57 juramento

Maxwell tuvo el impulso de responderle 'santayana' para ver su reacción. Pero si este en verdad era un transmigrador, estaría revelandole a este que el también lo es.

La mejor forma era investigar en silencio y tratar de aclarar el misterio.

"Una frase muy profunda." Dijo maxwell al tomarse la barbilla y fingir pensar en profundidad.

"¡Es cierto!" Erik asintió con una sonrisa. "Aún recuerdo el día que escuché esta frase, como si fuera hoy."

Maxwell se mordió la lengua cuando estuvo a punto de preguntarle de quién había escuchado esa frase, pero no quería parecer muy sospechoso.

"Lo siento si te interrumpí pero me emocionó cada vez que hablo de historia." Erik agachó la cabeza y sonrió. "Mi nombre es Erik von Lester."

"Maxwell magnar." Maxwell extendió su mano y estrecho la de Erik. "¡Así que tú eres Erik!"

Maxwell recordó que Lucia se había referido a alguien como el príncipe Erik y era este quien le había pedido que lo salvará.

"Sí, soy yo." Erik asintió. "Quisiera poder seguir hablando contigo, pero mi hermano es muy impaciente y no le gusta que lo hagan esperar. Así que si no es mucha molestia..." Erik se inclinó y señaló a las grandes puertas del comedor.

Maxwell entrecerró los ojos al ver que Erik no le permitió preguntarle sus razones para salvarlo. Decidido a ser muy cauteloso con este hombre maxwell asintió con la cabeza y entro al comedor.

Un hombre de unos 30 años, cabello y ojos púrpura se encontraba sentado en un gran comedor. Su cabello era largo y trenzado en una cola de caballo. Una gruesa barba corta que lo hacía ver más maduro.

Metiendo una pata de pollo en la boca gladius lo señaló sin un atisbo de modales. "Tú debes de ser maxwell."

Gladius levantó las manos para que al instante fueran limpiadas por un mayordomo con una servilleta de tela.

"Agamos esto rápido ¿quieres?" Gladius agarró una jarra de vino y se lo empino.

"Ven aquí." Gladius le hizo señas con las manos.

Cuando maxwell estuvo lo suficientemente cerca, gladius sacó una espada que brillaba con una luz azul.

Maxwell casi reacciona por instinto pero gladius solo cortó su propia mano con la espada, empapando está con su sangre.

Recobrando la compostura, maxwell se arrodilló con una sola pierna e inclinó la cabeza. Sintiendo que la espada tocaba su hombro izquierdo, maxwell escuchó con claridad.

"Yo gladius von Lester como emperador..." Gladius paso la espada hasta su hombro derecho. " Te nombró caballero del imperio."

Maxwell levantó la cabeza para observar como gladius tomaba su espada y la colocaba de forma horizontal enfrente de el. "¿Juras en nombre de la sangre real serme siempre fiel y leal?"

Maxwell pasó su lengua por la espada tomando la sangre dentro de su boca. Levantando la cabeza y mirando directo a los ojos de gladius, maxwell trago y pronunció. "¡¡Lo juró!!"

"Muy bien." Gladius asintió con una sonrisa." Escuché que ya tienes un nombre como caballero, así que no tendré que pensar en uno. Además como caballero del imperio también tienes obligaciones que cumplir, desde mañana estarás trabajando en el distrito exterior, subdistrito 5." Gladius hizo una seña con la mano. "Ahora puedes irte."

Había una clara diferencia entre los caballeros del imperio y los caballeros de una familia. Ambos podían ser llamados como caballeros del imperio, pues al fin de cuentas todos rendían cuántas al emperador. pero los caballeros de una familia recibían sus tareas y deberes por parte de la familia a la que trabajaban y los caballeros del imperio recibían sus órdenes desde el mismo emperador.

Por su puesto su pago también caían bajo la responsabilidad de la familia real.

En un principio maxwell iba a ser el caballero de los blackwater pero por lo que había escuchado de Lucia, estos estaban ahora prácticamente aniquilados. Sin tener otra opción para elegir tuvo que rendirle cuentas al emperador.

Asintiendo con la cabeza maxwell se dió media vuelta y salió del comedor. Afuera busco con su mirada a Erik pero no pudo encontrarlo.

Quería pregúntale su razón para salvarlo, cuáles eran sus intenciones y en especial queria averiguar si también era un transmigrador como el.

"Por aquí mi lord." Un chambelán se inclinó hacia el, mostrándole el camino hacia la salida.

Después de seguir al chambelán por una media hora, maxwell pudo salir del inmenso castillo.

Una vez afuera maxwell se sorprendió por lo que vió.

La salida del castillo era un inmenso precipicio. Llegando a la orilla maxwell miró hacia abajo y se sorprendió al ver nubes. Estrechando un poco los ojos, maxwell logró visualizar a la distancia tres grandes murallas que encerraban todo a la vista.

Maxwell fue incluso capaz de ver la ciudad exterior desde allí, aunque solo se veía como una acumulación de puntos a la distancia.

¡¡Que locura!!

"Por aquí sir." El chambelán le señaló a una tosca cabina de madera.

"¿Que es esto?" Preguntó maxwell intrigado.

"Entre por favor." El chambelán no contestó su pregunta, lo que lo enojo un poco. Quería darle una lección al tipo pero sabía que se metería en un problema por eso.

Al entrar en la cabina, maxwell se sorprendió al sentir como está bajaba lentamente cuando varios guardias comenzaron a dar vuelta a un sistema de poleas.

"¡¡Mierda!!" Maxwell se asustó y se agarró con fuerza. La cabina de madera no tenía una tapa delantera lo que le permitió ver el hermoso paisaje del exterior pero también aumenta la sensación de vértigo.

Maxwell se sentía como Samwell Tarly la primera vez que subió sobre el muro de la guardia de la noche. Sentía que en cualquier momento podía caerse y no cabía la menor duda que desde esa altura estaría muerto, no importa que tanto luche para reducir el impulso con su magia.

Maxwell no sabía cuánto tiempo estuvo en esa cabina antes de que pudiera ver el el suelo, pero el viaje se le hizo eterno. Una vez en el suelo, maxwell quiso besar el suelo aliviado pero no lo hizo para mantener la dignidad en frente de los guardias que guardaban el ascensor.

Después de tomar uno de los caballos del establo maxwell cabalgó a la distancia. 5 minutos después y luego de asegurarse de que no había nadie a su alrededor, maxwell escupió al suelo.

¡¡Era sangre!!

Más específicamente la sangre de gladius.

Había estado guardando esa sangre por mucho tiempo en su boca.

No sabía porque tenía que tragar la sangre de gladius en la ceremonia pero por precaución no lo hizo y fingió tragar, todo para a escupirla ahora.

Mirando a su espalda al inmenso acantilado que sostenía el castillo imperial, maxwell no pudo evitar pensar...

¡¡Es prácticamente imposible invadir ese lugar!!

Guandandose sus pensamientos para si mismo, maxwell sacudió la cabeza y siguió con su caminó.

A mitad de recorrido se encontró multiples campos de cultivos hasta donde la vista podía llegar, pero ninguna casa o mansión.

¡Incluso tienen comida para un posible asedio!

Algo que también encontró en el camino fue Tierra destruida, quemada e inundada. Posiblemente las secuelas de la lucha que tuvieron el día anterior.

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Faltan 27.

Se viene un buen arco.

El arco del subdistrito 5.

Solo diré que maxwell hará de las suyas allí.

Avísame sobre cualquier error.

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