El mundo en cambio

—¡Bang!

Un libro caído despertó sobresaltada a Kate. Le llevó unos momentos darse cuenta de que todavía estaba dentro de su aula, supuestamente escuchando la presentación del profesor. 

—¿Eh? —Kate parpadeó y luego dirigió su atención al costado, recogiendo sus libros caídos con las mejillas rojas. Echó una mirada al frente y suspiró aliviada al ver que su profesor no le estaba prestando atención.

El tercer año de universidad no había sido amable con Kate. Estaba demasiado privada de sueño para concentrarse, habiendo pasado la noche anterior apurándose para terminar sus tareas. 

—Las ecuaciones de Euler son ecuaciones diferenciales parciales no lineales para describir la dinámica— 

Los ojos de Kate vagaban por toda el aula, mirando cualquier cosa menos al Profesor Kyle y su presentación para asegurarse de no quedarse dormida de nuevo.

Al mirar por la ventana a su lado, notó de nuevo el cielo rojo oscuro. Había estado así durante meses, en todo el mundo, pero nadie podía explicar por qué. Kate se preguntaba cuánto tiempo iba a durar. 

—Está lloviendo.

Kate parpadeó. Parecía que incluso la lluvia ahora tenía un color rojizo.

Qué fenómeno tan extraño.

Brrring! Brrring! Brrring!

Llevantándose de inmediato, Kate metió sus libros en la mochila en un solo movimiento suave. Por el rabillo del ojo, pudo ver que Lucy también había sido revitalizada por el timbre de la escuela. 

—¿Tú también estabas durmiendo? —preguntó Kate.

—¿A qué te refieres con durmiendo? —Lucy resopló mientras guardaba sus pertenencias en su mochila—. Solo estaba soñando despierta.

Kate se rió.

El Profesor Kyle echó un vistazo a su reloj y anunció con voz baja:

—La clase ha terminado, pueden irse. No olviden terminar sus lecturas para la próxima lección.

—¡Sí, Profesor! —fue la respuesta colectiva de los estudiantes demasiado emocionados para ocultar su alegría de finalmente poder salir del aula de conferencias. Habían planeado un pequeño partido de baloncesto después de clase. 

*Meow~*

La pequeña bola de pelo en el escritorio del Profesor Kyle captó la atención de Kate justo cuando estaba haciendo su escape, lo que la hizo mirar hacia atrás a través de la puerta de cristal. 

Normalmente, el Profesor Kyle no traería al gatito. Solo llevaba al pequeño gatito al veterinario y no había tenido tiempo de volver a casa, así que solo podría traer al gato al aula.

A las chicas naturalmente no les importaba.

Muchas pasaron la lección mirando al gatito en lugar de la aburrida presentación. Era obvio que querían acariciarlo, pero la expresión severa del Profesor Kyle impidió que cualquiera pidiera permiso. 

De verdad…

No podían entender por qué este frío profesor incluso traía un gatito tan pequeño. ¡La imagen simplemente no coincidía!

—¿Vas a ver el partido de baloncesto? —La pregunta de Lucy interrumpió el flujo de pensamientos de Kate. 

Kate negó con la cabeza:

—Aún no he terminado la tarea.

—Tsk, qué estudiante modelo eres —comentó Lucy con sarcasmo.

Kate simplemente sonrió en respuesta y sacó su teléfono para revisar mensajes sin leer. Pero un grito repentino interrumpió ese plan. Kate frunció los labios instintivamente. Ese grito le sonaba familiar. 

—¡Oye! ¿Qué te pasó a ti? —gritó una voz conocida.

—¿Estás bien?

—¿Cómo te sientes? ¿Puedes levantarte?

Kate se giró hacia el alboroto, solo para ver a Lotus, una de las estudiantes más populares y también la bella aclamada de la universidad, agachada en el pasillo, sosteniendo su cabeza y rodeada de chicos preocupados. Parecía herida. Kate arqueó las cejas con leve sorpresa. 

Lucy rodó los ojos. —Lo está haciendo de nuevo. Esta es ya la cuarta vez esta semana.

Kate sonrió impotente. 

Porque Lotus tenía una gran figura y rostro, a muchos chicos les gustaba. Algunas chicas no la querían porque sentían que era demasiado falsa, incluyendo a Lucy, quien no quería acercarse a Lotus en absoluto.

Kate optó por ignorar el fiasco. Rápidamente leyó y respondió los mensajes nuevos. Justo cuando estaba a punto de poner su teléfono en su mochila, notó que su estuche de lápices faltaba. Suspiró. —Voy a volver al aula. He dejado mi estuche de lápices atrás.

—No tardes mucho —Lucy agitó su mano.

—No lo haré.

Tomó su tarjeta de estudiante y la escaneó en el lector antes de empujar la puerta. Como esto era la facultad de ingeniería, sus profesores parecían haber asumido la responsabilidad de asegurarse de que la facultad de ingeniería tuviera la tecnología más avanzada. 

Esta puerta con cierre automático era una de ellas. Los estudiantes tendrían que usar su tarjeta para abrir la cerradura, lo cual naturalmente registraría su entrada y salida. Se utilizaba para su asistencia, aunque se demostró que era bastante ineficaz dado que algunos estudiantes a menudo 'prestaban' su tarjeta a su amigo para 'demostrar' su asistencia.

Naturalmente, cuando querían volver a casa, con un solo estudiante era suficiente porque podían mantener la puerta abierta y los demás salían lo suficientemente rápido.

Kate entró y miró al pequeño gatito que se le acercó. 

*maullido*

El pequeño gatito trotó hacia ella. Incapaz de resistir su ternura, se inclinó para darle unas ligeras palmaditas en la cabeza. 

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Kyle miró a Kate y arqueó las cejas. —¿Algo?

Kate se levantó de inmediato. ¡Había olvidado por completo al Profesor Kyle!

—Yo... dejé mi estuche de lápices en el aula, discúlpeme, Profesor —Kate se inclinó y evitó su mirada.

Kate intentó caminar hacia su escritorio, pero el pequeño gatito continuó frotando su zapato. Kate no se atrevía a moverse, para no pisarlo accidentalmente. Le gustaban los animales, y por lo general a ellos también les gustaba. Parecía tener cierta afinidad con los animales, pero ahora deseaba no tenerla.

Se sentía tan avergonzada.

El Profesor Kyle todavía estaba ordenando su escritorio. Había varios tomos gruesos, y Kate sabía que nunca sería capaz de entenderlos todos.

Al ver que el Profesor Kyle no tenía intención de ayudarla, Kate se agachó. —Gatito, tu hermana mayor necesita irse, ¿de acuerdo?

—Meow~

El gatito la escuchó, pero no se movió.

Kate sintió que se le derretía el corazón ante su adorabilidad. Sin embargo, suavemente sacó al gatito de su zapato.

Justo cuando estaba a punto de apartarlo, el trueno empezó a retumbar afuera.

BABABADALGHARAGHTAK!

Kate sintió algo golpear su cabeza. Por un breve momento se preguntó si había sido alcanzada por un rayo dentro de casa. Su cuerpo se desplomó y su visión se nubló.

Lo último que vio fue al gatito en su mano maullando sin parar y, detrás de eso, el cuerpo del Profesor Kyle en el suelo.

'¿Qué diablos pasó?'

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