12 Liulre, El Ángel Caído De La Ira Que Devora El Corazón

Esta era la academia Kuoh, aquí estaba el edificio donde se ubicaba el club de Rías, ahora más parecido al original, con el circulo de la familia Gremory, grabado en el suelo.

Desde hacía casi cuatro meses que Sona, Rías y Akeno, habían comenzado su primer año, también era el momento en que la Academia empezó a aceptar hombres, por lo que Yue también "asistía".

Claro, su presencia, aparte de un momento de distracción, realmente no existía, pero aun así, pasaba tiempo con los demonios en su club, hablando de varias cosas y divirtiéndose de vez en cuando.

Ahora era de noche, era miércoles y eran aproximadamente las once, Yue decidió quedarse y acompañar a Rías y Sona, pues al parecer, sus miembros habían tenido una afluencia de "trabajo", es decir, contratos con humanos.

Pronto, el circulo de la habitación brillo, mientras Akeno, Kiba y Koneko, salían de este.

- Entonces, Yue, ¿Cómo va la relación con mama? –pregunto Akeno, una pregunta que hacía de forma constante.

- Muy bien, no tan lejos como quisiera, pero confió que si te como, ella me dejara comerla –respondió Yue, una respuesta que en realidad siempre daba.

- Bah –resoplo Akeno– tu apetito sigue siendo realmente grande, sigues sin aprender a moderarte.

- Cuando tanta comida deliciosa y que huele tan bien, se pasea frente a tus ojos, es difícil contenerse ¿sabes?, en especial porque ya he pasado por casi la mitad del proceso de conversión demoniaca, y mis deseos son difíciles de controlar –dijo Yue, con una sonrisa, pero sus ojos no pudieron evitar vagar por el cuerpo de Akeno, Rías y Sona.

- ¡Pervertido! –dijo Koneko, sin ninguna moderación.

- Bueno… no lo niego –rio levemente Yue, mientras Rías hacia un puchero, Sona ponía los ojos en blanco y Akeno se reía de manera sádica y peligrosa.

- … si no me equivoco, Koneko quería preguntarte algo Yue-sempai, ¿cierto, Koneko? –hablo Kiba, que en realidad se sentía incomodo, pues a sus ojos, parecía que Yue coqueteaba con todas las chicas de la sala, mientras lo ignoraba por completo.

- ¿Oh?, ¿de qué se trata Koneko-chan? –pregunto Yue, a la pequeña gatita.

- … me gustaría que me enseñaras senjutsu –dijo la chica.

- ¿Eh? Vaya, en eso si te fallare, aunque últimamente me he vuelto genial, el senjutsu está fuera de mi alcance –contesto Yue, mientras las chicas y hasta Kiba, se quedan sin palabras, por la desvergonzada respuesta.

- … mentiroso, tu dominas la energía, y hasta el mana de la naturaleza, es obvio, que puedes hacer senjutsu –dijo Koneko, mientras le lanzaba una sonrisa de desprecio.

- … vaya –dijo Yue algo intrigado– … veamos… sin que tú me lo permitas, yo puedo tomar cierto control de tu energía demoniaca, si me lo permites, puedo tomar casi completo control, pero incluso si me lo permites, aparte de decidir dejarte viva o matarte, yo no puedo influir en la "energía de la vida" en tu cuerpo.

- El mundo, el universo y hasta el espacio, son como un ser vivo, solo que muy peculiar, son una especie de existencia, al no tener ego, manejar, dependiendo de tu poder personal, una cierta cantidad de energía, es en realidad muy fácil… o relativamente fácil, pero la "vida" que nace, crece o viene, de ellos o junto con ellos, es algo muy … único, ahora veamos, el senjutsu no es un control, hasta donde yo entiendo, es una técnica de integración, integras la energía de vida a tu energía de vida, es como integrar la cantidad de vida de Kiba, a tu cuerpo, pero sin despojar a Kiba, de su propia vida.

- … –Koneko se quedo pensativa, pero asintió.

- Ahora, ese tipo de integración, se hace no solo con sentidos, sino en una forma de convivir, mi naturaleza es "controlar" y "dominar", aunque si entreno podría tener un pequeño éxito, en sí, el senjutsu está fuera de mis limites, ¿me comprendes, Koneko-chan?

- … –Koneko se encogió de hombros, un poco decepcionada, pero lo entendió.

