86 sexo anal

Al mismo tiempo que Lora se emocionaba, maxwell aumento la velocidad de sus empujes, haciendo de los gritos de Alina cada vez más fuertes y frecuentes.

¡¡Ahhhhh!!

Los gritos de placer de Alina excitaban cada vez más y más a Lora y maxwell. Y antes de darse cuenta, maxwell eyaculó.

Sacando con lentitud su verga, maxwell le permitió a Lora observar como un líquido blanquecino y un poco transparente comenzaba a chorrear desde el coño de su madre.

La imagen de su madre totalmente extasiada con semen saliendo de su vagina hizo que Lora se emocionará tanto que terminó teniendo un orgasmo.

Su cuerpo tembló como loco mientras su vagina comenzaba a chorrear líquidos lascivos.

Alina quedó completamente exhausta por lo que cayó de espaldas contra maxwell pero este solo sonrió con maldad a su oído y susurró. "¿Crees que eso es todo?"

Agarrando la otra pierna de Alina, maxwell cargó con facilidad a la mujer y con su pene que había vuelto a pararse comenzó a acariciar su coño.

"¡¡¿Más?!!" Preguntó Alina sorprendida y un poco asustada.

"Así es." Maxwell le respondió con una sonrisa. "¿No querías saber todo lo que tengo?"

Alina se mordió los labios un poco enojada pero siendo terca como era eligió callar y seguir. Estaba decidida a no perder ante maxwell en el sexo.

"Más importante aún." Maxwell empujó un poco Alina lo que la obligó a mirar hacia adelante. "¿No te importa que tus hijas observen como su madre es cogida como una perra?"

Cuando Alina escuchó a Maxwell y miró hacia al frente donde una puerta medio abierta se encontraba, palideció del susto e intento alejarse de la puerta al percatarse de que esa puerta pertenecía a la habitación de sus hijas.

Pero el intento de Alina de alejarse resultó infructuoso ya que la fuerza de maxwell era algo que ella no esperaba.

Con mucho susto y pánico Alina miró al interior y al observar a ambas de sus hijas acostadas en la cama suspiro de alivio.

Maxwell ya sabía que quien fuera que lo observaba, corrió a la cama cuando maxwell empujó a Alina.

Pero eso no le impidió tratar de asustar a Alina.

Alina volteó la cabeza con ardiente irá.

"¡¡Ahhhhh-!!" pero maxwell penetró con fuerza y rapidez su coño de forma repentina lo que hizo que está gritara sin querer. Alina se tapo la boca con rapidez y sofocó su gritó, solo para que una ola de continuos empujones de maxwell la obligarán a seguir tapando su boca.

"¡Ahora mismo están dormidas, pero si haces algún ruido no es seguro saber si se despertaran!"

Alina apretó con fuerza sus manos y se resistió a las embestidas de maxwell. Por su parte maxwell camino lentamente hacia adelante en la habitación, con solo unos pocos pasos se encontraba frente a la cama que compartían las chicas.

Alina entro en pánico pero maxwell no dejo de entrar y salir de ella, susurrando a su oído

"Un gemido. Solo un gemido es suficientes para despertarlas." Maxwell empujó en profundidad su verga haciendo que Alina se estremeciera. "Solo imaginalo, sueltas un pequeño gemidos y ambas se despiertan. ¡Imagina su sorpresa cuando lo primero que ven al despertar, es a su madre con ambas piernas hacia el techo con una gran y gruesa verga penetrandola!"

Maxwell no sabía si fue por sus palabras u otra cosa, pero solo unos segundos después de sus palabras Alina no pudo soportarlo más y se corrió a chorros.

Alina cayó sin fuerzas al suelo pero maxwell aún no había terminado con ella. Había decidido darle un escarmiento a la mujer que se atrevió a subestimarlo.

¡¡No dejaría de cogerse ese gran y voluptuoso culo hasta que amaneciera!!

Tomando unas breves respiraciones para descansar un poco y permitir que su pequeño amigo se pusiera de pie nuevamente. Maxwell metió dos de sus dedos en la vagina de Alina y una vez que estos estuvieron totalmente húmedos con los líquidos de Alina... metió sus deseos en el ano de Alina y comenzó a esparcir el líquido.

Alina abrió por completo los ojos cuando sintió los dos dedos en su culo, pero su corazón dió un vuelco por completo cuando sintió que algo mucho más grande y grueso comenzó a ingresar.

Maxwell solo metió sus dedos para lubricar su culo, cuando esto estuvo hecho. Agarró ambas nalgas de Alina dejando totalmente expuesto el muy cerrado agujero y con una gran sonrisa en su rostro colocó la cabeza de su verga en el, antes de comenzar a penetrarla.

Los ojos de Alina se abrieron por completo cuando la verga de maxwell la penetraba en un lugar nunca antes explorado. La sensación no fue muy bonita e incluso podía decirse que fue dolorosa.

Pero el solo pensar en soltar un grito de dolor y posiblemente despertar a sus hijas, la aterraba.

¡Clap! ¡clap!

Maxwell sonrió al ver cómo las dos grandes nalgas de Alina se ondulaban y producían y pequeño sonido con cada uno de sus empujes.

Ver cómo Alina se tapaba la boca desesperadamente para no dejar salir ningún sonido, también era excitante para el.

Lo que más gracia le dió fue que incluso con todo ese esfuerzo, pequeños gemidos alcanzaban a escucharse. Además de que su acción era sin propósito ya que una de sus hijas ya estuvo observandolos desde hace rato e incluso ahora podía estar escuchándolos mientras estaba acostada en la cama al lado de ellos.

Maxwell dirigió su mirada a las dos chicas que yacían dormidas en la cama. Solo hasta ahora miró con curiosidad a la cama donde dormían las dos chicas porque aunque sabía que una de ellas los estaba espiando.

¡En realidad no sabía cuál!

La chica rubia que maxwell había estado aprovechandose antes de que lo interrumpiera Alina, aún seguía en la misma posición e incluso su braga estaba abajo como lo dejó maxwell. Esto dejo al descubierto todo su culo y dos rosados labios, una vista que excitó mucho a maxwell.

Por otro lado la chica morena se encontraba acostada en una posición algo incomoda con su trasero también en su dirección.

Sus posiciones le dieron una pequeña pista de cual de las dos era la espía, pero tenia que hacer una prueba para confirmarlo.

Con una sonrisa malvada en su rostro, maxwell extendió sus dos manos en dirección del culo de ambas niñas.

Cuando su mano derecha agarró la grande y redonda nalga de la chica rubia, está gimió levemente pero nada más. Pero cuando su mano derecha tocó la nalga de la chica morena, está tembló por unos segundos antes de volver a la normalidad.

Maxwell ya estaba seguro de quién era la espía... Pero un faltaba hacer algunas pruebas ¿Verdad? Pensó casi muriéndose de la risa en su interior.

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