Capítulo 5 : CONOCIDOS

¡ Él amo Suor !

un ser codicioso, avaro y mezquino a quien le importaba tanto el dinero que trataba de buena forma a sus esclavos solo para que puedan trabajar mejor y por más tiempo, con buena comida, libertades y sin dar castigos que dañen la capacidad física del esclavo

lo hacía porque era más barato que pagar médicos o comprar esclavos con el mismo conocimiento de los que ya tenia.

Mi estadía como su propiedad era lo que se podía llamar pacífica

luego de crear la ballesta el amo decidió que debía encargarme de otras cosas mientras aún era pequeño cómo la limpieza, alimentar a los animales, recoger los desechos o ayudar en la cocina

también solía usarme de mensajero entregando y recibiendo cartas de sus socios u organizando inventarios aprovechando así el grado de educación que mi persona poseía

Todos esos trabajos me daban acceso a libros e información que pocos esclavos pueden tener, logrando saber un poco más sobre este mundo

Igualmente tenía más tiempo libre que otros por lo que podía conocer y convivir mejor con los otros esclavos

Como Yujia la cual se portaba como una madre conmigo a ella le preocupaba mucho mi bienestar y alimentación además siempre pedía que la llamara hermana algo que nunca lo hice claramente

Sora era igualmente amigable no tanto como Yujia pero igualmente divertida siempre estaba buscando hacer reir a todos lo que la volvía el alma de la casa además era la jefa de tejedoras en la mansión, el amo le otorgó ese puesto debido a lo fino de sus trabajos los cuales hacían ganar buen dinero al amo

Omán era un tanto serio y habilidoso con las armas por lo que no era de extrañar qué fuera el guardaespaldas del amo, mi relación con él era buena, cada que podía me enseñaba como usar una lanza o espada los cuales el podía tener debido a la lealtad mostrada hacia el amo, otra cosa también sobre él era que estaba públicamente enamorado de Yujia, algo entendible pues Yujia era una mujer muy hermosa y bien cuidada para ser una esclava ,

_Su pelo amarillo radiante como el sol

Un rostro fino bien marcado

Una piel pálida y suave como la lana

Una figura que dejó encantado a tu servidor_

Omán recitaba esas palabras cada que se encontraba con Yujia, lo que nos hacía mucha gracia a todos

Otro de mis más grandes amigos era Flind quién fue el primero con el que entable una amistad, su trabajo como tal era la herrería fabricando armas y herramientas, también hacía de guardaespaldas junto a Omán acompañando ambos al amo en sus viajes

las primeras veces en que nos acercamos fueron cuando yo le hacía preguntas sobre el ejército sabiendo que el ya había estado en la guerra, al inicio sólo respondía

- ¡ todos mueren ! -

pero después de un tiempo empezó a contar cosas como la dotación de armas según el ejército en el que estés, al parecer el ejército te entrega un arma si es que no tienes una pero por lo general solo entregan lanzas y si el ejército está bien financiado puede que te den espadas y armaduras pero eso es muy extraño de ver, casi siempre debes llevar tus propias armas si no quieres morir de primero.

Eso fue lo primero que me explico años atrás algo a lo que presté mucha atención en ese momento

creo que por eso mismo Flind decidió seguir contándome cosas sobre el ejército

Seguro se sentía como un sabio al ver mi emoción mientras escuchaba detalles que seguramente cualquiera en este mundo sabría

Iniciando así una especie de relación maestro y alumno.

Aún siendo nosotros unos esclavos vivíamos de forma pacífica hasta aquella ocasión

4 años después de que empecé a ser el esclavo del amo este se hallaba en uno de sus viajes de mercader, cuando llegaron algunas noticias sobre una invasión hecha por un reino vecino hacia nuestro reino Cicim

esto no era algo que debía preocuparnos pues la invasión sería en el lado sur del país estando nosotros muy al norte

Lo que realmente alteró nuestra paz fue la llegada de los hijos del amo un joven y una señorita quiénes habían estado viviendo al sur todo este tiempo pero debido a la invasión tuvieron que venir para ponerse a salvo, llegando sólo 2 semanas después del inicio de la invasión.

Ahora no solo había qué servir al amo si no también a sus hijos los cuales por ser niños ricos desde la cuna eran muy exigentes, siendo la primera vez que realmente senti ser un esclavo,

debido a ser yo quien menos tenía que hacer se me ordeno ser el sirviente de ambos o más bien dicho su payaso.

