37 Capítulo 37. Invertir el blanco y el negro

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

La mirada de Orfon se tornó cada vez más gélida a medida que las intenciones asesinas que reflejaban sus ojos se volvían cada vez más densas. Vio cómo Wentian Qin y Fan Le quedaban rodeados por los lobos demoníacos.

Poseer un Límite de Sangre era una excepcionalidad, y ni siquiera uno entre 10 000 lo tenía, ¿y ahora los dos que tenía delante poseían uno cada uno? Tenían que ser eliminados antes de que tuvieran tiempo de madurar.

—Makino, hazlo —dijo Orfon al joven que vestía con piel de bestia; Makino estaba sentado sobre el lobo alfa demoníaco.

—Claro, Orfon, pero acuérdate de que te he ayudado hoy.

Una sonrisa fría se dibujó en el rostro de Makino, y cualquiera que lo viera pensaría que era una sonrisa extremadamente demoníaca. Makino aulló y en ese mismo instante, los lobos demoníacos se pusieron en movimiento y saltaron tras Wentian Qin y Fan Le. Estos lobos eran bestias demoníacas de segundo y de tercer nivel y el lobo alfa era una bestia demoníaca de cuarto nivel.

—¿Estás bien? —preguntó Fan Le preocupado mientras disparaba las flechas en rápida sucesión.

A todos los lobos del segundo nivel a los que acertaba les explotaba el cuerpo debido al poder sobrecogedor de las flechas astrales, pero no era tan fácil ocuparse de los lobos del tercer nivel.

Las bestias demoníacas del tercer nivel eran equivalentes a cultivadores humanos del séptimo, octavo y noveno niveles del Reino de Refinamiento del Cuerpo.

—Estoy perdiendo el control.

Wentian Qin exhibía una fea expresión. No tenía modo de gobernar el timón de la fuerza de su línea de sangre.

—Qué envidioso —sonrió Gordito.

Si un individuo no podía controlar su línea de sangre, solo significaba que la línea de sangre era extremadamente poderosa. Con el nivel actual de cultivo de Wentian Qin, no tenía modo de controlarla.

—Como no puedes controlarla, deja que explote, sin trabas.

La flecha de Gordito atravesó la cabeza de un lobo demoníaco que estaba en medio de un salto hacia Wentian Qin.

—Vale.

Mientras la sangre salpicaba el rostro de Wentian Qin, un destello de locura apareció en sus ojos. En ese momento, renunció a cualquier ápice de fuerza que pudiera haber conservado y la liberó completamente. La fuerza abrumadora de su Límite de Sangre empezó a aumentar y bullir como un océano que hervía y provocó que Wentian Qin emitiera un aura parecida a la de un monarca, un monarca que estaba por encima de todo.

—¡Matar! —rugió Wentian Qin, lleno de furia, y en ese mismo instante, los ojos de los lobos demoníacos revelaron rastros de reverencia hacia la corona de luz rojo sangre que rodeaba el cuerpo de Wentian Qin. Después de que liberara el Puñetazo de Sumisión del Dragón, las cabezas de los tres lobos demoníacos del tercer nivel explotaron con un solo golpe y tiñeron el cielo de rojo con una lluvia de sangre.

So oyó un aullido. Un lobo demoníaco se abalanzó sobre él mientras iniciaba un ataque a escondidas desde sus espaldas. Los lobos destacaban en velocidad y agilidad y estaban dotados de una fuerza inmensa. A pesar de que las habilidades de combate de Wentian Qin y Fan Le eran suficientes para lidiar con bestias demoníacas de cuarto nivel, ante una manada de lobos demoníacos tan grande como esa, solo podían ser pasivos y no eran capaces de tomar la iniciativa para atacar.

—¡Sal de en medio! —grito Fan Le, que se tiró hacia la espalda de Wentian Qin mientras rugía con rabia ante el lobo demoníaco.

Por primera vez, soltó su segunda Alma Astral: una cara infernal y demoníaca. Los ojos de su manifestación eran capaces de cautivar el corazón y el alma de uno y el lobo demoníaco que estaba atacando directamente a Wentian Qin se detuvo a medio camino y se quedó tendido en el suelo y se quedó mirando la manifestación de Fan Le aturdido. Mientras tanto, Fan Le no malgastó ni un segundo, usó una flecha como arma para atravesarle la cabeza.

En este momento, Wentian Qin ya había corrido hacia delante y demostró las técnicas del Puñetazo de Sumisión del Dragón. En una tormenta de trozos de carne y sangre, aniquiló la horda de lobos.

—Hermano, ¡mata al lobo alfa! —gritó Fan Le mientras ayudaba a Wentian Qin a cubrir la retaguardia.

