815 815 ¡Tan Bengbeng no está muerta!

No era la primera vez que Xiao Liuliu caía enferma.

Esa niña, quien normalmente era muy activa y podía atormentar a todos los de la mansión hasta el cansancio, de repente había caído tumbada en la cama, completamente quieta.

Su pequeña cara había estado espantosamente pálida. Incluso su respiración había sonado débil...

Esa fue la primera vez que sintió miedo desde que se había convertido en el presidente de la Corporación Yu.

Había temido que al no saber cómo cuidarla adecuadamente le costara la vida a esa pequeña y delicada cosita.

Fue en ese momento cuando se dio cuenta del significado de la palabra "Padre".

Había llevado a Xiao Liuliu al hospital y se había quedado junto a ella durante unos días. Sólo cuando el médico repetidamente le dijo que la niña estaba muy sana y que viviría una larga vida, estuvo dispuesto a llevarla de vuelta a casa.

Yu Yuehan perfeccionó sus conocimientos sobre el cuidado de los niños durante ese período.