127 ¡Joder! ¿Eso es todo?

Al llegar a la montaña sin nombre, el grupo la montaña Danding se encontró bloqueado por Zhang Ergou y Feng Bujue.

—¡Alto! Esta es la montaña sin nombre, ¿qué queréis? —Zhang Ergou ya sabía que estos tipos no venían con intenciones amistosas. Por lo tanto, dejó caer su Porra de Colmillo de Lobo en el suelo ruidosamente.

—¡Hmph, insolente! ¡El anciano de la montaña Danding está aquí! ¡Haz que salga tu maldito Gran Maestro! —Li Shun gritó furiosamente. Hoy él pagaría la venganza por completo con el respaldo del anciano Gu.

—¡Hmph! Mi Gran Maestro está entrenando a puerta cerrada. De todos modos, no es alguien a quien vosotros podáis convocar. Regresad por donde vinisteis, ¡a menos que querías forzar mi mano! —Zhang Ergou estaba lleno de vigor. Hacia la multitud, no estaba asustado en lo más mínimo.

—¡INSOLENTE! —Un destello cruzó el rostro del sereno anciano Gu mientras él rugía con ira.