1 CAPÍTULO 1 ASALTO AL BANCO

Todo parecía tranquilo en esa mañana despejada, los autos pasaban uno tras otro en las calles principales de la ciudad, sin darse cuenta del caótico escenario en el que se verían envueltos en unos minutos. La avenida principal se encontraba abarrotada de automóviles esperando llegar a su destino, algunas personas caminaban por la acera apresurados a llegar a su lugar de trabajo mientras que otros caminaban disfrutando de un tranquilo paseo, al fin y al cabo, el agradable clima de 20ºC con cielo despejado lo amerizaba. 

Un camión de color blanco usado para transporte de mercancía apareció en la avenida principal, lo cual era bastante extraño ya que las políticas de la ciudad prohíben este tipo de vehículos en las calles céntricas para preservar por más tiempo el concreto y evitar posibles accidentes vehiculares, aun así nadie le tomó importancia, solo era un camionero que se equivocó de calle y tenía que entregar mercancía en alguno de los centros comerciales de la zona o eso fue lo que pensaron los peatones y demás conductores en la calle, hasta que de la nada una pequeña explosión alerto a todo el mundo, nadie se dio cuenta de donde vino o que fue lo que explotó, algunas personas se arrojaron al suelo mientras que otras se pusieron al cubierto tratando de ver qué fue lo que había pasado. Una madre y su hija trataron de ponerse al cubierto atrás de una jardinera de concreto, mientras se abrazaban entre si se notaba claramente que estaban bastante asustadas. 

De la nada una espesa nube de humo blanco comenzó a cubrir toda la zona, la visión se volvió prácticamente nula en cuestión de uno poco segundos, nadie supo de donde salió o que es lo que estaba pasando, algunos creyeron que era gas lacrimógeno y huyeron del lugar cubriéndose la boca con sus prendas, algunos otros se mantuvieron expectantes, dudando si moverse del lugar o quedarse resguardados. Los vehículos que se encontraban en ese momento en la calle aceleraron rápidamente para huir del lugar, dos vehículos chocaron entre si causado por el pánico y la poca visibilidad, otro se pasó el alto provocando un accidente con una camioneta color negra, afortunadamente para ellos el accidente no fue grave y continuaron despejando la zona.

Unos pocos segundos después un sonido chirriante y poco común se escuchó desde dentro de la niebla, era un sonido agudo y similar al de un motor de juguete, se acompañaban en sincronía con unos golpeteos rápidos en el concreto, como si dos personas o más corrieran con botas metálicas en dirección al banco central ubicado a pocos metros de la avenida principal. Una máquina de aproximadamente 1 metro de altura y con forma de araña fabricada aparentemente de acero salió de la neblina y cargó contra el cristal de la entrada principal del banco. Los gritos de las personas dentro de las instalaciones no se hicieron esperar y junto a la amenazante maquina moviéndose dentro del lugar generó un caos completo. Los empleados quedaron congelados por unos segundos, no sabían que estaba ocurriendo y seguramente nunca en sus vidas habían visto algo así. Dos guardias de seguridad que se encontraban cerca de la entrada reaccionaron rápidamente y apuntaron con sus rifles de asalto a la imponente maquina sin dudarlo, disparándole una y otra vez pero para su desgracia las balas no pudieron hacerle nada, simplemente rebotaban al impactar con el metal generando un pequeño estallido chispeante, fueron solamente 6 o 7 impactos cuando se dieron cuenta que seguir disparando no sería lo más sensato sobre todo por los civiles que se encontraban en el lugar tirados en el suelo tratando se cubrirse por los rebotes de las balas. Uno de los guardias se dio cuenta que el robot estaba girando en su dirección y le dio un grito a su compañero

- Cúbrete!