El joven Basir era el mayor de los 2, tenía 13 años su rasgos eran muy distintos a los del amo, piel morena, cabello negro, un rostro y cuerpo de contextura cuadrada

Trabajar para el era una tortura pues me pedía que le trajera comida para votarla sí no le gustaba, pedía que le contará chistes y que baile de forma ridícula como bufón

ordenaba quedarme fuera de su habitación por si se le antojaba algo en la noche y si algo no le agradaba sobre mi me abofeteaba o arrojaba cosas .

Con su hermana era un poco diferente la señorita Esther tenía 12 años cuando llegó, sus rasgos eran similares y a la vez diferentes del joven Basir

Tenía piel bronceada, pelo negro rizado, ojos cafés claro y complexión delgada

Y aunque tenían rasgos similares al parecer ambos tenían distinta madre

ella era algo diferente pues aunque también tenía ciertas actitudes de superioridad las únicas órdenes que daba era para que le trajera algo o para dejarla sola

cuando me tocaba servirle me decía

- quédate lejos de mí cuando quiera algo te llamaré -

por eso siempre estaba lejos esperando una orden mientras la observaba

Ella casi siempre estaba con un libro aprendiendo de geografía, filosofía y en especial historia

Junto con su hermano tenían maestros que al parecer solo ella les prestaba atención

Sin duda le importaba mucho su educación.

Una vez en una de sus clases el maestro hizo una pregunta que en mi mundo antiguo cualquier niño hubiera podido responder

- ¿ cuánto es 72 dividido en 9 ? - pregunto

pero ninguno pudo responder, el joven Basir no le daba importancia y la señorita Esther miraba el suelo esforzándose por saber la respuesta

- la respuesta es 8 -

dije sin pensar, aunque no se si por instinto o por alguna otra razón

- es correcto - respondió el maestro

lo que hizo a Basir y Esther mirarme fijamente .

El me miraba con ira claramente enojado mientras ella se mostraba curiosa .

terminado la clase el maestro se fue y el joven Basir se acercó a abofetearme diciendo

- cómo se atreve un esclavo a hablar sin que se lo ordenen, recuerda eres un esclavo -

luego se fue sin mirar atrás, pero la señorita Esther se quedó a preguntar

-¿ cómo supiste la respuesta a algo tan complicado ? -

tuve que responder lo mismo que le conté al amo

- antes de ser esclavo mi madre me enseñó - dije

ella me miró extrañada y dijo

- pero tengo entendido que eres esclavo desde los 5 años -

- sí así es - dije

- entonces ¿ tú debes ser un genio ?- pregunto

no tuve más opción que contarle un sin fin de mentiras sobre cómo había aprendido lo que sabía hasta llegar a contarle lo de la ballesta

- hiciste algo que mi padre vendió por ¿ cuánto ? - dijo emocionada

A partir de entonces que ella empezó a tratarme diferente creyendo que yo debía ser una especie de genio me preguntaba cosas que según ella eran temas avanzados pero solo eran divisiones, ortografía y tipos de metales

También era muy insistente en querer saber mi opinión sobre ciertas cuestiones como riqueza, títulos, poder, coronas y dinastías

Me parecía curioso que esos temas le interesarán bastante

En un inicio respondía que eso no debía importarnos pues aún éramos niños

pero preguntaba de manera tan frecuente que una vez respondí en base a lo que aprendí en mi antigua vida

- la riqueza y los títulos es lo que todos quieren pues son la base de todo lo demás,

• La riqueza compra títulos

• Los títulos dan poder

• El poder da una corona

• Los cuatro juntos forman una dinastía

sin embargo perder solo la riqueza hace a los otros tambalear y si también pierdes los títulos la dinastía caerá -

Al decir todo eso ella se me quedó mirando fijamente con el atardecer por su espalda se acercó paso a paso para mirarme frente a frente a solo 1cm

estuvo callada unos momentos poniendo me algo nervioso para luego decir

- ayúdame -

sin entender nada le pregunté

- ¿ Ayudarla ? ¿ a qué ? -

Ella sin apartar la mirada un solo segundo respondió

- tengo un sueño -

- me convertiré en una reina -

- pero no cualquier reina -

- no quiero ser solo la esposa de un rey, quiero gobernar -

mientras seguía mirándome a los ojos sin parpadear, sin respirar y sin titubear siguió diciendo

- sere una reina reinante -

- y quiero que un genio como tú este de mi lado -

No supe que responder a eso,

Aunque prácticamente era un adulto mi cuerpo reaccionaba asustado como un niño

Una cosa era segura estaba frente a una encrucijada, decir que no o decir que si.