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EL REGRESO DE LOS INVOCADOS [IZUKU X HAREM]

En un día común y corriente nuestro protagonista, Izuku Midoriya, fue victima de ser transportado a otro mundo, junto a varias personas conocidas. Al pasar varios años, finalmente pudieron regresar, no sin haber hecho enfurecer a los dioses. Para su sorpresa, solamente habían pasado 10 minutos durante su ausencia. Dando como resultado a situaciones incomodas en su llegada.

DaoistePNp8V · Anime & Comics
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Capitulo [1]

(...)

—¡No puede ser!

Una hermosa chica de la sección de publicidad de la academia quedó severamente conmocionada por lo que acababa de ocurrir justo enfrente de sus ojos. Mientras se hallaba incapaz de levantarse en el suelo por el miedo que le llegó a paralizar sus músculos.

Todo había iniciado porque un miembro de la famosa clase 2-A de la sección de héroes la había citado para probablemente confesarse abiertamente para salir a una cita. Al principio, pensó que sería uno de los chicos apuestos que alberga esa clase, tales como el misterioso Shoto Todoroki, el agresivo Katsuki Bakugo o el tierno Izuku Midoriya. Por lo que, sin objeciones aceptó aquella misteriosa carta anónima que le habían dejado en su casillero.

Lo que más le intrigó de esa carta era la hermosa poesía que se había escrito. Una que le alababa su belleza y otros atributos. Parecía en ese momento que quien lo había escrito podía haber sido un buen poeta o escritor si no hubiera elegido ser héroe. Dicha invitación a reunirse se convirtió en el inicio de una novela romántica hecha realidad.

Obviamente, para una chica que soñaba con salir con apuestos chicos y que, además, estos fueran tan sensibles como apasionados, esto representaba la oportunidad perfecta. Sumado a que tenía tiempo porque era el descanso reglamentario para todos los cursos.

Ingenuamente, fue a un espacio privado cerca del edificio de servicios de mantenimiento con su mejor look posible para sorprender a su misterioso pretendiente. Desafortunadamente, quien la estaba esperando no fue ninguno de los apuestos chicos de esa clase, sino el enano más pervertido que esa generación pudo haber concebido: Minoru Mineta.

Él se había ganado su mala fama con creces al haber hostigado a las chicas más hermosas de toda la academia con actitudes repugnantes. Además, muchas veces, según le habían comentado, sus confesiones eran las más patéticas que algún mortal haya hecho.

Aunque, ella no podía negar que tuvo clase al utilizar poesía para atraerla y estar con flores que probablemente le costaron el salario de un año a alguien que gana el salario mínimo nacional.

—¡Teshigawara-senpai!—Dijo Mineta haciendo una reverencia, mientras sostenía las flores enfrente de ella—Usted es una belleza que supera con creces a la de una estrella en el cielo. Por lo que... yo... quisiera pedirle que sí podría salir conmigo a ir al parque de diversiones de Musufatu, este fin de semana.

Aunque llegará a respetarlo por los detalles al hacer esta invitación. Ella aún estaba enojada por la pérdida de tiempo que representó llegar aquí y que sus expectativas se derrumbaron fácilmente.

Así que, no tuvo reparos en ser lo más directa posible.

—Minoru, lamento decirte esto pero tú reputación te precede y por ahora no te conozco lo suficiente para garantizar que seas alguien con quién saldría. Simplemente no eres mi tipo. Lo que podría recomendarte es que...

Cuando iba a decirle que la poesía y los detalles era algo que probablemente sea lo que podría mejorar su reputació repente, la frustración de Mineta se hizo presente ante su respuesta.

—¡Maldita sea! ¡Maldito seas Midoriya-san! ¡Los consejos tuyos, de tu madre y del internet no me sirvieron para nada!—Dijo él, mientras tiro con brusquedad las flores al piso— Mejore mi aspecto físico al irme a cursos particulares de físico culturismo, mejore mi higiene, tuve que trabajar horas extras como mesero para conseguir las cosas caras que ellas les gusta, tuve que hacer un curso en línea para poetas y leer un montón de novelas románticas cursis. ¡Joder! ¡Tuve que dejar la pornografía! ¿¡Me perdí dos temporadas de Californication por esto!?

Entre todo el parloteo de quejas de Mineta. Ella no pudo evitar que tal vez, podría haberlo juzgado un poco rápidamente. Tenía que reconocer que el enano se estaba esforzando. Después de todo, tuvo que admitir que la perversión de el y sus quejas en contra habían bajado en estas últimas semanas.

—¡Me rechazaron 30 chicas en cuatro semanas! ¡Una me lanzó gas pimienta al intentar regalarle un par de chocolates! ¿¡Cómo que le di malas vibras?! ¡Esto es un ultraje!

—Minoru-san—Dijo añadiendo un honorífico por respeto—...ehmmm cálmate. Probablemente...

De repente, al intentar calmar el incesante parloteo de quejas de Mineta y relación con las mujeres. No se había dado cuenta a tiempo que poco a poco se estaba formando una circunferencia alrededor del chico. Misma que estaba exponiendo al aire partículas de luz blanquecina. Algo que no llamaba mucho la atención inicialmente.

—¡Pensé que todo sería diferente contigo Teshigawara-senpai! Pero ahora me doy cuenta que de nada sirve cambiar. ¿De que sirve?

No pudo evitar contestarle. En algún momento, sintió que esto se había convertido como si estuviera hablando con una amiga suya, quien se estaba quejando de su fracasada vida amorosa.

—Supongo que el camino de conseguir pareja es lo mismo de llegar a ser héroe. ¿Acaso te fue fácil entrar a la academia o tener la fama que te ganaste junto con tu clase?; ¡Claro que no! Es lo mismo. Cómo diría mi hermana mayor, las jóvenes de nuestra edad se van a guiar por la apariencia, y cuando crezcamos nos vamos a fijar en otras cosas que no sea eso y no, no será ni dinero o si eres guapo. Soy y muchas realmente somos soñadoras, así que no eres tú. Así que, ¡sigue intentando! Hay chicas que tienen gustos diferentes a los típicos idols.

De repente el parloteo de Mineta se paró abruptamente y la miró directamente.

—¡Suenas exactamente a la mamá de Midoriya-san! ¡No puedo creer que sean las mismas palabras!

—¡Ella te dió buenos consejos!—Dijo ella exclamando.

A lo que Mineta respondió:

—¡Puras tonterías sin sentido!. Llegar a treinta chicas no es algo que te motive a seguir—dijo Mineta con mucha frustración, sin saber que sus pies estaban siendo un punto de atracción para las partículas de luces misteriosas.

Realmente estaba demostrando rendirse por esto. Aunque tenga dudas por su fama y precedentes, no sería moral dejar que se derrumbe alguien que claramente se había esforzado.

—¡Solo cambia tu estrategia! Conmigo casi lo logras, ¡me ilusionaste muy bien! Si te rindes...¡Espera! ¡Minoru-san! ¡TUS MANOS!

—¡Teshigawara-senpai! ¿Qué me está pasando? Me estoy sintiendo como si tuviera sueño—dijo Mineta con una voz débil, mientras admiraba sus manos blanquecinas.

Mineta se había dado cuenta muy tarde que su cuerpo estaba siendo cubierto por la partículas. En cuestión de minutos, él había quedado atrapado en una especie de evento que lo había atrapado cruelmente.

—¡Minoru-san! ¿¡Que hago?!—Dijo ella en pánico.

Ella no era de la clase de héroes, solamente era una publicista en aprendizaje. Ni siquiera podía reaccionar ante el inminente peligro de su compañero. Quien pedía entre súplicas, auxilió inmediatamente.

—¡Ayúdame! ¡Ayúdenme! ¡No puedo moverme!...Teshigawara-senpai, tengo miedo—Dijo Mineta, quien se había quedado paralizado.

Ella fue testigo de cómo Mineta puso su expresión de horror y miedo. A su vez, también vio como poco a poco el se estaba desintegrando en esas partículas de luz. Cómo si fuera ceniza volando en distintas direcciones. Lo máximo que intentó fue tratar de agarrarle, pero solamente ella lo atravesaba como si fuera un holograma de luz. En consecuencia, tuvo una impotencia que jamás experimentó en su vida, ya que no pudo salvar a su compañero que estaba siendo desintegrado. Aún si no se conocían del todo, ella tenía que salvarlo.

