12 Capítulo 12 – Embarazoso, Sin Explicación Alguna.

Luego de que el rostro de Nian Xiaomu titubeara, ella se levantó y estuvo dispuesta a culminar esta embarazosa escena.

Durante el siguiente segundo, una pequeña sombra apareció en la parte superior, donde se ubicaba su cabeza.

—Hermana bonita, ¿Por qué estás aplastando a mi Papi? —preguntó una voz joven y tierna.

¡Esa pregunta tuvo el efecto de un trueno directo en sus oídos!

Cuando Nian Xiaomu levantó la mirada, la cara adorable de Xiao Liuliu apareció frente a ella.

Sus ojos grandes y parpadeantes, con una mirada sorprendida y perdida, la observaron fijamente.

—No es aplastar… Xiao Liuliu, escucha a la hermana…

*Plop*

Antes de tener una oportunidad de estabilizar su cuerpo, Nian Xiaomu volvió a desplomarse contra el pecho del caballero en un estado de pánico. Sus labios color cereza se posaron en los finos labios de él.

Era un aliento familiar, tan dominante, tan fuerte, y acompañado de un tenue olor a menta.

La escena de su primer encuentro en el hospital apareció de nuevo en la mente de Nian Xiaomu…¡Estaba llena de sensaciones de muerte!

Nian Xiaomu se desprendió violentamente de su cuerpo, como si se hubiese electrocutado. Sin titubeo se desplazó hacia atrás, temblando.

Ella no quería verle la cara a Yu Yuehan… Si ella le dijera que no lo había hecho a propósito, ¿él le creería?

O más bien, ¿el impacto sería menor si ella le pidiera disculpas primero?

Nian Xiaomu forcejeó durante unos segundos. Finalmente, siguió los instintos de su cuerpo y se encogió hacia la esquina de la habitación, donde estuviera más lejos de él.

—No lo hice a propósito. ¡Disculpe!.

Se desplomaron al piso y se besaron… Fue la primera vez que Yu Yuehan enfrentó a una situación como esa durante toda su existencia.

Además, esto había sucedido justo en frente de su hija.

Mientras él se levantaba, miró a un lado. Era su asistente, quien estaba asombrado al punto de parecer una figura de piedra. Mirando desconcertadamente desde la puerta.

Grandioso, mira lo que ella ha hecho. ¡Otro testigo!

—Joven Amo, la esquina de su boca…— tartamudeó el asistente una vez que finalmente se recuperó de su asombro, como si antes hubiese tenido un encuentro fantasmal.

—…

Yu Yuehan tocó sus finos labios con sus delgados dedos, frotando una marca mojada. Al bajar la mirada, observó sus dedos. Había una clara mancha de sangre.

—Creo que el sangrado fue resultado del beso…—comentó el asistente desde atrás.

—¡Cállate! —Yu Yuehan crujió sus dientes.

¡No era necesario un recordatorio de tan vergonzoso encuentro!

Después de escuchar lo mencionado por el asistente, Nian Xiaomu lo miró inconscientemente.

No obstante, ella se encogió justo en la esquina una vez que se dio cuenta que realmente fue su comportamiento tosco el cual dio como resultado una cortada en los labios perfectos de Yu Yuehan.

Verdaderamente ella deseó poder cavar un hueco y enterrarse en él…

Aún en la habitación, Yu Yuehan estaba conteniendo su temperamento desde que vio la mancha de sangre…

Toda la habitación parecía estar sellada con hielo, ocasionando escalofríos a todos los allí presentes.

Justo cuando Nian Xiaomu pensó que su destino estaba sellado, ese hombre (con fuerte presencia) lanzó una mirada feroz hacia ella y se marchó… así nada más…

¿Se marchó?

Nian Xiaomu corrió hacia la puerta y miró atónita su espalda ligera y feroz, mientras desaparecía de su vista.

Éste hombre… es demasiado temperamental.

—¡Joven Amo! —El asistente lo persiguió apresuradamente hasta que finalmente lo alcanzó.

—Joven Amo, ¿vamos a dejar a la señorita al cuidado de Nian Xiaomu después de retirarnos de esta manera? —El asistente limpió las gotas de sudor que se formaron en su frente, sin notar la expresión peculiar de Yu Yuehan.

Éste detuvo el paso al escuchar esto.

Una mirada complicada se mostró en su bien parecido rostro.

La escena de Nian Xiaomu cayendo encima de él, estaba presente en su mente…

Era completamente capaz de evitarla y pudo haber observado como ella se precipitaba al piso.

Sin embargo, sólo pudo mirar cómo ella inevitablemente aterrizaba sobre él.

Era como si su cuerpo petrificado hubiera sido golpeado contra el suelo.

¡Al final, ella incluso lo tocó y lo besó!