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"¿A ti también te gusta este auto?" Prince se inclinó. "Tienes buen ojo, no hay muchos modelos en el país, me pregunto a quién pertenece. ¿Cómo pudo haberlo conducido hasta aquí?"

el joven permaneció en silencio. Extendió la mano para acariciar su nariz mientras echaba otro vistazo al Lamborghini.

Hunter se dio vuelta, con los brazos cruzados alrededor del pecho y las cejas arqueadas. "Pertenece a nuestro capitán, será mejor que ambos se mantengan alejados o estén preparados para pagar".

"¿Capitán?" Los ojos del joven se profundizaron.

Hunter no se molestó en darse la vuelta. "Podrás verlo después de sobrevivir tres días".

Prince no parecía interesado ya que cualquiera que pudiera conducir un auto deportivo hasta el campamento base definitivamente tenía una formación formidable.