- Ahora que, si quieres un consejo, ¿Por qué no vas a los hospitales humanos? –Koneko lo miro con suspicacia– tu ya tienes una idea básica del control de la energía natural, retrocede un paso, e intenta controlar la energía "natural" de un ser vivo, para curarlos, es decir, su vida, ¿a que le temes, Koneko-chan?

- … ser sobrepasada –respondió Koneko.

- La energía "natural" de un humano, es débil, su "vida", sin embargo, está infectada con sus emociones, sobre todo, las de un hospital, mientras más bajo, peor es, miedo, odio, resentimiento, pero en realidad una pizca de esperanza, anhelo y así sucesivamente, la energía de un humano, nunca podrá sobrepasarte, sobre todo porque ahora eres un demonio, y emociones, incluso si intensas, pero sin poder, al menos de forma individual, nunca te sobre pasaran, de esa forma, podrías templarte, y con el paisaje onírico, que les dije crearan con su conciencia y energía psíquica, tal vez tengas avances.

- … –Koneko asintió con un brillo de comprensión, y algo de alegría– gracias Yue-sempai.

- Ahahaha, eso es bueno, si te conviertes en un gatito para mí, lo apreciare –con eso, todos le dirigieron una mirada de exasperación– por otro lado, si te unes con Shigure, tal vez comprendas más cosas y la ayudes a avanzar.

- … ¿Shigure-neesan? –pregunto Koneko intrigada, junto a los demás.

- Una de las razones por las que me fije en ella, no es solo su belleza, si no su extraño talento, ustedes que estuvieron bajo su capacitación, ¿no notaron nada extraño? –pregunto Yue.

- … a pesar de solo recientemente haber alcanzado las 7 Runas del Circulo Mortal, es decir, en solo las 6 Runas, parecía tener una cantidad infinita de resistencia, aunque solo recientemente me familiarizo, pero podría jurar que su actual fuerza física, pero sobre todo, su resistencia, está a la par con las 2 o 3 Runas del Circulo Existencial –respondió Sona.

- Así es –dijo Yuie con un poco de orgullo– para ser exactos, su energía, incluyendo el mana, se recuperan, cien veces más rápido que su nivel, y mientras más estrés, mas rápido se recupera, en batalla, ella es prácticamente semi inmortal, claro, siempre que sea un nivel igual o como máximo 2 Runas superiores, y sin que haya cosas especiales, este fenómeno, está enganchado con su vida, su energía de vida, en un principio, pensé que era un Artefacto Sagrado, pero cuando la purifique con mis llamas, entendí que se trataba de su energía de vida, claro, dicho talento solo sobresale cuando se mezcla con mana y sobre todo, con poder mágico, y definitivamente puede ser sobrepasado, tengo una especulación que trata de la Magia Cíclica, pero aún falta mucho por investigar, tal vez Koneko-chan pueda, no solo desvelar sus secretos, si no obtener ganancias para ambas.

- … –todos los de la sala se sorprendieron, aunque el talento de Shigure solo era pasivo, era muy extraordinario, y ahora las chicas entendieron porque siempre tenían la sensación de que la mujer no se cansaba, y era porque de verdad, no se cansaba.

- … así lo hare –dijo Koneko– Shigure-neesan es mejor que sempai, quizás de esta manera, pueda proteger a Akira-chan de sempai.

- … –Yue se quedo sin palabras, al ver lo serio que la pequeña gatita, era al clasificarlo de pervertido– oi oi, Kone…

De pronto, Yue detuvo sus palabras y miro hacia la ventana, pero su mirada era muy seria y fría.

Todos se percataron de inmediato y voltearon a ver hacia esa posición.

Ahí, a una distancia del edificio, que un humano no podría ver, pues tanto en altura, como distancia, sobrepasaba el territorio de la propia Academia, se encontraba un hombre, como parado sobre el aire.

Era alto, de 1.70, su pelo largo y blanco, ahora con un tinte plateado, sus ojos originalmente azules, ahora eran una extraña mezcla de negro y rojo, mientras cuatro alas de ángel caído, sobresalían de su espalda, cada una, con un tamaño de más de seis metros.

Él, los miraba con un odio no disimulado, pero sobre todo, con rabia, una ira muy obvia y desquiciada, que reflejaban las facciones de su cara.