Lo último que vio fue como Mineta desapareció junto con las partículas de luz. Dejando atrás un grito abogado que logro escuchar perfectamente.

Después, solamente le quedó estar en el piso, con la conmoción del evento inundando su mente.

Solamente bastó unos minutos para que él desapareciera y nunca supo el porqué. La vergüenza de no haber hecho nada y el miedo eran lo único que la acompañaba.

Así estuvo, unos minutos más sin hablar y quedarse sola con sus pensamientos. Pensando sobre la familia del chico y su sufrimiento. Del cómo tendrá que explicarle esto a la policía sin que le acusen de ser una loca que inventó todo el suceso. Un montón de variables que simplemente le daban una mala vista de su futuro.

Lo que no esperaba ella, era que otra vez el círculo que había desaparecido a Mineta, había aparecido de nuevo en el mismo lugar. Dejándola totalmente confundida.

Bastó unos cuantos segundos en qué las partículas de luz materializaron inesperadamente a un caballero con armadura de baja estatura. Su yelmo cubria totalmente su rostro, su peto estaba la figura de un lobo tallada en relieve, sus hombreras estaba hechas de un metal negro muy extraño, tenía una malla metálica que le llegaba hasta las rodillas. Por último, este sostenía un gran mazo que se veía bastante pesado.

Obviamente, el miedo que ella tenía al ver al misterioso hombre era mil veces peor del que sintió antes con la desaparición de Mineta. Incluso logró sentir temor por su vida ante la imponente armadura y porte del hombre que vino del mismo lugar.

Cuando estuvo a punto de correr para avisar a los profesores presentes para que la auxiliaran, la voz del hombre interrumpió su repentino escape.

—¿¡Teshigawara-senpai!?—preguntó sorprendido el caballero, cuya voz era bastante familiar.

Ella claramente lo reconoció, a pesar de que esa voz se oía más madura, seguía siendo la de Mineta. Ese mismo chico que desapareció, ahora estaba nuevamente con ella, portando está extraña armadura digna del Señor de los Anillos.

—¿Minoru?—preguntó nerviosa.

—¡Si!—Dijo Mineta con un tono bastante emocionado.

—¿Cómo...¿Cómo es posible? ¡Te vi desaparecer!

—¡Volví! —Dijo Mineta dejando reposar su mazo en el pastó del perímetro, perteneciente al edificio que se encontraban.

—yo...

De repente Mineta siguió hablando para sí mismo. El no pudo evitar contener su emoción por su regreso, ya que para él eran más que buenas noticias.

—Por lo que veo la diosa inútil cumplió con lo que dijo. Aunque, nos transportó al parecer justo momentos en que nos fuimos—Sin previo aviso rio un poco— Algunos no les va a gustar, incluso al jefe.

Rápidamente al oír eso, ella se levantó rápido con algo de intriga. Ella era tan fan de las novelas isekai cómo de las novelas románticas, aunque no era muy fan de los harens. En algunas, en sus argumentos contaban con originalidad en cuanto a cómo manejaban sus protas en el nuevo mundo. Un ejemplo claro, fue la novela Grimgar , siendo una de sus favoritas.

Ese enano había ido a otro mundo, eso no quedaba duda por lo que estaba comentando y el suceso de la teletransportación. Por un momento, se sintió tonta al no notar que no se estaba desintegrando y aún más por no saber lo que pasó al instante.

Entonces, se enfocó en la chica que tenía enfrente.

—¿Sabes? Teshigawara-senpai, durante mucho tiempo, he pensado lo que haría si logrará volver y hasta tengo una lista de ello. De hecho, las personas quienes fueron conmigo también la tienen...cómo sea. Hablar contigo y agradecerte fue una de las primeras cosas que me propuse hacer y honestamente tenía miedo de que hubiera pasado tanto tiempo que ya ni siquiera estarías aquí, más que como un adulto y en algún lugar que nunca sabré o prácticamente ya estuvieras muerta por el ciclo de la vida. Pero afortunadamente, estás aquí, justo en el momento en qué me he ido, ¿No es genial?

