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Prólogo

¿Alguna vez se han preguntado sobre su lugar en el mundo? ¿Su meta? ¿Sus objetivos? Yo siempre me lo estoy preguntando; es algo que me carcome la cabeza desde que me despierto hasta que me duermo. Veo a las demás personas con sus metas bien claras, como "oh, quiero ser abogado", "quiero ser doctor", "quiero ayudar a las personas", "quiero ser rico" y cosas de ese estilo. Siento que yo no tengo un objetivo en este mundo, y mucho menos cuando hay personas más capaces allá afuera.1Vivo en Ciudad Capital, un pequeño país que se encuentra en una isla entre Norte América y Europa. Se goza de muchos privilegios en este país, siendo un lugar donde muchas culturas se unen. Puedes ver desde barrios chinos, tailandeses, mexicanos, sudamericanos, etc., lugares inspirados en Japón o Inglaterra. Este es el lugar donde vivo. Ah, sí, mi nombre es Ken, Ken Sanagui. Soy un joven de 19 años que tiene una vida normal y un trabajo normal como mesero en un restaurante, o eso era hasta que un montón de cosas pasaron. Verán, en este mundo hay gente que nació con habilidades, o bueno, aquí las conocemos como bendiciones. La gente dice que las bendiciones fueron entregadas por los dioses para que las naciones prosperaran y, claro, para que los hombres pudieran defenderse. El punto es que solo el cinco por ciento de la población mundial cuenta con una bendición. Y, ¿dónde están estas personas? La respuesta es sencilla: son nuestros queridos Saints. Son como la policía, pero más fuerte, obviamente. Visten uniformes negros y son muy adorados por la gente. Claro, para ser un Saint debes de tener una bendición. Y aquí su anfitrión tiene una. Oh, ¿qué podrá ser? Te estarás preguntando. Pues puedo usar fuego, solo que simplemente hago eso: sacar fuego. Pero las bendiciones son muy complejas; imagina que es una habilidad de videojuegos pero que puedes usar según la creatividad que tengas. Y puede sonar que sacar fuego por los puños ya debe ser suficiente, pero no es así. Imagina esto: si alguien tiene la bendición del rayo, no solo arroja rayos, sino que puede hacer redes eléctricas, tormentas, armas eléctricas. Creo que me entiendes. Por eso yo no podría ser un Saint, aunque quisiera. Pero soy feliz con mi vida, hasta tengo pareja, y soy muy feliz con...1Al entrar al pequeño departamento que compartía con mi novia, me la encontré a ella siendo infiel con alguien más sobre mi tan querido sofá. Yo solo vi cómo la pareja que tanto amaba me había decepcionado. Ella volteó rápidamente al verme, toda impactada, encima de ese tipo.1—¡Ken! ¡Esto verás...!1No le dejé terminar su tonta excusa, cerré la puerta y me marché con la mirada baja y con las lágrimas casi saliendo de mis ojos. Apreté los dientes intentando contener las ganas de llorar. Es horrible cuando piensas que tienes toda la felicidad del mundo y esta se esfuma como si no fuera nada. Nuevamente nacía este sentimiento de no valer nada y pensar que simplemente existía porque sí. Mientras caminaba, la oscuridad de la noche había llegado y las calles se llenaban de silencio. Este dolor hizo que por mi mente pasara la idea de suicidarme. Estos pensamientos empezaron a ahogarme por dentro, como si de una marea de sentimientos negativos comenzaran a llenar mis pulmones. Así que me detuve a tomar aire, agarrándome de un barandal. El sudor frío recorría mi cuerpo; tenía frío y temblaba un poco. Comencé a toser una y otra vez hasta que noté que por la caminata de mi melancolía había llegado a un gran puente.1Entonces, el pensamiento de suicidarme se hacía más y más grande. Me sentía como si estuviera en un sueño muy estresante, se sentía como esas veces en donde solo quieres escapar y gritarle a tu mamá. Llegué a la mitad del puente; era como si me llamara y me estuviera diciendo que saltara. Fue ahí donde pronto reaccioné. ¡Pam! Me cacheteé la cara con ambas manos en mis mejillas para entrar en razón. Aunque me acababan de poner los cuernos, haciendo que mi mundo se derrumbara, ¿soy lo suficientemente cobarde como para acabar con mi vida? Debo estar muy tonto si estoy pensando de esta manera. Mientras recobraba la cordura, pude observar cómo una sombra se escondía debajo del puente. La sombra se movía de manera extraña, como si un charco tuviese vida o si fuera un ser viviente. De repente, simplemente se hizo tan pequeño que desapareció. No pasó ni un segundo cuando una mujer pasó a mi lado con los ojos nublados y la mirada perdida, caminando directamente a las orillas del puente. Se detuvo en la barandilla, la comenzó a subir hasta quedar sobre la barandilla. Ella estaba a punto de lanzarse. Esta mujer está a punto de perder la vida. No lo pensé dos veces, así que me lancé hacia ella, tomándola de la mano. Ella quedó colgando de mi mano; a mí solo me hacía de soporte la barandilla. Con mis dos manos, agarré con fuerza su brazo y la tiré