto era algo de hechiceros, somos unas desgraciadas, pero no queremos que nuestra amiga pueda resultar herida.

Levanto la mano y le digo al maestro que debo ir al baño por cosas de mujeres y quiero que me acompañe Isabel.

El maestro se acomoda las gafas y permite que salgamos.

Juliana nos observa dudosa, ella sabe que vamos a hacer algo.

Fuera del salón, cerca de los baños.

No había muchos estudiantes fuera de clase.

- También sentiste que algo nos observa- me dice Isabel.

Las dos sentimos lo mismo, pareciera que algo nos busca.

- Si, ¿Qué carajos pasa?

- Ni idea, pero me tiene inquieta.

Algo nos toma de la parte trasera del cuello de nuestras camisas.

- ¡Oigan ustedes dos! ¿planean dejarme fuera cierto?

Era Juliana quien, hacia una mueca con la boca, estaba molesta.

- No te incumbe idiota- responde Isabel zafándose.

- ¡Hum!

Las dos se cruzan de brazos y se dan la espalda.

- Basta las dos- les digo intentando calmarlas, -solo que no queramos que te involucraras ¿y como saliste?

- Le dije al maestro que debía hacer cosas de mujer también, sabes que él se deja hablar no como otra maestra- dice y continua ¿involucrarme en qué?

- Bueno veras es…

Una cuchilla mágica vuela directo a Isabel, pero rápidamente creo un escudo y me interpongo entre la cuchilla mágica y mi amiga.

La cuchilla rebota y desaparece.

- ¡Quita tu mano de mi busto idiota!

- Así agradeces a la persona que te salvo, además no tienes mucho.

- Ohhh, que hermosa espada- dice sorprendida Juliana ¿de dónde la sacaste? ¿creí que solo sabias luchar a distancia?

- Deberías saber que miento mucho, pero eso no es lo importante- miro a Juliana y ella asiente. Que extraño Juliana sabe bien mis hechizos.

- Ya tengo el rastro de mana- me dice confiada.

Luego miro a Isabel.

- Es posible que nos enfrentemos a algo, ¿puedes usar tu hechicería para defendernos? en las instalaciones de la academia no podemos usar nuestras habilidades al 100% como mucho las podemos utilizar a un 15%

- ¿Bromeas cierto? acaso crees que soy una inútil sin mis hadas

- La verdad si- respondo.

- Eres una perra, además ¿no se supone que solo sabias usar hechicería a distancia? exclama ella molesta.

- No tengo porque revelar todos mis hechizos a la otra hechicera del país- las dos nos miramos desconfiadas -tú tampoco los has enseñado.

Ella hace una pequeña mueca.

- Tienes razón.

Hago desaparecer mi escudo y por alguna razón extraña no hay nadie a los alrededores, es como si todo estuviera manipulado, parece que quiere que lo encontremos ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que salimos del aula? ¿unos 5 o 10 minutos? ¿más de 15 minutos? dudo que el profesor no se percate que faltan 3 estudiantes, mientras recorremos los pasillos de la academia siento que aumenta la tensión, los pasillos se alargan continuamente, no recuerdo que la academia fuera así.

Por más que corremos no llegamos a ningún lado, siempre pasamos por los mismos pasillos, o cruzamos por los laboratorios y las canchas.

Juliana se detiene está harta de correr y no llegar a ninguna parte, apoya sus manos sobre sus rodillas.

- ¡Mierda como pudimos ser tan estúpidas! Exclama molesta.

Isabel coloca sus manos detrás de la cabeza y mira hacia la derecha.

- Caímos redonditas en una ilusión- añade, -llevamos más de 20 minutos corriendo sin rumbo.

- ¿Fue antes o después de que desviara la daga? digo confundida, me duele la cabeza de solo pensarlo. Un maldito mago ilusionista nos enredó a las tres y ¿por qué a las tres? Debe de odiarnos mucho.

- ¿Juliana aun puedes rastrearlo? Pregunta Isabel y tu Maki ¿puedes usar tus hechizos a distancia?

No lo había pensado detenidamente. Muevo mis dedos probando algo y si, allí están mis hechizos, también veo los flujos de mana. Miro a mi amiga y muevo la cabeza.

- ¿También los ves? Le pregunto.

Ella se cruza de brazos -sí, aunque es muy poco mana el que se encuentra en este lugar, entonces dudo que nos hayamos movido de la academia.

La magia ilusoria es peligrosa en extremo, cualquier error que cometamos lo pagaremos caro. Por ello debemos ser precavidas, quien lo allá hecho creo una ilusión casi perfecta de la academia y planea atraparnos en ella,

Juliana se encuentra buscando el rastro de magia, aun no nos hemos movido de nuestro punto, ¡maravilloso! Exclama ella en rumi.

Corremos hasta llegar a las antiguas instalaciones, una de las zonas que teníamos prohibido entrar debido a que se estaban demoliendo, y se planeaba construir nuevos laboratorios de ciencias y magia.

Como era de suponer todo estaba en escombros, aulas oscuras y puestos oxidados, una lúgubre ambientación perfecta para una emboscada, aunque no nos pasa nada, solo seguimos nuestro camino hasta llegar al mago, algunas veces los pasillos se estrechan, otras se ensanchan, también se distorsionan e incluso cambian de colores.

Adentro de un salón se encuentra un extraño sentado encima del escritorio antiguo del maestro, el sujeto hacia malabares con dos dagas mágicas, ni siquiera nos presta atención.

Es imposible reconocerlo ya que lleva una extraña mascara de lechuza, al juzgar por su tamaño diría que es mayor a nosotras por 2 años.

El desconocido se detiene y gira su cabeza como una lechuza real, llevaba una capucha oscura, pantalón negro y botas altas.

Me es imposible identificar si es hombre o mujer, no parece tener pechos, pero eso se puede disimular con magia ilusoria o como nos pasa a mi e Isabel que no tenemos nada, no como Juliana. A veces envidio su cuerpo.

- No esperaba que las dos hechiceras vinieran- dijo el desconocido con una voz irregular "y menos que trajeran una maga" el desconocido hace polvo las dagas mágicas con las cuales jugaba y baja grácilmente del escritorio, se limpia el polvo de su ropa y hace una reverencia hacia nosotras.

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