Desafortunadamente el compañero no se percató a tiempo de lo que estaba pasando y en un abrir y cerrar de ojos un destello blanco los cegó, una torreta que se encontraba en la parte superior del robot disparó hacia su compañero impactándole múltiples veces en menos de un solo segundo haciendo que su compañero se desplomara como un pesado saco sin vida, a pesar de ser un guardia de seguridad nunca había visto a un conocido o compañero caer en un combate y menos hubiera imaginado pasar por algo así, en ese momento sus ojos mostraron un vacío interminable, se había dado cuente que todo había terminado, quedó inmóvil por unos segundos esperando su fin, volteo lentamente hacia la maquina y vio que su torreta le estaba apuntando directamente a él.

-Se acabó.

Creyó que ese sería su ultimo pensamiento, pero la maquina no hizo nada, simplemente se quedó inmóvil apuntándole sin moverse, el guardia entendió que no lo atacaría si él no lo hace primero así que levanto sus manos y tiró su arma sin dudarlo. En ese instante el cañón dejo de apuntarle y giró hacia la puerta principal del banco donde se encontraba la sala con la caja fuerte. El guardia recobró la compostura y al ver que no había nadie más junto a esa máquina dio la orden a los demás civiles de salir del lugar, muchos civiles no entendían que estaba pasando escucharon los disparos y no querían moverse del suelo, tenían miedo que si se levantaban terminarían siendo abatidos como el otro guardia.

- No hay nadie más! si no lo atacan no les hará nada, salgan rápido del lugar antes que lleguen más de esas cosas. ¡Rápido!

Un señor de aproximadamente de 40 años que vestía con un traje negro y corbata, posiblemente algún empresario de la zona rápidamente le tomó la palabra al guardia de seguridad, se levantó y corrió hacia la salida que había sido destruida poco segundos antes, anteriormente este señor había sido víctima de asaltos a mano armada y sabía perfectamente que en caso de un robo o intento de secuestro habría alguien dando órdenes, pero este no era el caso, sea lo que sea que esté pasando no era algo donde el estuviera involucrado así que no dudó en marcharse de la zona sin mirar atrás. Otros 3 civiles todos hombres de entre 25 y 30 años que se encontraban cerca del señor de traje vieron como este se fue sin ningún tipo de inconveniente y decidieron seguirlo.

-Vámonos, no pasa nada, ¡rápido!

Entre los 3 tomaron valor y rápidamente se levantaron y corrieron hacia la entrada, rompiendo aún más los trozos de vidrio esparcidos en el suelo, mientras esto pasaba la maquina saco un artefacto tubular y apuntó hacía la puerta interna donde se encontraba la bóveda principal. Una llama de un color azul intenso apareció en la punta del artefacto y comenzó a derretir los extremos de la puerta, estas puertas tienen un grosor bastante elevado para evitar ser vulneradas rápidamente, pero aun así los fabricantes de este tipo de inmobiliarios nunca consideran que alguien entrara a un banco cargando un "soplete" de estas características pues claramente este artefacto no era un soplete comercial para cortar láminas de hierro o acero dulce, la llama era bastante intensa y la temperatura tan alta que solo unos pocos segundos encendido bastaron para aumentar la temperatura del pasillo.

Una chica de 20 años de edad con el cabello negro y recogido que trabajaba en el área de cajas activo la alarma de seguridad mientras permanecía en la parte baja de su escritorio, desafortunadamente para ella era imposible escapar ya que se encontraba en una sala cerrada cuya única salida daba al pasillo donde se encontraba la maquina tratando de ingresar a la bóveda. Nunca pensó que en su primer trabajo iba pasar por algo así, esto solo pasaba en las películas de acción y aun así que una maquina en forma de araña de más de un metro de altura entre a tu banco era algo que nunca había visto ni siquiera en una película Sci-fi futurista. Había sido instruida para posibles intentos de extorción y en casos más grabes para amenazas con arma de fuego, sabia el protocolo y sabía que tenía que conservar la calma, pero esto la superaba con creces, comenzó a llorar y gritar mientras se cubría los oídos a causa de todo el alboroto. 

Su supervisora una mujer madura de 1.65 metros de altura con el cabello pintado de borgoña y una camisa blanca ajustada se encontraba casualmente en el área de cajas se dio cuenta del estado de su compañera y saltó a abrazarla para intentar tranquilizarla un poco, con 40 años de edad y 10 trabajando para el banco, tenía más experiencia ante este este tipo de situaciones.

