8 Capitulo II

Iniciaba mi vida académica, estaba tannnnn emocionada, por fin estaba en este lugar.

La academia de magia se divide en diferentes secciones, dependiendo de la especialización de los estudiantes así mismo serán sus clases y aprendizaje, la primera vez que llegue a este lugar con mamá, para mí fue impresionante ver esas edificaciones tan antiguas llevan casi 500 años desde que fueron creadas y aún siguen en pie como si el tiempo no pasara en ellos, grandes canchas , campos para que los estudiantes se ejerciten, laboratorios, salas de alquimia, corredores anchos, salas de estudio y diferentes clubes estudiantiles además, variedad de profesores de todas las razas posibles, salones inmensos. Lo que sí es claro es el clasismo que abunda en la academia, dependiendo de tu habilidad mágica o de invocación así mismo será tu estatus social, que puedas usar magia no te hace mejor que otro el cual no pueda usarla, el desprestigio de un estudiante que no puede hacer un conjuro básico es casi abusivo por parte de su propia clase.

Aunque mamá nunca estudio en la academia, ya que ella aprendió directamente de su hermana mayor, pero papá si lo hizo. He escuchado historias de su vida estudiantil, no era el mejor porque él era un caso especial como yo, ambos somos hechiceros no dependemos del mana en nuestros cuerpos, eso es debido a que ningún hechicero posee mana en su cuerpo, somos un caso especial, nuestro poder proviene de la misma naturaleza, utilizamos el éter mientras más fuerte sea nuestra conexión con la naturaleza más fuerte serán los hechizos.

- Como detesto esta aura- decía mamá siempre que me acompañaba, ella odia el estilo de vida oligarca, aunque nuestra tía no es precisamente pobre.

A decir verdad, yo también la detesto, la odio desde que estaba en la escuela, solo lo soportaba por ellos y ahora por mis hermanas, cuando desapareció papá fue una época difícil para todos, muchas veces no fui a la escuela, luego murió mamá no pude volver a estudiar. Pero gracias a que papá ha vuelto y ahora él se encarga de los quehaceres del hogar he podido inscribirme nuevamente. Aun me es extraño, pero en el fondo de mi corazón sé que es nuestro padre, puede que se vea más joven y su cabello sea de otro color, que haya perdido la memoria, pero sé que es el.

Mientras me dirijo al teatro ya que como estudiante de primer año debo conocer a cada uno de los profesores los cuales se presentaran ante todos los nuevos.

Luego siento un golpe en la espalda que casi me hace caer.

- Hey, hey,hey,heyyy- exclama ruidosamente quien me golpeo.

Estaba a punto de darle un golpe en el rostro hasta que vi quien era, detuve en seco el puñetazo. La persona levanto los brazos sorprendida y luego rio.

- jajajja tan agresiva como siempre Maki.

- Juliana- respondí alegremente y la abracé fuertemente.

- Guuuuuu me vas a aplastar- dijo.

Ella era una joven alta y esbelta, teníamos la misma edad, pero no la misma altura, casi parecía una adulta, además su cabello rubio le llegaba hasta los hombros, tenía las mejillas rosadas, ojos tan verdes como una esmeralda y cuerpo desarrollado por su arduo entrenamiento. Siempre presumía su físico ante todos y en este momento lo hacía solo para molestarme.

Ella hace una pose de físico culturista y me mira presumida.

- Este es el cuerpo de un mago de batalla, señorita larguirucha.

- Siempre presumiendo tus rasgos Rumis.

- Por cierto, Juliana te agradezco que me ayudas en mis estudios.

- ¿Qué cosas dices Maki? -eres mi amiga, es claro que debía hacerlo-luego me hace una mueca y continua ¿no le dijiste nada a ella cierto?

Sabía lo que me estaba preguntando -le envié una carta, solo espero que las cosas mejoren entre ella y nosotras- mis palabras sonaban vacías.

- Tarde o temprano debes solucionar eso- me dijo mi amiga animándome, luego me hizo una pregunta ¿y cómo sigue tu padre?

- Ha mejorado un montón, pero tiene problemas de autoestima.

