87 Dos elecciones

—Ah, ¿en qué está pensando el maestro? Poniéndome aquí como castigo sin ninguna razón... ¿Cuándo terminará esto?

Una chica de piel blanca y preciosa estaba sentada en una casa construida con piedras, vestida de verde. Sus ojos claros eran como dos rubíes brillantes.

—El Maestro dice, si un hombre aparece en la cama, evitaré el castigo. Pero debe ser falso. ¿Cómo puede aparecer un hombre de la nada? Según el registro de la secta, no ha aparecido nadie en la cama durante miles de años —Mu Xiaoqiao tenía un maestro cariñoso, pero era un poco estricto. Si cometía algún error, la enviarían a la sala de castigo.

La casa de piedra solía ser un lugar prohibido. Más tarde, por razones desconocidas, se convirtió en un lugar de castigo. La casa era grande y estaba construida de tal manera que no podía entrar el viento. Las paredes de piedra eran duras y no había nada más que una cama de piedra en la casa.