- Sona, una barrera –dijo Yue, la aludida, levanto inmediatamente las manos, las cuales brillaban con el círculo mágico de su familia, mientras enviaban una especie de onda, que se extendía hacia todos lados, hasta abarcar al ángel caído.

- Hay dos mas y algunos humanos, exorcistas, renegados o magos –dijo Koneko, con sus oídos de gato moviéndose.

- Así que después de todo, eras un pecador, humano, pero esta vez, serás purificado junto a esos seres asquerosos que te rodean –dijo Liulre, el ex ángel, que había ido una vez a reclutar a Yue.

- … para haber caído y aun sigas diciendo esas cosas, la verdad es que no se que debería responder –contesto Yue, cuando Liulre se había acercado y dos ángeles caídos mas, con cuatro alas también, salían y se detenían a su lado.

- … Miguel Ángel, se ha aprovechando de la bondad y confianza de nuestro padre, y administra el sistema celestial como le place, pero él no es Dios, así que está plagado de defectos, nosotros tres hemos caído gracias a sus errores, pero una vez matemos a un pecador como tú, que mancha uno de los Artefactos Sagrados más puros de nuestro padre, y a estos demonios inmundos, que infectan la sociedad humana, el Señor nos perdonara y regresara nuestra pureza –contesto Liulre con una cara enajenada, mientras los dos seres a su lado, asentían con las mismas miradas enloquecidas y un toque de indignación, por lo que Miguel "les había hecho".

- … aunque no niego la primera parte, realmente me da mucha pereza contestar las estupideces que eres capaz de escupir –contesto Yue, mientras se encogía de hombros.

- … –junto a Yue, Sona, Rías, Akeno, Koneko y Kiba, tenían la misma mirada desconcertada y de incredulidad, después de escuchar las palabras del ángel caído.

- Bah, un pecador es solo un pecador, ¡salgan, hijos de Dios!, es hora de purificar este mundo.

Con las palabras de Liulre, tres exorcistas salieron, llevaban espadas ornamentadas, que emanaban un ligero brillo.

Los ojos de Kiba, resplandecieron con odio al mismo instante, mientras murmuraba.

- Espadas sagradas…

- No, solo instrumentos benditos, en forma de espada –corrigió Yue, lo que hizo que el temperamento de Kiba se relajara, pero aun emanaba un deseo de destruirlas– Akeno, encárgate de la mujer, y que Kiba y Koneko se encarguen de los otros, recuerden, son cazadores, exorcistas de ritual, no apósteles, así que no han perdido el poder de sus estigmas.

- ¡Sí! –respondieron los tres.

- Rías Sona, por favor, encárguense de los otros dos, yo me ocupare de Liulre, pobre caído que no aprecia la vida que salvo la ultima vez –dijo Yue, con una mirada escalofriante, a lo que las dos niñas se miraron con curiosidad, pero asintieron.

Los exorcistas constaban de tres humanos, una mujer alta de pelo rojo y ojos azules, que emanaba una atmosfera peligrosa, incluso sin la bendición del ritual celestial de la iglesia, tenía la fuerza de unas 4 o 5 Runas Mortales, por lo que añadiendo sus estigmas, era algo peligrosa para los demonios de clase baja o demonios comunes.

Los otros dos, eran hombres nada especiales, y se basaban principalmente en el poder de sus estigmas.

Los ángeles caídos, que acompañaban a Liulre, eran un hombre de pelo negro desaliñado, con ojos azules, y una mujer de pelo rubio y ojos verdes.

Sona y Rías, abrieron sus alas, eran tres pares de alas enormes, como separadas por pliegues, parecían estar hechas de cuero y pintadas con tinta negra, emanaban una sensación temible, pero de gran belleza, cada una con diferentes runas, que en lugar de estar talladas, parecían formar en sí mismas las alas, y median unos diez metros cada una.

Después de que Sona creara la barrera, el edificio donde estaban, parecía desaparecer, quedando todos, en lo que sería una réplica enorme, del patio escolar.

Koneko y Kiba también sacaron sus alas, eran solamente dos pares, dos de sus alas median cinco metros y las otras dos solamente dos metros, y aunque también eran negras, tenían un ligero brillo rojo, emanado del centro de cada ala, siendo la cresta de Gremory.