Intento no deprimirme, pero ella siempre ve a través de mí, había hablado con ella sobre lo de mi padre, después de todo se supone que papá estaba muerto, cosa que la impresiono. También sus padres les conté sobre eso, pero les dije que él había perdido la memoria y necesitaba tiempo para recordar todo.

- Animo mi querida y flacucha amiga, si tienes algún problema siempre puedes pedir la ayuda de la familia Severo, nosotros nunca dejamos a un amigo solo, en especial a ti y tus hermanas.

Yo lo sabía, nuestras madres fueron grandes amigas las dos eran aventureras, mamá decía, "Diana se enfrentaba a puños contra las creaturas más peligrosas que pudieran existir" no sé si lo decía enserio o era riéndose de mí, aunque papá decía lo mismo "una vez ella me dio una paliza y tu madre se rio de mi todo un mes, aun no entiendo cómo fue que Cesarion se enamoró de ella"

- Gracias Juliana.

- Por cierto, Maki-, ¿pasaste las pruebas para que estuviéramos en el mismo curso cierto? Me pregunta atónita.

- ¿Con quién crees que estás hablando haaaa? Respondo orgullosa, -no podía dejarte sola, después de todo soy la mejor hechicera.

Había realizado una prueba especial con el fin de no atrasarme en los estudios, para mi sorpresa la pase con honores, no era la mejor ni la peor estudiante, pero cuando me lo proponía podía hacer cualquier cosa.

- ¡A siii que volviste! Grita una voz irritante ¡creí que ibas a escapar!

Escucho una voz molesta y aguda. No era si no otra más que Isabel, la otra hechicera de la academia, siempre con su forma particular de ser, una chica de la misma edad que la mía y la de Juliana, somos igual de altas, su cabello plateado particular, sus ojos marrones y saltones me observan irritados, su piel aceitunada es igual de particular que su cabello, siempre lleva un pequeño adorno en su cabello, con el fin de que no le moleste su flequillo derecho. aunque no lo parezca es muy elegante e inteligente, pero muyyyyyyyyyyyyyyy molesta. También nuestras dos familias tienen historia, pero no quiero hablar de ello.

- Creí que no volverías, que huirías de mi tu rival en hechicería- dice señalándome.

- No tengo rivales, tú eres la única que sale con eso. Además, las tres nos estuvimos viendo todo este tiempo en la casa de Juliana.

Ella se me acerca molesta, casi puedo sentir su rostro contra el mío y luego suelta toda su retreta, intento desviar la mirada, pero ella continua y continua (debo mantener las apariencias, lo que hagamos fuera de la academia es muy distinto a lo que hacemos acá)

- Soy la mejor hechicera, blablablablablabla, mi conexión con la naturaleza es mejor, blablablá, gracias a mis conexiones con los nobles, blablablá.

Juliana solo se ríe, lo que molesta a Isabel.

- Al menos deja que llegue- le dice Isabel.

- Tú no te metas en cosas de hechiceros maga.

- ¡¿A sí?! Porque no vamos al campo de entrenamiento y lo probamos.

- ¡Si vamos ahora!

- Deberíamos calmarnos todas- les replico a las dos.

- Tú no te metas- responde molesta Isabel, -luego de que acabe con esta maga seguirás tu.

Me irrito - está bien, esperare a que Juliana te haga papilla, para luego terminar su trabajo.

- ¡HAAAA!

Isabel se molesta aún más y antes que pudiéramos continuar, las tres somos arrojadas al suelo con tal facilidad que pareciera imposible.

Aunque no lo pareciera las tres somos amigas y son mis mejores amigas.

- Siempre que hay problemas alguna de las tres está involucrada, y ohhh sorpresa me encuentro a las tres- exclama una voz molesta- pase de esa aburridora secundaria solo para no volver a verlas juntas, pero para mi sorpresa las vuelvo a encontrar.

Era nuestra profesora de curso, una de las 3 magas que puede utilizar magia oscura ser maga negra no significa que seas capaz de usar magia oscura, también puedes usar magia impía o distorsión, ella utiliza solo un dedo para hacernos morder el polvo.

