53 el emperador

Contraria a las expectativas de maxwell, meteoro no se enojó al ver su sangre, de hecho sonrió. Una sonrisa tan antinatural y rígida que envío escalofríos por su columna.

Meteoro desapareció de su vista y apareció en un instante frente a él, con sus grandes manos agarró su rostro y con un poco de emoción estrelló la cabeza de maxwell contra el suelo.

¡¡Bammm!!

La cabeza de maxwell comenzó a sangrar mientras su conciencia lentamente se desvanecía.

¡¡No!!

Negándose a morir maxwell miró con frialdad a meteoro.

¡¡¡Bammmm!!! ¡¡¡Bammmm!!!

Meteoro estrelló otras dos veces más su cabeza contra el suelo, creando de la cabeza de maxwell un lío sangriento. Pero el único ojo bueno de maxwell se negó a cerrarse.

Su nariz y boca estaban casi desaparecidos, mechones completos de su cabello fueron arrancados y su único ojo bañado en sangre seguía mirando con irá a meteoro. Ésto, aunque meteoro no lo quiso admitir en ese segundo, le provocó un poco de miedo.

Esa férrea determinación de vivir y esos ardientes deseos de venganza no se veían todos los días.

Normalmente no sentiría nada en este tipo de situaciones, solo mataba a la persona y problema resuelto.

Los muertos no representaban ningún peligro.

Pero está vez era diferente, el emperador había ordenado mantener vivos a lo niños con buen potencial o un elemento raro.

¡¡Bammmm!!

Estrellando por cuarta vez la cabeza de maxwell contra el suelo, meteoro se sorprendió al ver cómo el chico levantaba ambos brazos rotos y acumulaba mana.

¡¡¡Grrrrrghhhh!!!

Un sonido grutural escapó de la garganta del chico, pero con un quinto y último estrellón perdió la conciencia.

Meteoro se vio muy tentado a seguir estrellando la cabeza del niño contra el suelo hasta que solo fuera sesos y sangre, pero tomo unas profundas respiraciones para calmarse.

"¡¡WOW meteoro!! ¿Que te tomó tanto tiempo?" Una chispa azul apareció desde la oscuridad dónde apareció repentinamente un hombre. Caucásico de unos 40 años, cabello rubio y ojos azules. Mirando con morbosa diversión, el hombre su burló de meteoro. "¿No me digas que fue este niño? Si es así sería muy gracioso." El hombre se retorcío al parecer tratando de aguantar sus ganas de reír.

"Cállate bluefire." El rostro de meteoro no mostró ninguna expresión al insultar al hombre. Sosteniendo a Maxwell en una mano como a un muñeco de trapo lo arrastró por el suelo.

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Después de dejar inconsciente a maxwell, meteoro se dirigió al distrito imperial. Nadie se atrevió a interponerse en su camino y entro sin la respectiva revisión de rutina.

Mirando el imponente e innecesariamente inmenso castillo, meteoro pateó las grandes puertas y entro.

Los guardias en las puertas huyeron aterrados al verlo.

No le importó lo que pensaran de el, ni tampoco lo que pensaran sobre su actitud. Siempre había Sido así y nadie se había atrevido a planear una objeción en su contra.

"¡¡¿Quien se atreve a entrar asi en el palacio imperial?!!" Una gruesa voz atravesó el largo pasillo de la entrada del castillo.

Era el guardia a cargo de las puertas hoy, después de los caóticos y extenuantes sucesos de hoy, estaba en especial alerta y actuó sin pensar. Pero al ver a meteoro su rostro palideció, trato de dar una explicación de forma apresurada pero meteoro solo apareció a su lado y con un simple puño hizo estallar su cabeza.

"Limpien este desastre." Meteoro hablo con los guardias en la puerta.

Los aterrados guardias apenas asintieron con las piernas temblorosas.

"¡Oh! Por cierto."

Los guardias casi se cagan del susto al escuchar su voz de nuevo.

Meteoro se dió media vuelta y lanzo un cuerpo hecho trizas y ensangrentado. "Llevénlo al calabozo."

