26 Capítulo 26: La justicia podría llegar tarde

Para mostrar su mayor sinceridad, el bachillerato No.1 de la ciudad de Jiang invitó a varios miembros de la prensa.

Fu Jiu estaba parado en el medio. Ella vestía un par de jeans descoloridos, un cinturón negro y una polera simple. Con su cabello plateado enmarañado, ella se veía tan apuesto que los corazones de todos palpitaban.

He Honghua estaba parada junto a ella, y uno podía ver fácilmente la alegría en su rostro.

De hecho, esta era la primera vez que venía a ver a su hija en la escuela después de que comenzó la secundaria.

Fu Jiu parecía pensar en algo y torcía su perforación con una mano. Bajando su voz, dijo: —Mamá, más tarde, cuando el Director Zhang se disculpe, ignóralo. Déjame las preguntas a mi.

—¡Está bien, está bien!

He Honghua era, de hecho, un poco torpe para hacer las cosas, así que, por supuesto, escuchó a su hija.

Fu Jiu y los otros 5 estudiantes se sentaron juntos, y la prensa estaba ansiosa e impaciente en anticipación. Al fin y al cabo, todos en la ciudad de Jiang estaban esperando en línea ver qué sucedería después.

Fu Jiu estaba calmada encarando todo esto, hasta que el Director Zhang apareció.

Para entonces, el Director Zhang ya no era arrogante. Vestía una camisa arrugada, tan descuidado como uno podría imaginar.

¡Pero no quería renunciar a esto aún más!

¡Claramente, todos esos chicos eran desperdicios inútiles que eran pésimos estudiando!

¡Eran desperdicios o estaban en la ruina!

¿Cómo podían ellos merecer una disculpa de él?

Pero esto necesitaba terminar; si él no se disculpaba, entonces su vida estaría acabada.

El Director Zhang lo pensó y caminó hacia donde estaban los chicos y dijo: —Lo siento.

Aquellos estudiantes no eran tontos; ellos sabían que no lo decía en serio.

Nadie lo perdonó.

El Director Zhang vio la situación y levantó la cabeza ante los reporteros.

—Ya dije lo siento, pero mis queridos amigos reporteros, miren a estos chicos. Son tan obstinados, solo los expulsé porque no tuve más opción…

—Si quieres pedir disculpas, entonces hazlo con sinceridad y honestidad —dijo Fu Jiu con frialdad interrumpiendo al Director Zhang.

—Director Zhang, ¿por qué aún está escupiendo porquería?

El Director Zhang fue provocado por las palabras de Fu Jiu, y una frase escapó de su boca.

—¡Cállate! Si no fuera por una patán campesina como tu mamá, quien enviaba dinero a la escuela todo el tiempo, ¿me pasaría algo como esto?

Fu Jiu río, y replicó con frialdad: —¿Acaso la escuela nos llamó, no para pedirnos disculpas, sino que para hacer un espectáculo? De otra forma,¿ por qué el Director Zhang tendría tal actitud?

—¡Tu!

El Director Zhang no entendía cómo esta persona, que antes solía marchitarse con una sola palabra frente a él, se había vuelto tan elocuente.

La prensa capturó esta escena y enfocaron las cámaras sin parar.

La ineptitud del Director Zhang en cuanto a relaciones públicas no significaba que todos en la escuela lo fueran.

¡Al oír esto, uno de los directivos de la escuela dio una amonestación en una voz baja.

—¡Cállate! Invitamos a estos chicos de vuelta a la escuela con sinceridad, más te vale reexaminar tu posición antes de abrir la boca.

Esto era una advertencia.

El Director Zhang entendió esto e inclinó la cabeza con su cara pálida. Apretó sus puños y se disculpó con Fu Jiu.

—Me disculpo por lo sucedido, estuvo mal privarte de tu derecho a estudiar. Estoy terriblemente arrepentido.

—¡No solo el de estudiar!

¡Una chica gritó de repente!

—¡También nuestra reputación! ¡De hecho, todos estábamos celosos de que Fu Jiu tuviera una madre rica que podía gastar dinero por ella! Solo porque yo no nací con dinero, me expulsaste diciendo que era una ladrona! Mi madre pidió ayuda a todos los que pudo en la ciudad de Jiang para que yo pudiera volver a la escuela, y ella fue insultada por la gente que se burlaba de ella a sus espaldas. ¡Tú no mereces ser un profesor!