Era nuestra maestra Zenobia, siempre con su vestido negro tal como si fuera una ejecutiva, tacones altos, su cabello rojo como el fuego y ojos verdosos que son protegidos por unos lentes finos pero que ahora parecen llenos de ira, en su mano derecha sostiene un libro, mientras con un solo dedo de su mano izquierda nos retiene a las tres. La conocemos desde la primaria, ya que éramos un dolor de cabeza para ella.

- Una estudiante me dijo que al parecer iba a ocurrir una pelea, pero para mi sorpresa encuentro a las tres idiotas de siempre formando problemas.

Ninguna de las 3 responde, la maestra deja de usar su magia y nos levantamos.

- Ahora vayan al teatro- nos regaña ella <espero no verlas>

Le hacemos caso y las tres nos dirigimos al teatro, donde se presentan los diferentes profesores, el representante estudiantil, el director de la academia mágica.

Un profesor hace de guía y nos explica que debemos elegir mínimo 2 asignaturas específicas, yo ya tenia en mente en lo que quería especializarme.

El profesor nos muestra los laboratorios, los cuales tienen equipos de ultimo modelo, casi a la par de una universidad, los grandes campos de entrenamiento, las aulas espaciosas, es impresionante la cantidad de cosas nuevas que veo. Parte de mi vida he vivido en el campo junto a mis hermanas, pero nuestros estudios son en la ciudad, gracias a mi habilidad de teleportarme.

El profesor guía, llama a los de primer año, nos entrega una guía de estudio, también nos indica el aula de clases y cual profesor va a ser nuestro director de grado durante este año.

Mis amigas y yo nos miramos, luego soltamos una carcajada, los otros estudiantes nuevos se alejan un poco ya que piensan que estamos locas.

Las tres vamos charlando, en el camino nos topamos con la maestra Zenobia.

- ¿Ustedes que hacen aquí? - pregunta ella levantando una ceja irritada.

- Nos dirigimos al aula de clase.

- Entonces vayan rápido, yo me dirijo a esta aula ya que voy a ser su directora de grado.

Juliana y yo levantamos las manos, decimos al mismo tiempo.

- Maestra este es nuestra aula de clase.

Puedo ver un pequeño tic en el ojo derecho de la maestra.

Isabel también levanta su mano.

- Maestra yo también pertenezco a esta aula.

La maestra se masajea la sien con su mano libre, intentando disminuir un dolor punzante en su cabeza.

- ¿No es una broma cierto? Pregunta ella – me pasé toda la primaria viéndoles el rostro, por fin conseguí un puesto en la academia en donde trabajaba feliz, solo para encontrármelas nuevamente y que sean ¡mis estudiantes de curso!

- ¡CORRECTO NO LE PARECE FANTASTICO! Decimos las tres ¡VAMOS A RECORDAR LA PRIMARIA MAESTRA!

Los demás estudiantes se quedan paralizados, ellos saben cómo puede reaccionar la maestra cuando se molesta, los que estudiaron con nosotros en primaria saben cómo se pone ella cuando el problema es con una de nosotras tres, o las tres al mismo tiempo. Pero gracias al cielo solo señala la entrada del salón y nos ordena entrar junto a los demás estudiantes.

Como es normal hacemos una presentación personal frente al grupo.

Los chismes vuelan, en especial sobre Isabel y yo, tenemos mala fama debido a que somos hechiceras, según dicen traemos mala suerte, entonces como es normal con los ignorantes, algunos compañeros de clase comienzan a evitarnos, cosa que poco me importa.

En el receso me junte con mis amigas.

Buscamos un lugar donde hacernos, vimos muchas opciones, desde un árbol cerca de la cancha de futbol, detrás de los salones, unos banquillos cerca de las aulas, pero finalmente elegimos un pequeño pasillo cercano a los laboratorios.

- ¡Cielos Maki esto esta delicioso! Dice Juliana saboreando el pastel de frutas que papá me había preparado.

- Tu papá si tiene talento- dice molestando Isabel, quien le da una mordida al pastel de carne.

- ¡Cállate! pero si papá tiene mucho talento en la cocina y en la casa.

