webnovel

Fear me

Miedo. El miedo es aquello que domina a las personas, que les hace tomar decisiones incorrectas. Que les hace retroceder. Pero yo no tengo miedo. El miedo no forma parte de mi. No soy humano. No me controla. No me domina. Yo soy un monstruo... ...Y los monstruos creamos el miedo.

Karen_Lauren · Anime & Comics
Not enough ratings
13 Chs

Pasado

SASUKE

Sentí que alguien me movía el brazo, de un solo movimiento tumbé a esa persona y me puse encima, amenazador, con un kunai amenazando su vida. Hasta que abrí los ojos de mi sueño.

- ¿Sakura? - Me aparté con una mueca, pensaba que... bueno, eso ahora no importaba, ignorando completamente a mi compañera fui hasta Kakashi.

- Veo que Sakura ya te ha despertado. - Asentí.

- ¿Qué ocurre? - Él señaló hacia arriba. Estaban cayendo gotas de lluvia. - Me habéis despertado solo por unas gotas de agua... ¿has estado bebiendo?

Kakashi me miró en silencio, parecía que iba a decir algo cuando esos lobos amigos de Naruto aparecieron... un momento, ¿dónde estaba Naruto?

Le busqué con la mirada, nada, no había rastro de él.

Kakashi se acercó al lobo, Sakura y yo empezamos a recoger nuestras cosas para que no se mojaran, seguramente buscaríamos una cueva o algo parecido para refugiarnos de la lluvia. Aún así estuve atento a lo que decían ambos.

- Recoged vuestras cosas y seguidme. - Intenté seguir indiferente a lo que dijo el gigantesco lobo.

- ¿Qué ocurre? ¿Estamos en peligro?

- En estos momentos todos estamos en peligro... - Me di más prisa, algo muy gordo estaba pasando, seguramente era el Guardián del Bosque.

- Entiendo... ¡Sasuke, Sakura! - Ambos nos giramos, Con nuestras cosas ya guardadas y medio empapadas. - Vamos.

Seguimos al animal hasta llegar a una cueva bastante escondida, entre lianas y plantas trepadoras además de musgo.

Me giré para mirar hacia atrás, sin su guía, nunca habríamos logrado encontrar esa cueva... dudaba que hasta hubiéramos podido llegar tan lejos sin toparnos con algún animal. Un gran estruendo me sacó de mis pensamientos...

¿Qué diablos...?

Otro estruendo, esta vez más cerca, el cielo se puso negro en cuestión de instantes aunque con cada estruendo se iluminaba de un suave tono azulado.

Rayos... ¿azules? Y truenos... era una tormenta, y de las peligrosas.

- Rápido, entrad. - obedecimos, era una cueva seca, cálida. Había troncos de leña apilados a un lado, al otro huesos de presas... En medio estaba una loba tumbada con sus dos cachorros.

No nos acercamos, estábamos en su casa y eso podría ser irrespetuoso. Esperamos a que nos diese permiso, con un movimiento de cabeza nos sentamos a su alrededor.

- ¿Qué está ocurriendo? - preguntó Sakura asustada. - Este chackra... no es normal, no es humano... ¿Y la tormenta? Ha aparecido de golpe. Además... Naruto ha desaparecido, espero que esté a resguardo.

- No te tienes que preocupar por él. - Kakashi miró atentamente al lobo antes de hablar.

- ¿A qué te refieres? - Ambos lobos se miraron, la madre asintió con la cabeza, como si hubiesen hablado por telepatía, como si sus miradas fuesen suficiente para comunicarse. Se levantó y despertó a los lobeznos, nos saludaron con respeto y se adentraron en la oscuridad.

- Bien, ahora que estamos solos, creo que debo contaros algo...

- Sabes qué está pasando, - me miró fijamente a los ojos - ¿verdad?

Chasqueó la lengua con fastidio y me miró como si fuera un molesto sabelotodo.

- Como dice el mocoso, la tormenta la ha creado Naruto... - hizo una pausa para que asimiláramos lo dicho. - ...y es el único que puede detenerla.

- ¿Sabes cuánto tiempo durará? - El lobo fijó sus ojos en Sakura.

- La última vez estuvo así durante casi un año, apenas podíamos salir a conseguir algo para comer, fue... devastador.

- Un año... - susurró Kakashi. - ¿Qué ocurrió? ¿Cómo puede Naruto hacer eso?

