10 Capítulo 10. El Primer Encuentro Oficial Entre Fu Jiu y Qin Mo 3

No había nada ahí debajo, excepto un bolígrafo.

La profesora de inglés fijó más sus ojos, sintiéndose engañada por un estudiante llamado Jiang Feiyang.

Fu Jiu sincronizó una inocente mirada sobre su deslumbrante belleza.

Al ver esto, la rabia quemaba el corazón de la profesora mientras se giraba hacia Jiang Feiyang―. No solo no pones atención en clase, ¿sino que ahora estás planeando dejar que otros paguen por ello? ¡Vete ahora mismo!

Jiang Feiyang no comprendía cómo terminó en ese estado. Ese pequeño cobarde estaba jugando, ¡por el amor de dios! ¿Cómo pudo haber reaccionado tan rápido?

Y... estaba claro que ese era el nombre del joven maestro Qin dentro del juego, ¿verdad?

¿Estaba equivocado?

Luego de echar a la persona que la estaba perturbando, Fu Jiu bajó su cabeza y sacó de nuevo la tableta.

Pero ahora, lo frustrante era que, a causa del chillido de Jiang Feiyang, pulsó el botón «Aceptar» por error.

En el momento en que Fu Jiu estaba a punto de borrar a la persona de sus contactos, le pareció sentir algo, sus negras pupilas se encogieron de repente.

Justo después, su boca se curvó en una sonrisa que no parecía realmente una sonrisa.

―No esperaba que llegara el día en que alguien me cazara. Interesante.

Mientras Fu Jiu hablaba, sus dedos se movían rápidamente y la página en la tableta cambió en medio segundo.

El juego desapareció. Y todo lo que quedaba eran cadenas de códigos inundando la pantalla.

En comparación con el relajado Fu Jiu, un gigantesco gordinflón estaba sentado al otro extremo golpeando el teclado como loco, causando ruido. Luego chocó con todo su cuerpo contra el escritorio, golpeándolo con dureza―. Mierda, ¡se escapó!

―¿Qué dijiste? ¿Escapó? ―El joven con rasgos gatunos apagó los auriculares de la transmisión en vivo, ignorando los millones de seguidores que estaban sintonizando. Volteó su cabeza con sorpresa―: ¿Cómo pudo escaparse de tus manos? Tú estás en la primera posición de la lista de Hackers de la nación, Fatty. No bromees así, ¡el capitán está aquí!

Fatty se limpió la cara y sus ojos brillaban por la excitación de conocer a otro maestro. Él no le respondió al joven con rasgos gatunos pero se dirigió hacia Qin Mo y dijo entusiasmado―: CEO Qin, ¿dónde encontraste a este tipo? ¡Es impresionante! Su reacción es algo baja y se fijó en mí un poco tarde. Pero luego de eso, él produjo un total estallido. Cientos de miles de falsas identidades se escaparon al mismo tiempo, ocultando los datos auténticos. No solo eso, ¡incluso instaló un virus no decodificable en mi ordenador mientras borraba todas las huellas! Asombroso, ¡simplemente asombroso! Supongo que su ordenador no posee altas especificaciones. De lo contrario, incluso yo no hubiese podido irrumpir su entorno exterior.

―Espera, Fatty. Dime primero qué sucede con mi ordenador. ¿Por qué la pantalla está en negro? ―El joven con rasgos gatunos mordió la oreja del conejo y no entendió nada de lo que Fatty había dicho.

Fatty lo explicó de manera simple―: El oponente instaló un virus en tu ordenador y yo no puedo decodificarlo.

Los labios del joven con rasgos gatunos se estremecieron―. ¿Me estás diciendo que no solo no lo hackeamos, sino que también destrozó mi ordenador?

―Si, puedes decir eso ―Fatty se tocó la barbilla de manera reflexiva.

El joven gatuno dijo―: ¿En qué piensas? ¿Estás orgulloso de haber sido hackeado?

Qin Mo se tomó todo lo que había sucedido como si nada. Extendió su brazo, soltó sus documentos de la compañía y cruzó sus largas piernas. La forma de su quijada creaba una suave línea al instante que decía―: Cuéntame sobre ese entorno externo al cual tú irrumpiste.

―¡E! CEO Qin es magnífico, siempre llega al meollo del asunto.

Fatty rió, aparentemente astuto―: Acabo de bloquear su localización general. ¡Está aquí, en esta misma escuela!