- ¿Y aún sigue pensando en conseguir trabajo? Me pregunta curiosa Juliana.

- Si lo hace todos los días desde que mejoro, dice que no le gusta usar dinero que no gano por sí mismo.

- ¿Acaso ese dinero no es suyo? Pregunta Isabel.

- Se supone que sí, pero el papá que conocía es muy diferente al actual, lo cual no es malo.

- Déjalo buscar trabajo, quizá eso le ayude.

- ¡Si, deja de sobreprotegerlo, deja que consiga una novia la cual haga feliz!

- ¡Jamás, primero muerta! Digo con molestia.

Isabel se burla de mí, luego me lanza un besito.

- La pequeñita tiene miedo de que papi se vaya- dice burlándose.

Frunzo los labios.

- Calma Maki, con todo lo que nos has contado de tu padre, dudo que vaya a hacer eso, ha estado contigo y tus hermanas casi medio año y veo que prácticamente es un amo de casa dedicado a sus hijas.

- Si eso lo sé- respondo colocándome las manos detrás de la cabeza, mientras me recuesto contra el muro- va un año desde que mamá murió, esos tiempos duros y luego la reaparición de papá, entonces me da miedo perderlo otra vez.

- Vamos, vamos Maki no te pongas a pensar en eso. Dudo que tu padre desaparezca, pero con lo que nos dices tu padre ya no es hechicero ¿cierto?

- Parece que sí, o quizá no lo recuerda, después de todo vino hablando otro idioma el cual nos enseña y ese idioma es muy bueno para decir groserías.

- Eso es extraño- apunta Isabel, mientras degusta la torta de carne.

Bueno, en parte es verdad me da miedo perder a papá nuevamente. Y viendo que a nuestra tía poco le importamos, es posible que quedáramos desamparadas si papá desaparece. No quiero pensar en eso, mejor intento alejar esos tontos pensamientos.

Tampoco me gustaría que consiguiera trabajo ya que se alejaría un poco de nosotras (creo) pero aun así a él no le gusta usar el dinero que tenemos guardado. Ciertamente soy un poco controladora y celosa con papá.

- Quizá lo piense bien- respondo- pero estos días papá debe estar listo porque se ira a presentar en la escuela donde estudian mis hermanas.

- Ya me imagino- exclama Juliana.

Seguimos charlando hasta que termina el receso, luego volvemos a las clases para que finalmente, escojamos asignaturas específicas, elegí las que necesitaría en un futuro, al igual que mis amigas.

- ¿Por cuál camino vas a ir Maki? Me pregunta Isabel.

- La alquimia y herrería- respondo guardando la inscripción.

- Van contigo, eres la menos femenina de las tres- exclama en burla Juliana.

- Que graciosa <aunque en parte es cierto, no me gusta usar vestidos, a la fuerza uso esta estúpida faldita> ¿y ustedes que eligieron.

la primera en responder es Juliana, quien hace una pose.

- Eso no se pregunta, elegí entrenamiento en magia defensiva y resistencia mágica.

Luego responde Isabel mientras se coloca un mecho de su cabello detrás de la oreja.

- Escritura y códigos, ustedes ya saben la razón.

Nosotras asentimos.

La última área la escogimos para vernos las tres, era historia del imperio, me gusta porque en algunos capítulos nombran a mamá o a nuestra tía, aunque nadie lo sabe, ya que eso es secreto estatal.

Al terminar el día me despido de ellas, paso por la escuela a recoger a mis hermanas y volvemos a casa.

Cuando llegamos a casa Anna y Antonia lanzan sus maletines por los aires, luego corren a abrazar a papá, papá les dice que deben recoger sus cosas, ambas hacen caso.

No les parece curioso que un elfo este sentando en la mesa preguntándole a papá como hizo unas galletas tan deliciosas con tan limitados recursos.

- Hola, señor Enrs, un gusto verlo nuevamente- digo.

