376 Y Pollito sigue los pasos de su maestro

Al contemplar el vasto cielo, Lin Fan sintió que le habían dado un ascenso.

Sacó a Pollito de su zurrón. El dúo de hombre y pollo se miró a los ojos sin necesidad de hablar antes de asentir con la cabeza respectivamente.

Era como si estuvieran conectados telepáticamente y pudieran entender los pensamientos del otro sin necesidad de palabras.

—Gran Maestro, esta es mi mascota Pollito. Lo dejo en tus manos si muero. Por favor cuídalo bien —Lin Fan lanzó a Pollito.

—¡Cuckoo…!

Una mirada de reticencia brilló en los ojos de Pollito. Regresando tres veces por cada paso que dio, al final llegó al lado del Gran Maestro Yan. Al enterrar su cabecita entre los brazos del Gran Maestro Yan, su cuerpo tembló suavemente, como si no estuviera dispuesto a presenciar la escena que estaba a punto de suceder.

—Está bien... —dijo el Gran Maestro Yan con una mirada firme.

Aquella fue la voluntad de un hombre moribundo. Fuera como fuera, tenía que cumplir.