¡Bum!

Usando mucha fuerza, Wentian Qin pisó fuerte el suelo, de modo que dejó grietas y rayas profundas en la tierra. Su cuerpo se elevó por el cielo con la ayuda de su poder explosivo de salto y mermó las filas de los lobos que le atacaban con desenfreno. Cuando Wentian Qin aterrizó, una fuerza inmensa y aterradora se generó en su cuerpo y con el torso inclinado hacia adelante, Wentian Qin salió corriendo como un loco hacia delante.

El lobo alfa aulló de rabia. Todos los lobos demoníacos abandonaron a Fan Le y se concentraron en Wentian Qin.

—El regordete tiene que ser eliminado.

Una expresión de odio se le reflejó en el rostro cuando Fan Le soltó sus dos Almas Astrales a la vez. Mientras el Arco Astral que llevaba en la mano emitía una luz astral resplandeciente, este disparó nueve flechas a la vez.

El sonido de las flechas que llegaban a su diana resonaba mientras los lobos demoníacos, que se encontraban a izquierda y derecha de Wentian Qin, morían. Un disparo, una muerte.

En este momento, Fan Le y Wentian Qin habían liberado todas sus habilidades. Un montón de flechas cayeron del cielo y se hundieron en los lobos demoníacos con certeza.

Orfon y el joven que vestía con pieles de bestia, Makino, tenían las pupilas contraídas mientras veían lo que estaba sucediendo desde la distancia. Wentian Qin corría hacia ellos como un loco con una mirada de demente. La habilidad de su línea de sangre le quemaba y le imbuía de una fuerza violenta y dominante que aumentaba mucho sus habilidades de combate.

—Orfon, estás en el segundo nivel del Reino de la Circulación Arterial y posees dos almas astrales —dijo Makino a Orfon, dando a entender que era su deber bloquear a Wentian Qin.

Orfon se quedó petrificado unos segundos mientras apretaba los dientes. Soltó de golpe sus dos almas astrales, manifestó tanto su alma astral con una lanza así como su alma astral de tipo escudo. Esta vez, no osó subestimar a sus enemigos, no como en su lucha previa, cuando no había soltado su alma astral de tipo escudo y había terminado hiriéndose las manos con las flechas que había disparado Fan Le.

Dos Almas Astrales, uno para el ataque y otra para la defensa.

Wentian Qin, enloquecido, ya había llegado hasta ellos. Orfon rugió cuando su larga lanza astral hendió el aire y soltó las Técnicas de las Artes del Dragón Venenoso. Eso amplificó su fuerza, mientras la lanza astral proyectaba una imagen de un dragón negro que volaba hasta Wentian Qin, quería devorarle.

Orfon se encontraba en el segundo nivel del Reino de la Circulación Arterial, lo que significaba que había despejado dos de los nueves principales meridianos de su cuerpo. Como tal, era capaz de soltar una fuerza innata y generar un poder tremendo.

Con una mirada llena de locura, Wentian Qin liberó su técnica, el Rugido Dracónico de los Nueve Cielos, y usó la fuerza absoluta para romper las manifestaciones. Un rugido aterrado, como el de un dragón real, resonó y rompió la proyección.

«Qué fuerza tan tiránica» pensó Orfon mientras su corazón se le cayó a los pies.

Tras el último golpe de Wentian Qin, Orfon calculaba que Wentian Qin ya había sobrepasado el nivel de fuerza de 200 toros, emitía una presión como la del Monte Tai.

—¡Mata! —gritó Orfon blandiendo la lanza como un dragón venenoso y atravesó el espacio vacío, apuntaba directamente al ojo de Wentian Qin.

Sin embargo, Wentian Qin apenas extendió la mano izquierda y agarró la lanza con facilidad. A pesar de que el impacto que provocó que la mano izquierda le empezara a sangrar profusamente, su mano derecha se cerró en un puño, llena de un poder formidable, y lo dirigió hacia Orfon.

«Este tío está loco» pensó Orfon mostrando un cambio drástico en su expresión.

La energía astral que le rodeaba se unió en un escudo ilusorio que brilló con una luz astral resplandeciente. Trató de bloquear el puño que tenía ante él.

¡Bum!

El escudo ilusorio se rompió al instante y la ola del impacto provocó que el cuerpo de Orfon saliera disparado por el aire.

En este momento, las siluetas de muchos otros aspirantes aparecieron mientras se acercaban en su dirección. La pelea, los aullidos de tantos lobos demoníacos y los restos de tanta cantidad de energía astral liberada los atraía hasta este punto. Al mismo tiempo, se oía el ruido de caballos que galopaban y provocaban que el suelo lejano temblara.