El señor Erns pertenece a la guardia imperial y es quien está asignado a proteger esta región, es prácticamente el mago de refuerzo e invocación de armas más poderoso que conozco, la maestra Serafina lo conoció en el ejército, pero jamás pudo alcanzar su nivel, eso es debido a que él es un elfo y cualquier elfo sobrepasa el nivel mágico de las otras razas. Pero ahora solo veo a un hombre escribiendo lo más rápido posible una cantidad absurda de ingredientes de cocina, además de recetas e instrumentos.

- Hola Maki- responde, y sigue escribiendo y preguntándole a papá quien también esta absorto en decirle sus secretos culinarios. Luego señor Enrs vuelve en sí, guarda sus notas y se presenta formal con nosotras.

Lo conocemos debido a que visitaba a mamá en algunas ocasiones, ya que mamá sirvió un tiempo en el ejército imperial, luego se volvió aventurera. El señor Enrs la visitaba solo para darle novedades, nunca entablaron conversaciones largas.

- Disculpa Maki, la razón por la que me encuentro hoy aquí es debido a que al imperio le ha llegado información secreta que debía ser entregada a tu madre- luego observa a mi padre y luego sus ojos se posan en mí, -pero por lo que me ha contado tu padre ella ya no se encuentra en este mundo, por lo que debo entregarlo a la persona más cercana a ella y esa serias tú, ya que tu padre según con sus propias palabras o eso he podido entender él es de otro ¿mundo? O quizás perdió la memoria. En verdad no entiendo bien, pero no hay mentira en sus palabras.

- Es complicado- replica papá.

El Señor Enrt continua, -el mismo me dijo que quien mandaba en la casa eras tú y por ello debo entregarte la carta- Saca una carta y me la entrega en las manos, la carta lleva el sello del dragón imperial, el cual solo se abre cuando se designa a una persona especifica en este caso sería mamá, pero al no estar ella se autorregula para entregarla a la persona más cercana de ella. Me sonrojo un poco por las palabras de papá el mismo cree que soy quien manda en la casa, me tiene en mucha estima, Antonia se ve muy envidiosa.

- Gra..acias- es lo único que puedo decir.

- Por el momento mi trabajo ha terminado, pero volveré mañana esperando tu respuesta- El señor Enrt toma sus objetos personales y antes de despedirse le comenta algo a papá -ha por cierto Augusto practicare las recetas.

- Mañana en la mañana voy a estar ocupado en reunión de padres- responde papá- pasa en la tarde.

- De acuerdo- el señor Enrs se despide y nos deja en casa a los 4.

- Ha por cierto Anna, Antonia ambas vengan a la mesa- ellas hacen caso por lo que puedo ver papá ha dejado la casa como un espejo de lo limpia, hasta la mesa vieja se ve en buenas condiciones.

- Papá- digo muy clara- mañana iras a la presentación de padres en la escuela, así que debes elegir la mejor ropa que compramos para ti.

Papá asiente.

- Comprendo Maki, ¿pero no tengo documentos que certifiquen lo que acabas de decir? – pregunta papá preocupado.

- Eso es lo de menos papá, todos tus documentos están guardados en un cajón- voy a su cuarto, saco el cajón que tenía con llave y lo abro, allí están todos los documentos de papá. Papá los mira con sorpresa.

- No me parece correcto utilizar algo que no es mío- apunta el.

Lo miro extrañada, mientras coloco las manos en mi cadera.

- Papá esos son tus documentos.

<Me gustaría que fuera cierto, pero estos documentos son del padre real de las niñas> piensa Augusto. Él ya se había prometido en hacer lo necesario para hacer feliz a las niñas, y si eso significaba suplantar a su padre real pues.

- De acuerdo Maki- responde papá con tono poco creíble.

Algunas veces me preocupa papá.

En la noche le conté a papá mi primera experiencia en la academia, el parecía impresionado con todo lo que escuchaba.

- Se oye increíble Maki- responde.

- Si que lo es papá, ahora que vuelvo a estudiar me concentrare en los estudios para luego ir directo a la universidad.

- Así debe ser Maki, siempre pensando en el futuro, primero la academia luego una buena carrera universitaria- dice el orgulloso.

- ¡Así será papá! Respondo con entusiasmo- tengo muchos planes.

Mas tarde elegimos el traje que papá llevaría.