Akeno por otro lado, también tenía cuatro alas, pero ambos pares median seis metros y medio, mientras las que salían de su lado derecho, parecían las típicas alas de demonio, incluida la cresta Gremory, las de su lado izquierdo, parecían hechas de plumas negras, con un ligero toque de pureza, parecidas a las de los ángeles caídos.

- ¡Oh viento! Bailando bajo la luna, Firme como tu voluntad, Suave como tu brisa, Sostén el camino de mis pasos, Y permíteme volar con tu protección. ¡Viento Danzante!

Después de las palabras de Yue, este empezó a caminar sobre el aire, como si un camino estuviera ahí, y se dirigió hacia Liulre, ante la mirada atónita de este.

- Un mediocre desesperado, es lo que eres, ¿cómo ganaste el poder que tienes? –pregunto Yue, al ver que las cuatro alas de ángel caído, ni si quiera sobrepasaban los seis metros.

- Tu… –Liulre estaba frustrado, miro las capacidades del humano en frente suyo, y de repente sintió la misma sensación de miedo e impotencia que la ultima vez, pero eso lo hizo enojar, cuando su enojo alcanzo un cierto punto, su cuerpo emano un pequeño brillo de rojo enfermizo, sus alas empezaron a crecer y sus ojos se iluminaron de manera tenebrosa– ¡MUERE!

- … –Yue alzo la ceja ante el fenómeno peculiar, y cuando lanzas de luz empezaron a llover sobre él, solo agito una mano, que atrajo una fuerte ráfaga de viento, desviando y destruyendo todo, luego hizo un movimiento con su muñeca, y creo una bola de poder, que mando hacia el ángel caído.

- Arg –cuando la bola de poder lo impacto, su cuerpo brillo y una par de sus alas fueron destruidas, mientras escupía una bocanada de sangre y se estrellaba en el suelo, pero pronto sonó un rugido lleno de rabia, y con una fuerte explosión de luz, Liulre salió volando, con sus alas regenerándose y creciendo, al mismo tiempo que una luz roja y negruzca emanaba de él, y sus ojos, incluida la esclerótica, se ponían rojos y negros, al mismo tiempo que un par de alas mas empezaban a aparecer, con una cara enloquecida y distorsionada, gritaba– nunca podrás detener la ira de Dios, NUNCA, MUERE, MUERE, MUERE, MUERE.

Con sus gritos y ahora tres pares de alas negras de siete metros cada una, Liulre se lanzo a una velocidad alucinante sobe Yue, del cual empezaba a emanar una luz roja a través de su piel, cuando el ángel caído lo golpeo, lo detuvo con su mano.

El puño de Liulre empezó a soltar humo negro y tuvo que retirarse de forma instintiva, pues recordó la naturaleza y poder de las llamas, que el humano usaba, pero eso lo hizo enojar aun mas, haciendo que sus pupilas desaparecieran y una cantidad de energía roja y negra, como si fuera una sustancia pegajosa, empezara a salir de su cuerpo, mientras sus alas empezaban a crecer aun mas.

- … … ¡Oh! Ser inmaculado, que has perdido la gloria de tu creador, ahogándote en el pecado, deja que este sea el motivo de tu destrucción. ¡Pecado redentor! –después de cantar el hechizo destructor para ángeles caídos, dio medio vuelta, sin mirar una segunda vez.

Después, apareció atrás de la espalda del ángel caído, contra el que luchaba Rías, esta vez con una lanza de fuego, con la que apuñalo su estomago.

Este quiso defenderse, pero pequeñas bolas de poder de la destrucción, golpearon su cuerpo, y empezó a agrietarse y desmoronarse, dejando de existir.

- Rías, concentra y controla todo tu poder de destrucción en una bola de poder, lo mas comprimida posible, ayudare a los demás para que te asistan… ese ángel caído… hay que destruirlo antes de que se salga de control.

- … si –dijo Rías, mientras volteaba a ver, el lugar donde Liulre se encontraba, solo para observar, una nube de llamas y humo negro, que se convertían en caras aterrorizantes, intentando devorar lo que estaba dentro de su alcance, pero una luz roja y negruzca extremadamente asquerosa, de la que salían aullidos de rabia, luchaba y persistía.