Pero en este momento, Wentian Qin y Fan Le no se podían permitir preocuparse de algo tan intrascendente mientras sus ojos estaban llenos de intenciones asesinas. Un montón de cadáveres de lobos yacían desparramados por doquier bajo una lluvia de flechas. Fan Le imitó los movimientos de Wentian Qin y ambos se lanzaron a correr como locos hacia Orfon.

—¡Dejad que nos marchemos! —gritó Montado desde el lomo del lobo alfa, pues se batió en retirada al instante.

Orfon miró a Wentian Qin con una mirada de terror mientras se levantaba del suelo con prisas y salía corriendo en pos de la silueta de Makino.

—Que le den a toda su familia. La energía astral de mi cuerpo está casi agotada por completo —maldijo Fan Le en voz baja mientras el arco astral desaparecía.

 No obstante, como Wentian Qin, salió corriendo tras Orfon, trataron de matarle.

Orfon tosió un poco de sangre. Con el rostro pálido y los ojos que revelaban restos de desesperación, no dejó de correr hacia delante.

De pronto, varias figuras montadas en caballos dragón aparecieron. Eran los supervisores del ejercicio de entrenamiento, así como los ancianos poderosos de varias academias.

—Detente.

Sentado a lomos de un caballo dragón, Orchon tiró hacia delante mientras rugía de rabia y provocó que las pupilas de Wentian Qin y Fan Le se contrajeran.

Fan Le se detuvo y la energía astral que le quedaba en el cuerpo se transformó en tres flechas astrales que volaron tras la estela de Orfon.

—¿Cómo te atrevas?

Una luz fría refulgió en los ojos de Orchon mientras el caballo dragón que montaba cabalgaba adelante. La larga lanza que llevaba en la mano brilló con una luz astral que hizo explotar las flechas astrales.

—Estás tentando a la muerte.

La larga lanza de la mano de Orchon salió disparada hacia Fan Le.

Fan Le palideció y saltó hacia atrás. La larga lanza se clavó en el suelo y provocó temblores de alta magnitud. A pesar de que no había dado a Fan Le por los pelos, la punta de la lanza vibró, dio a Fan Le y le dio.

—Gordito… —dijo Wentian Qin, su expresión se congeló y detuvo sus pasos.

Ante él no había otra persona que Orchon, que lo miraba mientras decía con voz gélida:

—El objetivo de los exámenes era cazar bestias demoníacas. Como os atrevéis a tratar de matar a vuestros compañeros humanos.

Mientras se extinguía el sonido de su voz, Orchon dio un puñetazo a Wentian Qin. Este alzó la mano para pararle, pero la fuerza inmensa no era algo que pudiera resistir. El impacto provocó que Wentian Qin patinara hacia atrás y le agitó la sangre y el Qi. La sangre le cayó de las comisuras de la boca. La furia de sus ojos iba acompañada de un nivel de intenciones terroríficas incomparables.

Esta vez, Orchon había planeado matarlos tras convertir la verdad en mentira, el negro en blanco.

—Sois demasiado atrevidos, los dos. —dijo una voz fría y clara.

Qingcheng Mo voló hasta allí a lomos de la grulla demoníaca y miró a Wentian Qin y Fan Le.

Qingcheng Mo reconoció a Wentian Qin pero nunca se hubiese pensado que Wentian Qin trataría nunca de matar a un aspirante compañero durante los exámenes. Si hubiese sabido que esto iba a pasar, no lo hubiese salvado antes.

—Señorita Mo, estos dos son muy imprudentes. ¿Debemos ejecutarles aquí mismo, ahora? —preguntó Orchon.

—No deseo ver a humanos matándose unos a otros. Soltadles, pero mejor que no ocurra por segunda vez —suspiró Qingcheng Mo.

—De acuerdo —asintió Orchon con respeto y se volvió hacia Wentian Qin—. Voy a perdonaros la vida. Desapareced de mi vista.

El Límite de Sangre de Wentian Qin se fue calmando gradualmente. Un aspecto gélido se apoderó de sus ojos cuando los posó en Orchon y Qingcheng Mo. Sorprendentemente, se echó a reír con frialdad.

—Qué bien, todos vosotros —dijo Wentian Qin con una voz que estaba impregnada de desdén y burla, luego se dirigió hacia Fan Le y le preguntó—: ¿Estás bien?

—Este gordito está bendecido por los cielos. Es imposible que me muera con tanta facilidad —dijo Fan Le sonriendo—. Hermano, parece que la belleza no hace que una mujer se convierta en diosa.

—Vámonos.

Wentian Qin llevó a Fan Le a cuestas mientras se alejaban. