415 Activando la habilidad definitiva

—¡NIÑO! SI ME DEJAS IR AHORA, PUEDO PERDONAR TODO LO QUE HAS HECHO. DE LO CONTRARIO, ¡PAGARÁS POR TUS ACTOS DURANTE EL RESTO DE TU VIDA! —La Voluntad del Cielo, que estaba siendo atada al Pilar Celestial, gritó.

Se suponía que los Cielos no tenían emociones y eran imparciales. No obstante, a medida que pasaba el tiempo, los sentimientos, las emociones y los deseos empezaron a florecer dentro de la Voluntad del Cielo. Por ende, la noción de que todos los seres vivos eran iguales dejó de existir. En su lugar, debía hacerse hincapié en la visión más amplia de las cosas.

Lin Fan ignoró por completo a la Voluntad del Cielo mientras hacía girar el látigo en su mano. Sus labios se torcieron en una escalofriante sonrisa.