5 Capitulo I-2

- Mira papi es el pueblo- señala Antonia boquiabierta.

Mientras nos acercamos, vemos un gran tumulto de diferentes razas, sean humanos, semihumanos. Quien diría que podría alguna vez ver esto.

Las calles son de piedra, grandes edificios de ladrillo con múltiples pisos y tejas rojas, algunas casas de ladrillo sencillas, otras adornadas con materas en la entrada, semihumanos y humanos salen de ellas mientras llevan canastas, productos y otras cosas que se usan diariamente. A la entrada del pueblo hay oficiales del gobierno con sus abrigos negros y sus gorras del mismo color, llevan en su pecho una placa.

Pareciera que estoy en un drama de época.

Espero que alguien este narrando mis acciones, así como en "la templanza"

K´vool nos pide bajar en la entrada del pueblo, ya que él debe ir a otra parte primero. Ayudo a bajar a las niñas y nos despedimos momentáneamente con mi amigo.

- Nos veremos en la fuente central del pueblo en 2 horas- me dice mientras él y sus esqueletos cargan su mercancía.

Nos despedimos por ahora.

Maki me agarra con fuerza de la mano - No te pierdas papa- me dice y luego les dice a sus hermanas que la tomen de su otra mano.

Mientras caminamos me distraigo mirando los múltiples negocios, mercados al aire libre, artistas en las calles, personas comprando o trabajando, niños jugando en la calle, la policía inspeccionando, personal de aseo limpiando las calles y otras tantas cosas.

- Cielos- exclamo mientras observo la gran cantidad de seres en este pueblo.

- Este pueblo es muy comercial, es por eso se ve tanta gente- dice Maki.

- Debería buscar trabajo en este pueblo- comento.

- No es necesario papá, tenemos el dinero suficiente para sobrevivir durante muchos años.

- Si papi debiera vivir tranquilo en casa.

- Siii, ayudándonos con nuestras tareas y buscando una novia.

- No me gusta vivir arrecostado- respondo, -Me gustaría trabajar y traer dinero a casa, no solo usar el dinero que tienes Maki.

- ¿De qué hablas papá? si ese dinero es tuyo y de mamá, lo ganaron cuando eran aventureros.

No me siento bien usando dinero que no fue ganado por mí mismo, puede que mi otro yo y la madre de las niñas tuvieran ahorros, pero me sentía mal cuando los usaba, solo usaba el dinero para comprar cosas necesarias para la casa o cosas para las niñas, lo último que debía hacer era usarlo para cosas banales para mí mismo.

Lo primero que hicimos fue ir directo a la sastrería para que Maki junto a sus hermanas consiguieran sus nuevos uniformes, además de ropa para ellas, no teníamos muchas prendas que vestir, preferiría que ellas usaran todo el dinero en cosas para ellas, el mercado quedaba cerca de la sastrería, le dije a Maki que iría a hacer las compras.

- No te alejes mucho papá-me dijo mientras se quedaba con sus hermanas comprando ropa. Aunque sea una adolescente piensa como una adulta.

Mientras cruzo la calle para dirigirme a la plaza observo como una artista ambulante junta sus manos y crea un muñeco de agua, luego lo congela, las personas que pasan aplauden. En la entrada de la plaza hay un letrero que explica cómo se distribuye la plaza, la plaza se divide en tres grandes galerías, una para carnes, otra para verduras, frutas y la última para semillas, granos y cereales. Uno de los empleados de la plaza me explica que debo tomar una canasta, le agradezco y me dirijo a la zona de verduras, por fin veo una gran cantidad de alimentos que no había visto hace mucho tiempo, la mayoría de las frutas o verduras las reconocía y otras no sabía que eran.

En la zona de verduras me atiende un semihumano, específicamente un hombre lobo casi tan alto como K´vool, de contextura gruesa, su pelaje grisáceo resalta junto a su largo hocico, llevaba la misma vestimenta que había visto en mi camino, excepto que llevaba una chaqueta de tela corto.