- No te preocupes no pasa nada, no pasa nada. Mírame, estamos bien solo vienen por el dinero, están rompiendo la puerta de la bóveda, solo no hagas una tontería y vamos a salir ilesas.

La joven chica asintió a regañadientes, aun temblando por la situación, parecía que tendría un ataque de ansiedad, claramente le dificultaba respirar y el llanto tampoco ayudaba en su situación. Su supervisora la tomó de las manos y la miró a los ojos, esto hizo que se tranquilizara un poco, ambas estaban asustadas, pero sabía que ella tendría que tomar el control de la situación, era su trabajo y la joven chica aún era una niña a sus ojos, entendía que en esta situación mantener la calma era una proeza casi imposible de lograr.

- ¡Vámonos, que esperan, no hay nadie más!

Un cliente del banco que se encontraba cerca de la puerta de solo acceso a personal autorizado donde anteriormente pasó la maquina gritó.

- ¿Y si nos disparan por movernos?

Respondió una señora que iba con su hijo de 15 años de edad.

- ¿Viste esas personas que salieron hace un momento? no escuché más disparos, seguro salieron ilesos, ¡vámonos!

El guardia que aún se encontraba cerca de la entrada confirmó lo que el civil había dicho.

- No les pasó nada a los que se fueron, pude ver que se retiraron a salvo del lugar o por lo menos lo que la neblina permite ver, salgan es seguro afuera, no pierdan más tiempo no sabemos que pueda pasar si se quedan.

Las palabras del guardia convencieron al resto de civiles que se encontraban en el lugar, todos rápidamente se levantaron del suelo y corrieron hacia la entrada, un chico de 19 años con zapatillas deportivas que había ido a realizar trámites de su universidad en su desesperación se resbalo con los vidrios rotos de la entrada y cayó de espalda lastimándose con los cristales. Nadie se dio cuenta de ello, todos corrieron en unisonó hacia la puerta y algunos pasaron encima del chico lastimándolo aún más, en estos casos la histeria colectiva hace que las personas solo se preocupen por sí mismos ignorando el entorno, afortunadamente para él una trabajadora de la sección de créditos vio al joven en el suelo quejándose del dolor y fue en su ayuda.

- ¿Estas bien? levántate, vámonos. ¿puedes caminar?

- Si. Creo que si - respondió el joven.

 La trabajadora le tendió la mano para ayudarlo a levantarse mientras más personas la empujaban para salir del lugar, rápidamente el joven se levantó y corrió a la salida aun de la mano de la trabajadora. 

-Muchas gracias por ayudarme -Le dijo el joven mientras le sonreía nerviosamente.

Mientras esto ocurría en la sala principal, en el pasillo la puerta estaba a punto de caer, la temperatura en la zona era insoportable para una persona normal, el calor del soplete se había acumulado por lo angosto del pasillo y la ventilación era mínima por cuestiones de seguridad, unos segundos más bastaron para que la puerta cediera y cayera con un golpe seco en el suelo. La máquina ingresó al lugar y se detuvo por unos segundos escaneando toda la habitación, la bóveda principal tenía una altura de 2 metros y un área de 16 metros cuadrados, esta bóveda era también un almacén muy conocido para los ricos de la ciudad, en este lugar se almacenaba todos los tesoros en metálico de la zona, desde dinero en efectivo en diferentes divisas hasta documentos importantes como contratos o escrituras de haciendas en los suburbios. 

