494 Una voluntad de espada arrolladora

—¡Jejeje...!

Los soldados de la Raza Ancestral se burlaron a medida que se acercaban más a los del Mundo de la Estrella. Esas miradas agresivas que proyectaron sobre las dos mujeres eran más escalofriantes que nunca. Al fin de cuentas, la Raza Ancestral seguía siendo la raza más repugnante en todo el Mundo Santo Ancestral.

Si esas dos mujeres fueran violadas por semejantes seres, ni siquiera tendrían la voluntad de cometer suicidio.

—¡Hermano sénior...! —Esas dos discípulas se escondieron detrás de Li Tianquan. No obstante, en ese momento, Li Tianquan estaba cerca de descomponerse físicamente. Sus heridas habían empezado a extenderse y apenas podía mover un músculo.

—¡RAZA ANCESTRAL! ¡NO TE EXCEDAS! —Li Tianquan aulló. Sabía que si no salían de esa situación, el pronóstico para sus dos hermanas junior sería más que espeluznante.