2 Primer encuentro

Eran aproximadamente las 7:25 am, la única ventana encontrada en la habitación dejaba pasar unos tenues rayos de sol, y un delicioso aroma que recorre toda la casa.

-Garen, apúrate, ya tengo listo el desayuno.

Adalia, la madre de Garen, una mujer de 45 años, cabello corto, baja estatura, actualmente divorciada, vive únicamente con su hijo en una pequeña casa la cual su padre le presto cuando se separó de su ex marido.

Garen se levanta de su cama y se dirige al baño para poder enjuagarse la cara, mientras se observa al espejo se cuestiona todo lo sucedido hasta ahora. Después de enjuagarse, se cambia de ropa y se dirige hacia el comedor.

-Buenos días mamá.

-Buenos días hijo, aquí está tu desayuno.

Le sirve un plato sobre la mesa que contenía huevo con tocino como desayuno y para beber un vaso con licuado de frutas. -Provecho.

-Garen no tardes mucho en desayunar que llegarás tarde a la escuela

-Sí, me daré prisa.

La entrada de su escuela es a las 8:00 am, mientras desayuna el reloj marca las 7:39 am, pero eso no le preocupó, dentro de su mente él sabía que su escuela no estaba muy lejos de donde está su casa, por lo cual adoptaba una apariencia sumamente tranquila.

Son las 7:46 am cuando sale de su casa, hoy hace un muy buen día, es un día despejado de nubes, y un sol radiante ilumina toda la ciudad. Mientras camina, hay algo que Le ha estado inquietando desde que despertó, en su muñeca izquierda hay un brazalete de aspecto delgado, color plateado con una sola línea de color negro por el centro como decoración. Sin embargo, no le da mucha importancia, ya que hay otra cosa que le inquieta aún más, no ha visto o sabido algo de Araziel desde que regresó.

Mientras se dirige a su escuela, al cruzar una esquina, siente como una mirada se fija en él, y de repente la línea negra del brazalete se torna de un color rojo oscuro, el cual no le da mucha importancia, ya que no ha recordado nada acerca del brazalete. Al darse cuenta que lo viene siguiendo un sospechoso él cual no se le puede observar el rostro ya que trae una prenda con capucha. Cambia de ruta para intentar despistar a esa persona, sin embargo, no logra perderlo y ahora esta aún más cerca.

Por la ruta a la cual cambió, hay varias tiendas y centros de entretenimiento, entre todos esos lugares, se encuentra un teatro.

Mientras las distancias entre ellos se van haciendo más y más corta, en un intento desesperado por deshacerse del sospechoso, Garen entra al teatro. Al entrar las luces estaban apagadas y solamente se iluminaba el escenario, la bella melodía que se recitaba junto con la combinación de los colores rojo y dorado con los cuales esta decorado el mismo escenario, hace que el público enfoque toda su atención hacia aquel recital de violín con acompañamiento de piano.

Se posiciona en cuclillas y se escabulle entre los asientos de la fila más alejada. No pasa ni un minuto cuando él sospechoso entra e intentando no hacer escandalo comienza a ir tras él con gran velocidad. Garen se da cuenta e intenta aumentar su ritmo, sin embargo, fue demasiado tarde. Le toman de la pierna, a lo que comienza a patalear, entre ese pataleo el sospechoso saca de su bolsillo una navaja, y mientras suena la parte más espectacular de la melodía del recital, le apuñala el muslo con la navaja.

Garen siente un intenso dolor en ese instante, pero no se debía del todo a la apuñalada, sino a la impresión de tener un objeto incrustado. Durante ese instante logra patear al sospechoso con su otra pierna provocando aturdirlo y haciendo que lo suelte. Corre hasta el final de la fila para poder dar vuelta, mientras pasa por los asientos choca contra el público sentado, pero no le importa y continua hasta la salida. Aún con la navaja incrustada para evitar perder sangre, y con dificultades para correr, busca un lugar por el cual huir.

Por ser una zona con muchas tiendas, también es muy concurrida, aun siendo las 8:26 am era muy concurrido.

Mientras se esfuerza por caminar, se mezcla con la multitud. Poco después aparece el sospechoso, pero él ya se había mezclado por completo con la multitud.

-Maldita sea!, como es posible que se haya movido tan rápido con la pierna herida.

Se quita la capucha la cual ahora nos permite observar su rostro. Un hombre con apariencia de unos 53 años, muy poco cabello a punto de quedarse calvo y una gran barba color plateado por las canas que tenía. Su nombre era Robert. Al levantarse la manga izquierda deja al descubierto un brazalete igual al que tiene Garen, le da dos toques consecutivos e invoca a su ángel.

-Yekun, ¿Puedes hacer un reconocimiento de la zona?

-Lamentablemente no se me permite interferir con los ataques entre los seleccionados.

Yekun, uno de los 8 ángeles elegidos, al igual que Araziel cuenta con una tes pálida y es unos centímetros más bajo de estatura que él, posee dos largas alas plateadas al igual que su cabello, el cual es corto y grueso. El vínculo con su candidato le permite fortalecerlo hasta el punto de ser resistente ante el filo de armas blancas.

-¿Al menos pudiste saber cuál ángel está vinculado con él?

-Me temo que no, no lo llamó en ningún momento y no vi ninguna habilidad especial a simple vista.

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Mientras se mezcla entre la multitud busca algún lugar por el cual poder escapar, aún con sus dificultades para caminar hace lo posible para entrar en un callejón, al lado de un basurero se sienta para poder tomar un respiro y calmarse. Observa la navaja clavada en su pierna y piensa en sí debería sacarla, sin embargo, no lo hace, en medio de jadeos suelta un grito con tono de enojo.

-Araziel! Donde carajo estas, ahora mismo necesito respuestas.

Al aún no haber recuperado por completo sus recuerdos, no tiene idea de porque aquel hombre lo atacó, por lo cual intenta recurrir a Araziel por medio de gritos, pero esto es inútil. Después de varios gritos siente una vibración en su muñeca izquierda, era el brazalete el cual desprendía una luz intermitente de color azul claro, era Araziel intentando salir por la fuerza.