hacia arriba de un jalón, cayendo en el suelo del puente. Parecía que por el golpe había recobrado la razón.1—¿Q-qué está pasando?1Preguntó mientras me veía horrorizada. De sus ojos empezaron a salir lágrimas que rápidamente se volvieron llanto. Era muy confuso; a diferencia de mí, ella no parecía saber lo que estaba haciendo, como si tuviera la cabeza en las nubes. Cuando de pronto, la misma sombra que había visto antes saldría de aquel puente.1—¡¿Qué crees que haces?!1Lo que antes era una sombra se había vuelto una baba negra asquerosa que después estaba tomando forma humana. Pero salían partículas negras de su cuerpo, parecido al polvo. Además, su rostro era oscuro, pero sus ojos y boca brillaban de un tono blanco. La piel de sus brazos parecía putrefacta; daba asco de solo verlo, realmente.1—¡No te matas y no dejas que esa mujer muera! ¡¿Acaso me quieres matar de hambre?!1No podía creer lo que mis ojos estaban viendo. ¿Este es acaso un demonio? No, era un Oscuro. Sé que existen; siempre están en las noticias, pero era la primera vez que veía uno. Eso es imposible; se supone que no deberían existir en estas zonas. Los pelos se me pusieron de punta y en la garganta se me hacía un nudo. El miedo comenzaba a apoderarse de mi cuerpo; mis pies comenzaron a temblar. La mujer veía con horror al ser que nos estaba gritando. Cuando por mi mente pasó una respuesta quizás innecesaria, él sabía mis intenciones de suicidarme y también lo que sea que ella estaba sintiendo. Recordé que el puente en el que estaba era el puente Coronado; había salido en las noticias. Al parecer, los últimos cuatro meses mucha gente se había estado suicidando en este lugar, tanto que lo dejaron de usar e impidieron el paso, hace aproximadamente una semana. Si esta cosa y los suicidios están conectados, quiere decir que él es el responsable de todos los suicidios. Con razón sentí muchas ganas de acabar con mi vida; supongo que tiene alguna clase de poder mental. Así fue como me atrajo y a ella también. Aunque eso ahora esté resuelto, este monstruo está delante de nosotros, y no parece que sea amigable. Sin pensármelo dos veces, empecé a liberar fuego de mis puños. No soy bueno peleando, creo que nunca lo he hecho sinceramente, pero ahora debía proteger mi vida y otra más. Puse a la chica detrás de mí; se notaba que temblaba un poco por el miedo. No la culpo, yo también me estoy muriendo de miedo. Esa cosa, apenas vio el fuego que salía de mis puños, puso una cara molesta y comenzó a gritar mientras sus manos se retorcían, cambiando a ser cuchillas negras y filosas. No sabía realmente en lo que me estaba metiendo, no creo ser suficientemente fuerte para poder siquiera pelear contra esta cosa.1• ¡Vete, yo ganaré algo de tiempo!1Ella no lo pensó dos veces, salió corriendo de una manera muy torpe, casi cayéndose. Tomé algo de valor, cacheteándome de nuevo.1• ¡Hey, tú, cosa de dudosa higiene! ¿Tienes algún problema con los pobres civiles de esta ciudad?1El oscuro me veía con un enojo horrible, creo que no le gustó que lo tratara así.1• Apuesto a que esas garritas de gato no cortan ni papel.1Decía esto mientras le hacía caras. Este no soportó más y se arrojó hacia mí. Mi reacción fue golpearlo en la cara; mi puño ardía y el oscuro salió disparado, cayendo en el suelo y retorciéndose del dolor. Mi mano también me dolía, nunca había golpeado a alguien.1• Ay, sí que tienes el cráneo duro, maldito, pero se nota que está hueco.1El oscuro se levantó más furioso que antes, se lanzó pero este rebotaba por el puente con mucha velocidad, tanta que ya no podía ni verlo. Empecé a ser rasguñado varias veces. Yo intentaba cubrirme con mis brazos, pero de nada servía. Sentí un inmenso dolor en mi hombro; el oscuro me lo había apuñalado. Se puso delante de mí con la boca llena de mi sangre. Sentí un horrible frío escalar por mi espalda, no podía sentir los dedos de mis manos del miedo.1• Vaya mierda... No creí que fuera tan débil.1El oscuro se lamía la sangre de su boca y de nuevo comenzó a rebotar por todo el lugar. Apenas y alcanzaba a ver una sombra de tanto movimiento. Mi cuerpo empezó a ser mordido y golpeado repetidamente. Dolía bastante, pero entre dientes me aguantaba los gritos que quería soltar. El oscuro hizo un último salto directo hacia mí que me hizo caer de espaldas al suelo. El desgraciado se subió sobre mí; ya no tenía fuerzas para siquiera poder levantarme. Este es mi final, al parecer. Mínimo pude salvar a alguien. Intenté alzar la mano, pero fue en vano; esa cosa estaba a punto de devorarme.1• ¡REGULUS IMPACT!1Algo parecido a un rayo de luz carbonizó la cabeza del oscuro, pero perdí tanta sangre que empecé a perder el conocimiento. Sentí que ya podía descansar. Un hombre se acercó a mí; apenas y pude verlo mientras la luz escapaba de mis ojos y alcancé a escucharle decir:1• Heeey, ¿estás bien?

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