El robot rápidamente rompió varios cajones y cajas fuertes que se encontraban en ciertos lugares en específico, algunas cajas se encontraban sin cerradura sobre todo aquellas con objetos de poco valor, mientras que otras estaban equipadas con sistemas de contraseña de seguridad. Golpe tras golpe el robot rompió la mayoría de los cajones usando una de sus patas con algún tipo de impulso hidráulico que hacía sacudir toda la habitación, cada caja que rompía levantaba su otra pata equipada con unos ganchos y tomaba lo que se encontraba dentro para después llevarlo a un compartimiento en la parte inferior del robot, esta acción se repitió unas 8 veces con diferentes cajas, donde se llevó varias prendas de joyería y documentos aparentemente importantes, una de las prendas era un hermoso collar blanco lleno de piedras preciosas diamantadas y en el centro un dije con un rubí enorme, casi del tamaño de un ojo humano. Además de eso también tomó varios documentos y una pequeña libreta desgastada perteneciente a un famoso político acusado de corrupción hace algunos años, pero gracias a sus famosos abogados y a ciertas inconsistencias su caso fue desestimado y puesto en libertad.

Al terminar de tomar estos objetos el robot comenzó a caminar en dirección a la salida donde anteriormente había ingresado, pasó por el pasillo y por la puerta de ingreso a solo personal autorizado, al cruzar la puerta llegó a la sala principal del banco la cual se encontraba vacía salvo por las cajeras que aún se encontraban atrapadas en su lugar de trabajo, la araña no les prestó importancia y cargo a toda velocidad hacia la salida del banco, la neblina aún no se había disipado y las sirenas de las patrullas se escuchaban a lo dejos, aunque para los civiles que se quedaron atrapados en la zona lo ocurrido les pareció una eternidad la realidad es que todo pasó en cuestión de unos segundos. 

- Ya se va - Susurro la supervisora mientras mostraba leve expresión de alivio.

- ¡Agáchate, nos va ver!

- Descuida hay un vidrio blindado, no creo que pueda hacernos algo mientras estemos aquí adentro, además viste que no atacó a nadie más, solo vino por las cosas de la bóveda. 

- No, ¿pero y si regresa? - Dijo asustada la joven cajera quien a pesar del intento de tranquilizarse la situación era bastante estresante para ella.

- Mira, ya salió por la puerta principal y no puedo verla por la neblina, no creo que regrese.

Las dos mujeres se levantaron lentamente mirando por la parte superior del escritorio para tratar de ver la situación afuera, no había nadie ni nada en los alrededores por lo que decidieron salir por la puerta hacia el pasillo de la bóveda. Al abrir la puerta un calor inmenso ingreso hacia la sala de cajas, la temperatura era lo suficiente como para sofocar a una persona, pero debido a la adrenalina del momento las dos mujeres no dudaron en seguir avanzando hacia la zona trasera del banco donde se encontraba el resto del personal resguardado.

Cuando la maquina con forma de araña salió del banco, avanzó unos metros hacia la calle y se mantuvo de pie varios segundos como si estuviera esperando más indicaciones, la niebla seguía siendo bastante espesa y no se podía apreciar nada a más de medio metro de distancia, las sirenas se escuchaban cada vez mas cerca hasta estar prácticamente a una o dos cuadras de distancia. Una alerta de robo de banco y más aún al banco principal de la ciudad era algo bastante serio que requería la atención de la mayoría de las unidades policiacas de la zona, decenas de patrullas atendieron el llamado de robo al banco e incluso el comandante y los supervisores del cuerpo policiaco presionaron a mas unidades a darle prioridad al asunto, incluyendo a una pareja de policías que se encontraban en el momento del incidente atendiendo una llamada de auxilio de unos jóvenes que estaban siendo agredidos por unos pandilleros, ambos policías fueron reprendidos y amenazados por no seguir las indicaciones de atender el robo del banco, así que a regañadientes frenaron su unidad y dieron media vuelta en dirección al banco.

Ambos policías se encontraban bastante lejos del lugar, sin tráfico y con las sirenas encendidas se tardarían 15 minutos en llegar a la avenida principal a la altura del banco central, pero era un lunes a las 9 de la mañana por lo tanto mucha gente estaba entrando a trabajar a esa hora y el tráfico estaba relativamente denso, las calles donde se encontraban eran de doble sentido pero de un solo carril y justamente el barrio donde se encontraban era un barrio popular donde la clase baja y media/baja vive, por esto los baches, autos mal estacionados, puestos callejeros, y calles sin semáforos eran lo normal.

- Entonces que pareja ¿vamos a dejar a esos jóvenes que se las arreglen solos? 