El puesto que atiende vende diferentes frutas y verduras, Maki me entrego algo de dinero para hacer las compras así que decido comprar lo mayor posible en alimentos, también debería buscar leche y posiblemente chocolate o café. Me gustaría conseguir una de esas neveras que funcionan con piedras mágicas, pero dudo que podamos llevarla o pagarla (creo)

Mientras me encuentro en otro negocio distraído tomando vegetales mi mano se cruza con una mano femenina.

Cuando levanto la mirada para disculparme quedo sorprendido al ver a la joven, era una bella semihumana felina, de ojos color miel, cabello largo de color castaño, sus orejas largas como las de un lince resaltan sobre su cabello, labios pequeños y una nariz fina, viste una túnica azul que esconde una camisa blanca, lleva una cinta roja atada a su cintura y un pañuelo rojo en su cuello, finalizando con unas calzas azules. Parece una chica común y corriente, lo único distinto es su rostro con facciones felinas, su altura y cuerpo estilizado. Creería que tiene cola, pero su vestimenta la disimula.

- Discúlpame- le digo a la joven felina.

Ella niega con sus delicadas manos, pareciera que sus uñas son retractiles -No pasa nada, parece que ambos queremos las mismas verduras- comenta despreocupada.

- Tal parece- respondo mientras sigo perdido en mis pensamientos.

- ¿No eres de por aquí cierto? Me pregunta ella mientras coloca uno de sus dedos en su mejilla.

- Hace poco llegue, y es la primera vez que estoy en este pueblo- respondo.

Ella acerca su rostro lo suficiente al mío para hacerme retroceder unos pasos, lo que le causa gracia a la joven -por tus facciones no pareces nacido en el imperio ¿eres de las tres repúblicas? - comenta la joven felina curiosa mientras mueve sus orejas.

Me es difícil verla directamente a los ojos, su mirada es demasiado penetrante parece que estuviera a punto de cazar a su presa.

- Es la segunda vez que me preguntan lo mismo, y no, no soy de las tres repúblicas, no soy de ninguno de los dos lugares. Pero ciertamente soy de lejos.

- Si eso parece, los humanos de las tres repúblicas no son así de guapos- comenta la joven semihumana sonriendo.

- Gracias por el cumplido- respondo mientras me rasco la mejilla.

Una pequeña mano me toma de mi camisa, era la pequeña Antonia.

- Papi,papi ya es tu turno de elegir nueva vestimenta- me dice.

- ¿Qué haces aquí sola? Le regaño por primera vez ya que me da un susto verla sola caminando por este pueblo lleno de gente, la levanto y abrazo preocupado.

- Pero papi, Maki nos está observando- ella señala la entrada de la plaza, en efecto Maki y Anna estaban mirando.

- Lo siento, es que me diste un susto- le digo mientras me agacho.

- Papi se preocupa mucho- exclama la pequeña, luego me acaricia una mejilla.

- Pero quede con K´vool para que me acompañara.

- Si papi, pero junto con mis hermanitas elegimos algo para ti.

- De acuerdo Anna.

- Que linda niña, no deberías hacer preocupar a tu papi- comenta la joven felina, quien se agacha y saluda a Antonia -mucho gusto mi nombre es Bast- la joven cuyo nombre es Bast estira su delicada mano.

Antonia un poco esquiva se esconde detrás de mí, pero igual responde:

- Mi nombre es Antonia.

- Dime pequeña Antonia cual es el nombre de tu padre- dice la joven.

- El nombre de papi es Augusto.

- ¿Enserio? tu padre tiene nombre de rumi, pero no es rumi, no es imperial pero tampoco es de las tres repúblicas y dudo mucho que sea de Liare, tu papi es un humano muy interesante- la joven le guiñe el ojo a Antonia, lo que la hace reír. -Tu padre parece muy joven para tener una hija.

- De hecho, somos tres yo soy la del medio- responde Antonia.

La joven felina se sorprende, ella se levanta para sonreírle Antonia -tu madre debe ser muy feliz.