- … –pero antes de que Yue pudiera hacer algo, los exorcistas y el ángel caído restante, ya habían notado lo trágico de la situación, así que intentaron escapar, sin embargo, con una sonrisa algo sádica, Akeno levanto una mano y lanzo ocho rayos, dos para cada individuo– Ara, ara, no huyas tan rápido…

- ¡Maldito engendro! –grito la mujer exorcista, queriendo contraatacar, pero como ya estaba muy herida, solo pudo detener un rayo, mientras el otro atravesaba su pecho y la hacía caer en medio de un charco de sangre.

Uno de los exorcistas fue cruel y astuto, cubriéndose con su compañero, lo que provoco que este, volara en pedazos, pero aun así, el exorcista astuto, aun recibió una herida severa, y antes de que pudiera retomar el paso, una bola de poder lazada por Yue, lo convirtió, literalmente en polvo.

El ángel caído logro rechazar el ataque de Akeno, pero la energía sagrada se bloqueo mutuamente, dejándolo ligeramente ensimismado, lo cual provoco que Sona, que había aprendido algo de Yue, lanzara una bola de agua.

La bola de agua choco contra el cuerpo del caído, convirtiéndose en una columna de agua, que se iba haciendo cada vez más delgada, comprimiendo el cuerpo de su víctima, hasta convertirla en un charco de sangre.

Sona se acerco a Rías rápidamente, empezando a ayudarla para controlar su energía y comprimirla, mientras Koneko hacia lo mismo.

Dejando a Akeno y Kiba cuidándolas, para que no hubiera interferencias, Yue tomo una de las espadas benditas ornamentales, y la cubrió con una capa de llamas doradas.

En el siguiente instante, las llamas y humo del hechizo de Yue se desvanecieron, y un Liulre con una cara desquiciada, apareció, luego soltó un grito, que sonaba mas como un rugido de una bestia maldita.

Su cuerpo empezó a fracturarse con líneas rojas y negras, pero antes de que eso pasara, saco una espada, esta vez una verdadera espada santa, al parecer, un pedazo de escalibar.

El brillo de la espada, se difumino en líneas de luz que envolvieron el cuerpo de Liulre, como si mantuvieran pegado su cuerpo.

- … … una vez que le quite la espada sagrada, lanza tu ataque Rías –después de decir esas palabras, se lanzo hacia Liulre, que ahora media casi dos metros, y tenía tres pares de alas negras, cada una con más de diez metros, con runas en forma de caras furiosas, grabadas en prácticamente, todas las plumas.

El brillo de las llamas doradas envuelto alrededor de la espada ornamental que tomo Yue, creció desmedidamente, y aunque el chico no era un espadachín, hizo un corte hacia el ángel caído.

El corte de fuego, se vio como una línea de fuego enorme, especialmente comprimida, que dividía todo a su paso.

Cuando choco contra Liulre, que se defendió con su espada, esta soltó un brillo muy potente, como si estuviera luchando contra algo que no solo quería dividirla, sino invadirla.

Con una fuerte explosión, el ángel caído fue mandando a volar, mientras Yue se posaba encima de él, y daba una puñalada, como si quisiera atravesarlo todo.

Liulre, oscilo la espada en pánico, lo cual hizo que un brillo verde y dorado, emanara de ella. en forma de un corte que parecía poder dividir mares y montañas.

Pero cuando ambos ataques chocaron, solo hubo un silencio antinatural, como si al anularse mutuamente los ataques, también le robaran el sonido al mundo.

Sin embargo, el ataque de Liulre y la fuerza espantosa de la Llama Terrenal, impulsada atreves de la bendición de la espada y el hechizo intrínseco de Yue, provoco que las líneas de luz que se enredaban alrededor del cuerpo del ángel caído, se desvanecieran, y antes de que pudieran juntarse de nuevo, Yue ya había aparecido misteriosamente al lado de este.

Con otro corte, separo la mano que poseía la espada, del cuerpo de Liulre, tomando la espada, Yue retrocedió rápidamente.

En el siguiente instante, en medio del grito furioso del ángel caído, una bola de energía negra, del tamaño de una pelota de pingpong, se estrello en su cuerpo.

La bola de energía, que era el poder de la destrucción de Rías, empezó a expandirse en una forma de espiral, que abarco el cuerpo de Liulre y dos metros a su alrededor, y como si creara un vacio, todo parecía ser aniquilado.

Cuando el fenómeno del poder de la destrucción desapareció, junto a la energía, solo quedaba, una especia de piedra que emanaba un brillo rojo y negro, muy asqueroso y abominable.