- No podemos hacer nada, son ordenes de arriba ya vez como se pone el comandante cuando no siguen sus órdenes, la última vez me mandó a descansar una semana solo por dormirme en mi turno, si vuelvo a cometer una falta seguro me dan de baja.

- Ni modo, ojalá esos chicos no se metan en problemas, he escuchado que en esa zona se están poniendo muy feas las cosas, cada vez hay más pandilleros y gente mañosa.

 - Lo sé, tengo un primo que vive en ese barrio, trabaja de cajero en un mini-market de 24/7, dice que cuando le toca el turno nocturno llegan clientes que asustarían al mismo diablo. Solo lleva trabajando ahí 3 meses y ya lo asaltaron 6 veces a mano armada, además siempre hay robos hormiga y hasta las mujeres usan a sus niños para robar mercancía.

- La sociedad cada vez se está volviendo más enferma pareja, yo crecí en el barrio de al lado y siempre jugaba a la pelota con mis amigos de la primaria afuera en la calle, recuerdo que siempre poníamos al "buda" de portero y jugábamos hasta las 10 de la noche, nunca hubo miedo en las calles, nuestros padres nunca se preocupan de donde estábamos o a qué hora llegaríamos, íbamos y volvíamos solos de la escuela, ahora todo eso ya no existe, el miedo y la delincuencia se apoderó de todos nosotros. 

-A si es pareja ¿y sabes que es lo peor? que no hay forma de detener esta ola de violencia, la inseguridad e impunidad siempre serán las ganadoras en esta vida, aunque nosotros hagamos un buen trabajo los jueces dejaran libres a los mañosos por falta de pruebas o porque nadie los denunció, además este supuesto robo ambos sabemos que hay algo que no nos han contado, estamos a más de 15 minutos de distancia y estoy seguro que hay muchas unidades más cerca que nosotros, esto es algo personal del comandante, seguramente un favor de un político o alguien importante ¿o tú que crees?.

- Opino lo mismo, esto no me da buena pinta, no debimos hacerle caso. - Dijo el oficial mientras encendía un cigarrillo rojo sin sabor.

- El comandante dijo que era un asalto al banco, espero y sea eso y no un asalto armado por parte de algún comando o del crimen organizado. - Respondió mientras bajaba su ventanilla para ventilar mejor el humo del tabaco.

- De ser ese el caso no nos llamaría a nosotros, para eso están los militares y las unidades especializadas, aun así ¿llamar a todas las unidades es muy extraño no crees?

Los dos oficiales de aproximadamente la misma edad, ambos rondando los 30 años se mantuvieron vacilantes ante la situación, un robo a un banco no era algo muy común en la zona, sabían que algo así llevaría preparación por parte de los perpetradores y en caso de llevarse a cabo no irían desarmados ni serian pocos los integrantes.

- ¿y si mejor regresamos a atender la llamada anterior? - Dijo el policía que iba de copiloto mientras tiraba la colilla del cigarrillo por la ventanilla. - podemos decir que tuvimos un percance con el tráfico o algún encuentro con pandilleros en la zona ¿qué dices?

- Me parece bien, regresemos… Con el caos que se hará en ese lugar estoy seguro que ni se darán cuenta que faltamos.

La patrulla se detuvo justo a media cuadra antes de llegar a una de las avenidas que conectan con la avenida principal del banco, dio media vuelta en la misma calle residencial de un solo carril, subiendo un neumático a la acera en el proceso y tirando un cono que estaba puesto en la calle junto a la acera, el cual seguramente lo había puesto un vecino de la zona para apartar un lugar de estacionamiento frente a su casa.

Enfrente del banco central las patrullas ya se habían posicionado en la zona, varios policías pusieron cintas para evitar el paso hacia la calle del banco, desviando el tráfico de la zona hacia otras rutas alternas. La niebla se estaba dispersando y poco a poco se podía ver la fachada color acre del banco central, las letras color plateadas sobre la puerta principal se podían leer "Gran Banco Central" pero no se podía ver más, todo estaba totalmente tranquilo, lo cual inquietaba más a los policías, pues estaban acostumbrados a combates más agresivos, donde los delincuentes gritaran, exigieran cosas o detonaran sus armas de fuego, esta tranquilidad para ellos era ciertamente inquietante provocando cuadros de paranoia a más de uno. 

Para mala fortuna de todos, esa inquietante tranquilidad terminó, de nada empezaron a escuchar golpeteos metálicos y rápidos desde fuera del banco y en un abrir y cerrar de ojos algo saltó, era un objeto metálico en forma de arácnido con 4 pares de patas que brinco al capote de un auto de 4 puertas color rojo, rompiendo los cristales de las ventanas en el proceso y deformando la lámina.

Ningún policía podía creer lo que estaba viendo, algunos testigos declararon que un robot en forma de araña había entrado y atacado a un guardia de seguridad, pero sonaba más bien a fantasía creada por el miedo del momento, alguna alucinación o incluso era probable que los ladrones llevaran disfraces para ocultar sus identidades y uno de ellos por más raro que parezca seguro escogió un disfraz de araña para evitar cualquier rastreo por similitud corporal o por simplemente hacer el gracioso. 

Nadie imaginó que las declaraciones de los testigos eran totalmente ciertas y estaban frente a una maquina equipada con una ametralladora y un lanzallamas que rompió la puerta de una bóveda en cuestión de segundos. El miedo no se hizo esperar y a pesar que ningún supervisor dio la orden de disparar, los policías que estaban más de cerca de la maquina se vieron envueltos en un miedo paralizador, la maquinaria al estar sobre el vehículo se veía más imponente y atemorizante y estos policías no lo pensaron dos veces y comenzaron a disparar, nuevamente algunos disparos impactaban en las patas, pero solo revotaban sobre el metal y provocaban un ligero desbalance a la máquina. Los demás policías al ver la escena no se quedaron detrás y comenzaron a disparar también con la esperanza de destruir ese objeto lo más rápido posible.

Entre todo este caos, solo algunos policías se dieron cuenta que la cubierta posterior del arácnido se estaba levantando un objeto, este objeto no era nada más ni nada menos que la ametralladora integrada que habían comentado los testigos.

- Alto el fuego! ¡alto el fuego! cúbranse!

El resto de policías se dieron cuenta que estaban en peligro inminente y dejaron de disparar y corrieron detrás de sus patrullas a resguardarse. En el momento en que el ultimo policía se resguardó, la maquina detonó su arma hacia todas las patrullas generando un caos total en la avenida, muchos gritos de desesperación y de ayuda comenzaron a invadir la zona, la maquina no dejó de disparar contra todo lo que se moviera en las cercanías y los agentes policiacos solo podían permanecer resguardados detrás de sus unidades.

El ruido cesó de golpe tras pasar unos segundos, todos los presentes escucharon un zumbido agudo causado por el ruido del arma de la máquina, que a su vez poco a poco se fue atenuando mientras se comenzaron a escuchar sonidos de claxon a lo lejos y algunos gritos y quejidos individuales. Todo mundo se encontraba aturdido por lo ocurrido, pero sin tiempo para reorganizarse una serie de explosiones se escucharon a lo largo de la calle, eran bombas de humo que había lanzado el robot, nuevamente toda la visibilidad se volvió nula en cuestión de segundos mientras se escuchaban las patas del robot en movimiento, nadie sabía dónde estaba exactamente solo lograban seguir la dirección del ruido e intuir hacia donde se dirigía y por lo mismo no podían dispararle para evitar el fuego cruzado.

Mientras la maquina se movía a la siguiente intersección de avenidas, las bombas de humo seguían detonándose para evitar la visibilidad en toda la zona, incluso atravesando el área resguardada por los agentes policiacos. Algunos automovilistas que seguían su rutina del día al día, escucharon los disparos a lo lejos y más de uno pensaron que se trataba de algún enfrentamiento entre bandas rivales.