Antonia niega con la cabeza -mami ya está en el cielo- el rostro de la pequeña se oscurece, pero luego se ilumina -pero nos dejó como regalo a papi.

Antonia me toma de la mano que tenía libre.

- ¿La señorita tiene novio? Pregunta Antonia mientras da pequeños saltos.

- No hermosa, estoy soltera- Responde Bast.

- ¿Te gustaría salir con papi alguna vez? Pregunta emocionada- papi también esta soltero y como ves es muy guapo.

- ¡Antonia no le preguntes esas cosas a la señorita, ella debe ser una mujer ocupada! Le digo a Antonia un poco avergonzado por lo que dijo.

La joven felina sonrojada sonríe tímidamente a Antonia, luego le guiñe un ojo -fue un gusto conocerte Antonia, espero que nos volvamos a ver.

- Si- responde ella alegremente.

- También me agrado conocerte Augusto- me dice.

- También lo creo- respondo.

La joven suelta una sonrisita y nos despedimos, ella sigue con lo que estaba haciendo mientras yo me alejo con Antonia.

Cuando llegamos afuera de la plaza Antonia les comenta a sus hermanas sobre lo sucedido.

- Una semihumana le estaba coqueteando a papi- dijo exagerando todo.

- ¡Que! Exclama Maki molesta -como se atreve a hacer tal herejía, ¿Dónde está esa mujer?

- Maki está celosa, sabe que papi es guapo y atrae la atención de muchas mujeres- se burla Anna.

- No dejare que cualquiera se le acerque a papá-lo dice mientras cierra su puño con fuerza.

- No estoy buscando novia ni nada parecido- repito nuevamente -además nadie se fijaría en mí.

- Eso está muy bien papá- dice Maki aliviada, -pero la última parte no es cierta- dice triste.

Los cuatro nos dirigimos a la sastrería, donde ellas eligen ropa para mí ya que saben que mis gustos son muy simples.

Cuando llegamos lo primero que elegí fue una camisa blanca y un pantalón negro, eso era todo lo que quería.

Al final ellas me eligieron unas botas negras largas, un pantalón color caqui, una camisa blanca manga larga y un chaleco corto oscuro, incluso me compraron una boina y una bufanda (no sé porque esta última sabiendo que no hace frio)

- La bufanda guárdala ya que la próxima vez que viajemos será a la capital del imperio- comenta Maki mientras me la coloca y me hace verme al espejo.

- Le queda perfecto- comenta Antonia.

- Si, después de todo es papi- exclama orgullosa Anna.

Al verme al espejo veo a la misma persona de siempre solo que con ropa cara, nunca me he preocupado por cómo me veo, ahora que me lo pregunto no sé cómo se fijó mi esposa en mí, no soy precisamente el más guapo de todos.

Habitualmente las personas que tienen baja autoestima no se fijan de sus cualidades, siempre piensan lo peor de ellos mismos, aunque Augusto no lo note las personas a su alrededor si notan sus cualidades.

- Creo que con esto estoy bien- digo intentando librarme. Pero Maki me detiene.

- Un momento papá, aún faltan otros dos.

me dieron dos pares de zapatos de cuero unos oscuros y otros cafés, también un pantalón con tirantes y dos conjuntos de camisetas de manga larga blancas, tres pares de corbatas elegantes y dos chalecos negros y otro café.

Mientras ellas consiguieron sus uniformes y otros vestidos junto a sudaderas, de hecho, la mayoría de ropa que compro Maki para ella eran sudaderas y ropa ligera para descansar.

- Eso es trampa Maki- le digo a ella.

Ella silva y mira hacia otro lado.

- Por cierto, papá guarda esa horrible ropa que llevabas, mejor sal de la sastrería con la ropa que te compramos- exclama Maki mientras saca de la maleta la nueva ropa.

Después de comprar nuestra nueva indumentaria fuimos nuevamente a la plaza para terminar nuestras compras. Salimos cargados de maletas y como acordamos nos encontramos con K´vool en la fuente central la cual era muy bella, prácticamente era el parque municipal rodeado de árboles, banquillos y una estatua de mármol de un troll el cual parecía un científico o escritor.