—¿Agradecer de que?—Pregunto con curiosidad ella.

—Sin tus consejos ni siquiera tendría lo que tengo hoy... Me refiero a que después de todo, no tenía que rendirme y me quitaste ese pesar que tenía. Gracias.

"¿¡Espera!? ¿Tiene pareja?" Pensó ella sorprendida.

—... de nada—Dijo ella con una ligera pausa nerviosa.

De repente, la reacción de Mineta fue como si hubiera cometido un error.

—¡Oh cierto! ¡Mi error! Resulta que no me he presentado propiamente. Ha pasado el tiempo y no te saludé correctamente. Se que para ti paso poco tiempo, pero en mi caso pasaron años. Digamos que sería bueno algo de formalidad en este caso, ya que no soy el mismo ¿no crees?—Dijo Mineta algo preocupado, antes de quitarse su yelmo.

—No te preocupes—Dijo ella comprendiendo lo que él quería decir—...¿¡Que!? ¿¡Qué demonios!?

Ella se encontró con un Mineta bastante diferente al que ella conocía. Las uvas en su cabeza desaparecieron, siendo reemplazadas por una cabellera rizada y alborotada de color púrpura. Ahora tenía facciones más definidas y finas, una nariz respingada. Sumado a que tiene una cicatriz que le cruza el ojo izquierdo, y un prominente tatuaje en su cuello de un lobo. Le dió por concluir a la chica que ya no era el Mineta que había conocido antes. Todo esto en un lapso de más de 15 minutos.

—Me llamo Minoru Ark Mineta—Dijo él ofreciendo la mano hacia la chica alta , todo desde su posición—¡Miembro honorario de la raza de los Enanos! ¡Maestro herrero reconocido por la raza demoníaca! y no menos importante soy ¡Miembro orgulloso del Clan Wolf!—Dijo exclamando con orgullo, ya que la carta de presentación en el otro mundo era muy importante.

Por otro lado, ella vio que todo esto parecía enorgullecerse. Cómo si estos títulos fueran parte de él. Algo que siempre lo va a acompañar a dónde sea.

Su sorpresa le era difícil de contener. Era el paria de las chicas en la U.A y con esto, probablemente su mala fama se iría con el viento si vieran al nuevo hombre enano que tenía enfrente. Hasta ella no pudo evitar estar embobada por el nuevo cambio, ya que su musculatura estaba tan marcada que se le notaba incluso en el cuello.

—¿!Cómo es posible!?—Dijo ella sin rodeos.

—Simplemente sobreviví—Dijo él alzando sus hombros, restándole importancia al asunto.

—¿Cómo pasó?...

De repente fueron interrumpidos por un escándalo. Ya que se pudo sentir un leve temblor y segundos después se oyó a través de los parlantes de la escuela una canción de la banda "Guns N' Roses" y la voz de la polémica chica Mei Hatsume.

—oh oh, Mei-san al parecer está haciendo lo que nos dijo, a pesar de que le dijimos que no—Dijo con un tono divertido y nostálgico—Tengo que reunirme con el jefe. Incluso, tal vez alcance a ver el espectáculo de ella. Usualmente son buenos, ¡deberías ir! Pero bueno... Me tengo que ir, Teshigawara-senpai. Gracias por ayudarme a tachar una cosa de mi lista. Luego hablamos para ponernos al corriente, tal vez te presente a los demás.

Sin nada más que decir, Mineta se colocó nuevamente su yelmo y después agarró su mazo para dirigirse hacia el centro de todo el escándalo que Mei estaba haciendo.

Obviamente, ella no iba a dejar la oportunidad de saber el origen de su raro día y de al fin conocer a un viajero real de otro mundo. Por lo que estaría cerca de él por ahora.

—¡Minoru-san! ¡Espera! También quiero ver el espectáculo de Mei-san.

Finalmente corrió hacia donde se estaba dirigiendo. Esperando próximamente tener respuestas de lo que acaba de pasar.