962 962 Emergiendo de los profundos compartimientos de su memoria

Yu Yuehan le respondió: —En ese caso, ¿por qué estás poniendo una cara taciturna como si estuvieses asistiendo a un funeral?

—…

¡Olvídalo si sus heridas duelen como loco!

Como mínimo, ella no sería perturbada por él sólo porque su corazón dolía por su causa.

A pesar de que Nian Xiaomu lo estaba maldiciendo silenciosamente en su corazón, sus acciones no pegaban con sus pensamientos mientras ella levantaba la taza de agua para dársela cuidadosamente.

Yu Yuehan se le quedó viendo a Nian Xiaomu, quien se veía muy entusiasmada por cuidarlo, justo como si cuidara de un niño pequeño. Cuando ella le colocó la taza de agua en los labios, él enarcó sus cejas, pero igual cooperó y se la bebió.

Se sentía muy cómodo que alguien lo cuidara e inconscientemente quiso amortiguar la parte de atrás de su cabeza con su mano.

A él se le había olvidado que su mano derecha estaba herida. Por lo tanto, su expresión cambió desde el momento que estiró su herida.