709 Escoria

—Xian'er. —Qin Wentian tenía una expresión de agradable sorpresa en su rostro cuando vio acercarse a Lin Xian'er. Ella caminó hacia la mesa de Qin Wentian y sonrió—. Señor Qin, ¿le importa si Xian'er se sienta aquí?

—Xian'er, no hay necesidad de ser tan cortés entre nosotros. Siéntete libre de sentarte aquí si quieres. —Qin Wentian le devolvió la sonrisa. En aquel entonces, en el Reino Marcial Inmortal, muchas personas lo atacaron a propósito a él y a sus amigos. Xian'er le había ayudado a sus amigos sin tener en cuenta su seguridad y no pidió nada a cambio. Aunque tenía un semblante perfecto, no era una mujer voluble y coqueta. Lo que quería era encontrar a un hombre extraordinario que pudiera amarla profundamente, era el pensamiento normal de cualquier mujer.