Una pareja conformada por un joven de 25 años y una mujer de 23 años en un auto versa color rojo tuvo la mala suerte y mala idea de ir al supermercado que se encuentra detrás del banco central ese día y a esa hora.

- Dios mío, ¿escuchaste eso? hay un enfrentamiento.

- Amor, mejor regresa, o détente aquí, no sigas no nos vaya tocar una bala perdida. - Dijo la mujer asustada mientras tomaba del brazo a su pareja.

- Se escucha que es del otro lado, tienes razon mejor vámonos al otro supermercado que está en el centro.

Mientras el joven detenía su vehículo para dar vuelta, un camión de mudanza color blanco pasó a toda velocidad junto a ellos casi chocándolos en el proceso. Ambos se asustaron por lo ocurrido, soltando una maldición hacia el conductor del camión por parte del joven.

- Esos idiotas no saben conducir!, solo porque traen un camión ya se sienten invencibles, algún día van a terminar causando un accidente. - gritó el joven mientras tocaba repetidamente el claxon de su auto en señal de protesta.

Ese mismo camión blanco de mudanza se dirigía en dirección al banco central, nadie podía ver quien era el conductor debido a que sus vidrios estaban polarizados y la altura del mismo dificultaba aún más la vista del interior. Después de unos segundos el camión llegó a la altura de la intersección del banco y dio vuelta hacia dirección de la neblina ingresando en ella a toda velocidad. La calle se encontraba despejada gracias a la acción de los policías al acordonar la zona y evitar que civiles se encontraran en fuego cruzado por lo que el camión blanco pudo llegar hasta donde se encontraba la maquina avanzando.

El vehículo pesado continuó de largo y nadie pudo ver qué fue lo que ocurrió debido a la poca visibilidad, una calle más adelante el mismo camión salió de la neblina y siguió su camino sin detenerse a una velocidad promedio para no llamar la atención. Algunos policías aun seguían nerviosos con sus armas apuntando a la nada esperando lo peor, la neblina poco a poco se iba dispersando cuando el comandante al mando grito:

- Todos atentos!, no sabemos hacia donde se fue, no disparen hasta que la neblina se disperse no sabemos si a lo que le estamos apuntando es el objeto o un vehículo de algún civil. 

El comandante era alguien experimentado, 20 años sirviendo al cuerpo policiaco le daban la mentalidad fría y calmada que se necesitaba en una situación de ese tipo. Sabía que no podía abrir fuego sin tener contacto visual con el objetivo, por lo tanto, solo observaba con cautela mientras se mantenía al resguardo detrás de su unidad.

- Tu! el chico nuevo, revisa a tu izquierda y yo reviso por la derecha.

- Entendido comandante.

 El policía novato un joven de no más de 23 años con buena forma física avanzó de forma vacilante hacia el frente, saliendo del resguardo de su unidad. Ellos se encontraban en la parte de atrás casi en los limites donde la neblina había abarcado por lo que la visión era un poco mejor que en el interior. 

- No escucho ni veo nada comandante. - Dijo el policía joven mientras regresaba al resguardo de su unidad.

- Seguramente se escapó ocultándose con la neblina y el caos. Revisen si hay alcantarillas abiertas y las camas de seguridad de toda la zona, alguna debió captar algo que nos ayude a encontrar esa cosa.

El comandante sabía que este robo no era un robo cualquiera, ese banco tenía documentos y piezas de joyerías de valor incalculable además el mismo gobernador le había llamado minutos antes a su número personal para que se hiciera cargo del asunto. Ciertamente sospechaba de sus preocupaciones, se rumoreaba que en ese banco había resguardado documentos que evidenciarían tratos ilegales con múltiples empresas constructoras las cuales varias de ellas el año pasado hicieron remodelaciones en el asfaltado público en casi un tercio de la ciudad. Esto era motivo más que suficiente para preocupar al gobernador, de ser cierto o falso esos rumores el hecho que prácticamente obligara al comandante de mandar todas sus unidades a la escena del crimen era bastante sospechoso.

-! Riiiiing!