- Es el cambio del cielo a la tierra- exclama atónito K´vool al verme con mi nueva indumentaria. ¿Aun no lo ha notado cierto?

Anna y Antonia niegan con la cabeza, mientras Maki parece molesta.

Augusto no lo había notado, pero la mayoría de las personas que lo veían eran mujeres, un hombre joven, guapo y soltero era un buen partido.

- No debí decirle que saliera con su nueva ropa- exclama arrepentida Maki.

- Maki, no debes ser celosa con tu padre- recalca K´vool.

Saliéndonos del tema K´vool me acompaña a otro lado, por fin puedo comprar ropa que me gusta <por fin>. También vamos a algunas librerías, una tienda de juguetes y comemos helado como una familia.

Al terminar la tarde regresamos a casa, nos despedimos de K´vool quien promete que volverá mañana a tomar un poco de café.

El fin de semana me dedique junto a las niñas a hacer una pequeña huerta, habíamos comprado varias herramientas de jardinería, junto a algunas semillas así que nos pusimos manos a la obra.

Gracias a que compre muchas cosas en la plaza pude comprar limones e hice limonada para los 4, disfrute el fin de semana junto a las niñas.

Hace mucho ya no tenía pesadillas en las noches.

En la tarde pasa K´vool paso a saludarnos, tomamos algo de café y charlamos, también me enseña algunas cosas sobre las invocaciones, además dice que debería acompañarlo una próxima al pueblo nuevamente.

Lo pienso un poco y le digo que no, ya que no tendría tiempo para preparar el desayuno y estar con las niñas.

Las tres se niegan y dicen que no pasa nada si me iba un día a la semana al pueblo. Después de todo todas entrarían a estudiar nuevamente y también necesitaba distraerme un poco.

- Pero que no se le acerque cualquier mujer a papá- advierte Maki a K´vool, quien le da su palabra.

Por lo que me ha dicho Maki, en un mes volverá a la academia de magia.

Y así paso un mes.

Era lunes y Maki también se preparaba para ir a estudiar, estaba muy emocionada, le prepare un refrigerio especial a cada una se los empaque en bolsas de papel.

- ¡Buenos días, papá! Gritan las tres, mientras se sientan alrededor de la mesa y desayunan felices.

Luego de que las chicas fueron a estudiar, yo me encontraba realizando la limpieza de la casa, cuando termino me dedico a escribir en una libreta algunas recetas de cocina.

Cuando.

"toc toc"

"toc toc"

El golpeteo a la puerta de entrada continua, cuando voy a abrir al otro lado de la puerta veo a un hombre que estaba protegido por una capa blanca con capucha y bordes oscuros, la cual le llegaba hasta las rodillas, portaba unas botas estilo militar oscuras, no podía saber si llevaba o no un arma su capa no dejaba.

El hombre se baja la capucha, parece tener de 20 a 26 años casi mi edad, es rubio y de cabello largo, orejas largas, además sus ojos son de color carmesí (en efecto era un elfo)- Como estas, busco a la invocadora Alexia, tengo una carta para ella- el busca en sus bolsillos, saca la carta que esta sellada con un extraño símbolo en forma de dragón.

- Soy nuevo por acá, lamentablemente no conozco a Alexia- respondo

El hombre me mira extrañado - ¿es broma cierto? Responde, luego mira alrededor.

- No desgraciadamente no lo es, aunque creo que la Alexia de la que hablas es la madre de las niñas- respondo.

El hombre saca un pequeño papel y lo lee - ¿se encuentra Maki?

- Ella llega siempre en la tarde junto a sus hermanas- respondo.

El hombre asiente y me pregunta ¿y tú eres su mayordomo?

- Al parecer soy su padre desaparecido.

- ¡Heeeeeeeeeeeeee!

- Si yo también me sorprendí así cuando lo supe- le digo al elfo.

avataravatar
Next chapter