874 Asesinando todo

—Estoy soñando ahora mismo, ¿no es así?

—¡Ah, eso duele! ¡Duele de verdad! ¡Maldita sea, esto no es un sueño! ¡Esto es real!

—¿Cómo es posible? ¿Dónde han ido todos los seres de la Raza Insecto? ¿Por qué han desaparecido en un abrir y cerrar de ojos?

En ese momento, todos estaban completamente perplejos. Ese vasto ejército de la Raza Insecto que equivalía a decenas de millones se había desvanecido en un solo instante, dejando solo al Dios Insecto allí de pie. Aquello fue algo absolutamente terrorífico para todos.

Ciudad Esperanza...

El Comandante observó, inexpresivo, la imagen en la pantalla a la par que se quedó petrificado.

—¿Qué acaba de pasar?

Hasta el momento, no pudo entender lo que acababa de descubrir. ¡Y pensar que el gigantesco ejército de la Raza Insecto desaparecería así como así!

—Señor Comandante, hubo un poder extremadamente monstruoso que fue disparado previamente, eliminando a todos los seres de la Raza Insecto.