Después de descansar un rato empezamos a sentir hambre y nos preguntábamos que podríamos comer, no había nada aparte de esos monstruos pequeños a los cuales decidimos bautizar como los "pequeños caminantes" y no parecían ser comestibles, por lo tanto tuvimos que adentrarnos más en la mazmorra en busca de comida, entre más caminábamos más era el número de pequeños caminantes, en breves instantes encontramos un gran grupo de estos Adam quería vengarse por lo que le hicieron entonces se abalanzó contra ellos, eliminó a varios de ellos los piso los ahorcó pero cada vez había más y lo terminaron descuartizado y matando, al ver esa horrible escena supimos que no podíamos ganar contra un grupo tan grande por lo tanto teníamos que preparar una trampa utilizamos las garras que recogí y un poco de cuerda que llevaba Reilim, clavamos las garras en el piso y la cuerda serviría para hacerlos tropezar y que hací estos se cortaran, yo tuve que hacer de cardada como se movían lento fue fácil escapar de ellos y la trampa funcionó bien pudimos eliminar muchos de ellos y los que sobraron los matamos con nuestras propias manos, lo único que había quedado de Adam era su brazo lo enterramos y continuamos el camino no sin antes recoger las garras pues nos serían muy útiles de ahora en adelante, después de caminar un poco más encontramos un monstruo diferente era verde y tenía filosos dientes al vernos se hizo una bola y cargó contra nosotros le dio en el estómago al pobre de Alex intente clavarle una garra pero fue inútil su cuerpo era tan duro que no pude atravesarlo, para nuestra suerte retrocedió y huyó. Más adelante nos encontramos con otro pero esta vez le lanzó una garra antes de que se hiciera bola y otra y otra hasta que dejara de moverse, examinamos su cadáver y parecía una especie de planta era verde y blando y lo que lo cubría lo hacía parecer una semilla teníamos tanta hambre que se nos ocurrió comer esa cosa sabía horrible era amargo pero no tenía sangre sino un líquido viscoso era repulsivo comer esa cosa pero era eso o morir de hambre, fuimos matando y comiendo más de esas cosas hasta que el hambre desapareciera.