El celular del comandante sonó poniendo en alerta a varios agentes que se encontraban cerca de él y haciendo que retrocediera para revisar el celular y colgar, aunque para su mala fortuna al tomarlo vio que se trataba del número del gobernador, respondiendo de inmediato.

- ¿Lograron resolver todo? ¿detuvieron a los delincuentes? ¡quiero que me los traigas a mi casa, quiero verlos en persona!

El comandante no pudo responder ninguna pregunta hasta que el gobernador terminó de hablar, ciertamente tampoco servía de nada responderle, no habían detenido a nadie y peor aún, ni siquiera había personas humanas involucradas directamente, era algo que ni en películas se había visto anteriormente. 

-Di-disculpe señor gobernador, pero no encontramos a nadie y no pudimos detener a ninguna persona.

- ¿Qué dijiste? ¿Cómo que no pudieron detener a nadie? ¿sabes cuánto dinero invertí y a cuantas personas silencié para que te promocionaran a comandante a pesar de tu pésimo desempeño?

Quiero que atrapes a esos delincuentes y no quiero saber nada más, recuérdalo si caigo yo caes tú también.

- Entendido.

El gobernador terminó la llamada sin terminar de escuchar al comandante y este último solo hizo una mueca de frustración pues su carrera estaba en riesgo si no daba con los responsables. Después de unos 3 minutos la neblina ya se había despejado y dio la orden de buscar en toda la zona y atender a los oficiales heridos momentos antes. Afortunadamente no hubo bajas, solo varios oficiales heridos de los cuales dos de gravedad quienes fueron enviados al hospital general de la provincia.

Varios minutos después las investigaciones iniciaron, la zona se acordonó por protocolo y se tomaron declaraciones formales de los testigos e involucrados. 

- Si, era una maquina enorme de más de un metro de altura, tenía 8 patas metálicas y en la parte superior un arma grande con varios tubos como la de las películas de guerra, era aterradora.

- ¿Sabe si esta máquina tenía alguna antena o si alguien más ahí se veía de forma sospechosa? -Preguntó un policía que tomaba las declaraciones de los clientes del banco

- No, no vi nada raro y no llevaba ninguna antena, la verdad cuando todo empezó me tiré al suelo y solo vi esa cosa entrar dentro del banco, unas personas aprovecharon eso para salir y yo también aproveché para salir con ellos.

Esta fue la declaración de una testigo del banco, había ido al banco a cobrar un cheque de una venta que había realizado una hora antes, como tenía dudas si el cheque tuviera fondos o no, fue directamente al banco a cambiarlo. Después de eso entro a la sala de interrogaciones una chica joven trabajadora del banco quien se encontraba en el área de cajas cuando todo ocurrió.

- Hola, ¿Cómo te llamas?

- Hola, me llamo Regina - Ella respondió tímidamente.

 - Ok Regina, ¿Qué edad tienes y hace cuanto empezaste a trabajar en el banco? también cuéntame que fue lo que viste y si notaste algo sospechoso antes de que todo eso pasara. - El agente a cargo de los interrogatorios ya sabía quién era ella y todo sobre su trabajo, pero por mero protocolo y ver si ocultaba algo preguntó por su nombre y otras cosas más personales.

- Llevo unos meses trabajando como cajera en este banco, es mi primer trabajo formal y tengo 20 años de edad. Lo que vi fue una maquina en forma de araña que entro por la puerta de cristal, le disparo a un guardia de seguridad y luego entró al área de solo personal autorizado.

- ¿Al área de personal autorizado? ¿no ingresó a la bóveda? - Cuestionó a la cajera pues sospechaba que algún empleado del banco estuviera involucrado en este asalto.

- No lo sé, no pude ver nada desde el área de cajas, la única salida da a un pasillo que conecta con el pasillo donde eso entró y no quisimos salir de ahí hasta que todo terminó.

Y así pasaron horas entre varios interrogatorios de todos los presentes, muchos ya se encontraban notablemente molestos por el tiempo perdido que eso les estaba tomando. Pero no se podía hacer mucho, las autoridades y el mismo gobernador presionaban para que nadie se fuera sin antes tomar la declaración de todos los testigos.

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