Caminando por los largos, interminable y extravagantes pasillos de palacio, meteoro se encontró en frente de una gran puerta hecha de madera redmind, una de las más resistentes y hermosas del continente.

Filas y filas de guardias fuertemente armados se pararon ambos lados del pasillo, resguardando la gran puerta.

Tock Tock

Incluso con su actitud, meteoro no se atrevió a comportarse como quería en este lugar. Segundos después de tocar la puerta un chambelán vestido con tunicas rojas abrió las puertas. Al encontrarse con meteoro de frente, este se hizo a un lado y permitió su paso muy respetuosamente.

"¡Su majestad!" Con solo dar unos pocos pasos dentro del gran salón, meteoro escuchó como las puertas se cerraban a su espalda. Con una rodilla al suelo y la mirada baja, meteoro rindió homenaje a la única otra persona en el salón.

"Meteoro ¡crumch! ¡crumch!" El sonido de masticación del emperador lo incómodo muchísimo pero intentó no fruncir el ceño en su presencia.

"¿A qué debo tu visita?" Preguntó la voz.

"Su majestad, he eliminado a todos lo objetivos. También tal y como me lo pidió, eliminé a la chica blackwater. lamentablemente dos niños blackwater lograron escapar."

"¿Oh? ¿Pudieron escapar de ti?" Preguntó la voz claramente sorprendida. "No cabe duda que el elemento de los blackwater es muy peligroso."

"También..." Meteoro dudo por unos segundo en contarlo, pero al final termino diciendolo. "Encontré un chico talentoso y con un elemento raro."

"¿Mmmm? ¿Que elemento?" Preguntó la voz genuinamente interesada.

"Rayo."

"¡¡Rayo!! El elemento de la familia zaratul." La voz se quedó en silencio por unos segundos. "Dijiste que era un chico ¿verdad? ¿Que edad tiene?"

"12 o 13 años su majestad."

"Mmmn aún es muy joven. Deja que crezca y se desarrolle por ahora."

"Si su majestad." Meteoro levantó la cabeza para observar la grotesca escena de un hombre de mediana edad sentado en un gran comedor con distintas partes del cuerpo humano. Sus manos sostenían una cabeza humana que con extrema facilidad abrió. Sosteniendo el viscoso cerebro entre sus manos, el emperador le dió una gran mordida como si de un manjar se tratase.

Los sesos y huesos bajaron por su garganta con claros sonidos de deleites provenientes de él.

La gran mesa frente era el paraíso de un caníbal, con torsos, brazos, piernas y órganos humanos.

Con la boca y barbilla empapada de sangre, el emperador agitó una mano descuartizada que sostenía.

"Vete."

Meteoro bajo la cabeza con obediencia y salió, fingiendo no haber visto nada.

Si maxwell estuviera allí, habría podido identificar la cabeza recientemente consumida por el emperador... Era Jhon Griffin.

Caballero del imperio.

Marido de Lidia y padre de Irene.

Así como Jhon, el emperador tenía muchas más cabezas a su alrededor. Algunas de estas estaban aún intactas, pero otras estaban a medio comer y con el cráneo partido en dos.

Una vez que meteoro salió de la habitación, el emperador miró su panel de estado.

[Gladius von Lester]

edad: 42 años

fuerza: 134

agilidad: 109

resistencia: 115

vitalidad: 300

inteligencia: 10

mana: 52.485

percepción mágica: 150

elementos: invocación, fuego, agua, viento, tierra, oscuridad.

"Consumir caballeros ya no está subiendo mis estadísticas y el mana solo aumento un poco. Cada vez es más y más difícil progresar aunque sea un solo punto." El emperador suspiro.

"Así que el elemento rayo. ¿Si devoró al niño podré tener su elemento?"

El emperador sacudió la cabeza con lastima.

Es una apuesta muy arriesgada, mejor espero a que crezca para devorarlo.

Metiendo en su boca la mano descuartizada que sostenía, el emperador la despedazó con sus dientes parecidos a una sierra en un segundo.

Sus fríos y sanguinarios ojos púrpura brillaron con malicia y diversión.

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Faltan 31.

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