El no parece muy entusiasmado por lo que elegimos.

- Esa ropa acentúa que no soy de por aquí- dice papá.

- Esa es la idea papi- responde Anna.

- Shi,shi papi parece extranjero, porque eso la elegimos- se une Antonia emocionada.

- Esta bien- responde papá mientras se rasca la cabeza.

Luego de eso vamos a fuera. Nos sentamos en un mantel que papá desplego.

- ¿Por qué la luna es verde? Pregunta Anna a papá.

- Quizá allá vida, y lo que nosotros vemos verde sean plantas- dice papá.

- ¿Tal vez allá agua? Dice Antonia, a lo que papá asiente.

- Quizá- comento, luego señalo las estrellas- ¿de que estarán hechas las estrellas?

- Están formadas de hidrogeno y helio- responde papá con naturalidad- lo que vemos nosotros desde este planeta es solo un reflejo de lo que alguna vez fueron.

Las tres nos levantamos y nos miramos asombradas, luego desviamos la mirada a papá-

- ¿Papá como sabes eso? Pregunto.

- Soy un científico, es necesario que conozcamos sobre lo que estudiamos, aunque mi rama científica iba más enfocada a la biología- exclama papá sonriendo.

- Hmmm yo creo que papi se está inventando eso- exclama incrédula Anna.

- Nop- responde papá- eso nos decían en la universidad y también pude ver varias gracias a los telescopios, desearía tener uno para que también disfrutaran de ello.

- Papi solo quiere impresionarnos- apunta Antonia.

- Quiza,quiza- responde papá burlándose.

No creo que el este inventando, de hecho, se ve muy serio cuando lo dijo, pero se supone que papá no fue a la universidad. Son tantas las cosas nuevas de papá que a veces dudo que sea el mismo.

Mis hermanas usan el pecho de papá como almohada mientras siguen señalando la casi infinita cantidad de estrellas que hoy se pueden ver en la noche mientras la luz verdosa de la luna se refleja.

- Papi, ¿Dónde crees que esta mami? Pregunta con melancolia Antonia.

Papá se queda pensando unos segundos, luego responde.

- Tu madre era un ángel, quizá se encuentre en el cielo.

- Quizá se hizo uno con la fuerza- añado.

- Mami no era una jedí ¿o si lo era? - responde Anna pensándolo.

Los 4 empezamos a reír.

- Su madre siempre estará en sus corazones, como mi esposa esta en el mío- exclama papá con amor.

- ¡Sii! Respondemos las tres.

Mamá ya no está con nosotras, aun me duele, a todos nos duele lo mejor es siempre recordarla en nuestros corazones.

Estos son los momentos que más disfruto de mi vida donde dejamos de pensar que somos brujas y yo una hechicera, donde nos comportamos como una familia común y corriente, seguimos señalando estrellas, colocándole nombres hasta que mis hermanas se quedan dormidas, papá las carga como princesas mientras las lleva a su cuarto, las arropa, medio dormidas Anna le da un beso a papá en la mejilla.

- Te amo mucho papi- dice ella adormilada.

- Y yo a ti corazón- responde papá.

<Awwwwwwww, se me parte el corazón viendo esa escena>

Antonia retiene a papá.

- Papi duerme con nosotras- dice ella soñolienta.

- Pero amorcito, no puedo- responde papá.

Antonia no lo deja ir.

- Por favor papiii.

Papá duda, luego me mira esperando mi aprobación.

<Papá no necesitas mi aprobación, después de todo eres nuestro padre>

Yo asiento.

Papá se acomoda en la cama más grande, carga a mis hermanas y las acuesta en la cama. Las arropa y entonces él se hace a un costado.

Me encanta esta vida tranquila, desde que papá regreso todo ha mejorado el perder a mamá fue un golpe muy duro. Todos los viernes dejamos una flor en su tumba, pero ahora que papá regreso todo cambio, no solo se trata de que la casa este limpia como un espejo, se trata de que somos demasiado felices, quizá no vivamos lujosamente ciertamente lo no necesitamos ya que tenemos el ultimo regalo que mamá pudo dejarnos y ese fue el regreso de papá.

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