- Para eso os voy a tener que contar una historia algo más larga así que, por favor, poneos cómodos y no quiero nada de interrupciones. - tomó aire con pesadez. - después de todo... tenemos tiempo...

Obedecimos, expectantes, el lobo puso una mirada algo nostálgica.

<< Supongo que todo empezó con el antiguo Guardián, Kurama... Él era nuestro protector, nuestro ser más querido, nuestro padre, nuestro Dios, nuestro Yang.

Vivíamos en paz, la naturaleza hacía su trabajo y Kurama la ayudaba, la suplementaba... cumplía con el círculo de la vida.

Hasta que llegó Naruto. Ninguno supo cómo nació... él, simplemente apareció, como si alguien le hubiese enviado a nosotros con un destino en mente. Al principio ninguno supo qué hacer con él, hasta que abrió los ojos. Eran rojos como la sangre y en ellos se podía ver el mismo infierno.

Con ese simple movimiento fue capaz de crear un viento que nos arrojó a metros de distancia. Entonces lo comprendimos.

Él era el yin, él completaría el círculo de la muerte.

No conseguimos mantenerlo bajo control, destrozaba todo a su paso, como si no tuviese conciencia. Como si estuviese buscando algo.

Pero Kurama le encontró primero, al verse ambos se detuvieron, se miraban fijamente. Se gruñeron, empezaron a andar en círculos. Amenazantes, los demás huyeron, yo me quedé, me preocupaba en cierta manera el cachorro, era tan pequeño... Kurama podía aplastarle con una de sus patas.

Estuve a punto de intervenir al ver como se lanzaba hacia el chico, no hubiese llegado a tiempo aunque tampoco hubiese hecho falta, Naruto le detuvo con una mano. Hizo retroceder al Guardián. No podía creer lo que veían mis ojos.

Kurama fue envuelto por una suave luz, al instante era humano.

Un humano que se acercó a Naruto quién le gruñía amenazador.

Todo era muy extraño, confuso.

Hasta que Kurama lo atrapó, lo dejó inconsciente y se lo llevó.

Hasta la primavera siguiente no supimos qué fue del pequeño. Había crecido, sus ojos eran azules... Y ya no tenía el instinto del Yin.

Al principio nadie confiaba en él, tardamos casi otro año en tan siquiera acercarnos a hablarle. Después las cosas fueron mejor, veíamos como cuidaba el bosque junto a Kurama. Mis cachorros se hicieron amigos del Yin, yo mismo me hice su amigo y acompañante en algunas de sus exploraciones por las zonas peligrosas del bosque.

Naruto se convirtió en uno de los nuestros.

Después... Kurama murió.

No conozco los detalles, pero eso lo sabemos todos... la tristeza y el dolor se presentaron ante Naruto. Todo se descontroló.

Él se aisló en su casa, al principio pensábamos que era normal... que tan solo debíamos darle un poco de tiempo pero al cabo de un mes estábamos todos sobreviviendo como podíamos.

Pasó el tiempo hasta cumplir un año, vimos como la tormenta amainaba. Desparecía. Como si nunca hubiese llegado.

El Bosque era apenas una triste sombra de lo que fue.

Cuando vimos a Naruto le atosigamos a preguntas, reclamaciones y gritos. Él no dijo nada, tan solo mantenía esa sonrisa triste en su mirada. Simplemente se giró y empezó a andar a través del Bosque que, como si pudiese sentir el alma de Naruto, empezó a tomar color, los brotes crecieron en instantes... La esperanza volvió a nuestros corazones.

Entonces se acercó a un árbol y le besó suavemente, un aire arremolinado nos azotó, obligándonos a cerrar los ojos. Los abrí por un instante, a tiempo de verlo, la camiseta de Yin se había movido por el viento dejándome ver la marca en su hombro.

Una marca de pareja. Una marca de por vida.

Y lo comprendí todo.

Kurama había marcado a Naruto, Kurama había hecho el acto más cruel sabiendo que le quedaba poco de vida. Kurama había condenado a Naruto a una vida de soledad, tristeza y vagos recuerdos suyos.

Había condenado a Naruto a quererle solo a él.

De por vida.

Una vez pasó ese viento abrimos los ojos. Contemplamos el bosque lleno de vida, como si nada hubiese pasado, como si Kurama nunca se hubiese ido.

Todos buscamos a Naruto pero había desaparecido.

No supimos más de él hasta ahora. >>

Entonces eso significaba que...

- Naruto es el Guardián del Bosque.