Yue, saco un guante de plata ornamentado y susurro palabras ininteligibles, lo que hizo que todo su brazo brillara con una luz azul, como si estuviera emanando una flama muy ligera y cálida.

Luego tomo la pieza de piedra, al revisarla, noto que era algo hecho como de madera y no de piedra, pero aun más duro, que cualquier cosa que haya visto antes, tenia grabado de varios insectos y serpientes.

- ¿Qué es eso? –pregunto Sona, curiosa por el hecho de que soportara el poder de Rías, que en su opinión, con lo comprimido que estaba, incluso un demonio superior de considerable poder, habría decidido evadir y no interceptar.

- … sino recuerdo mal, la "serpiente" de Ophis, tiene la capacidad de aumentar el poder de los individuos, pero es limitado, y nada como esto, paceré una especie de… … maldición, que aunque solo es una especulación, alimenta la rabia, dado la actitud de Liulre, no parece irrazonable, pero nunca había escuchado de algo así… es como las leyendas en el mundo humano sobre los pecados capitales… pero no sabía que los demonios podían manejarlos a este grado, es… absurdo –dijo Yue, como metido en sus pensamientos.

- … no, los demonios estamos basados en nuestros deseos, pero manejar estos, y convertir tal cosa como un concepto literario, en una entidad que otorgue poder… tal vez solo los antiguos Demonys… pero escuche que fueron quemados por Dios, incluso antes de la creación de los ángeles, los sobrevivientes solo eran variables, que ayudaron a la creación de los demonios modernos, cimentados por Lucifer y los otros Maou… –dijo Sona de manera pensativa e incrédula.

- No totalmente Sona-sama –dijo la voz de Grayfia, que sin que casi nadie se diera cuenta, ya estaba al lado de Yue y los demás– yo no sé mucho de eso, pero se dice, que la "mosca" del Belzebub original, tenía un poder similar, daba fuerza, entorno en corromper los corazones de los mortales, sin embargo, en algún momento, dicha fuerza salió de su control, y el Lucifer original, ordeno que se sellara… … parece que alguien está haciendo trucos… … claro, considerando el estado emocional y mental de ese ángel caído, no sería imposible, que fuese algo que la iglesia mantuvo sellado por mucho tiempo sin saber utilizar, cuando este Liulre, quiso fuerza, esto se activo, seduciéndolo… se dice que el pecado, luce como lo necesite el que lo ansia…

- … –todos se quedaron de piedra, mientras que Yue se perdía en sus pensamientos, sobre aquello que desconocía y anhelaba.

- No creo que muchas cosas como estas, estén aun en el mundo… no en lugares conocidos, pero creo que lo tomare y se lo dare a Lucifer-sama, quizás Ajuka-sama, pueda discernir algo… parece un incidente aislado, pero hay que investigar… esos ángeles caídos, tampoco parecían ser de Grigori, pero…

- No, no lo eran –intervino Akeno– parece que hace mucho, hubo cierto incidente para enmarcar a Grigori, y ahora hay una especie de "marca" que todo Grigori puede reconocer, padre me enseño a reconocerla, así que puedo asegurarlo.

- Bien –asintió Grayfia– ¿está bien que tome esto, Yue-sama?

- … si, por ahora tengo mis manos llenas, no tiene sentido que quiera abarcar mas –contesto Yue, pero de pronto, giro rápidamente su muñeca y la energía se junto en su palma, pero en vez de formase en una bola de poder, se convirtió en un rayo que salió disparado hacia una cierta parte en el cielo.

- Arg –en medio de un grito y una bocanada de sangre, unas alas blancas fueron iluminadas, mientras un círculo mágico, aparecía y desaparecía, llevándose al dueño del gemido.

- ¿Un ángel? –pregunto Rías, algo asombrada.

- Un Youkai –hablaron Yue y Grayfia al mismo tiempo.

- ¿Es parte de esto? –pregunto Sona de forma concentrada, mientras arqueaba las cejas.

- … poco probable –respondió Yue– pero quizás algunos esquemas que quieran encadenar… quien sabe… no te preocupes por ello ahora… Aquí tienes Grayfia-san.

Con una extraña imagen, como si el viento y el espacio se rompieran, todos estaban parados otra vez en el salón del club de Rías, esto era el efecto de la barrera cayendo.

Grayfia tomo la piedra de pecado y desapareció, en medio de su círculo mágico.

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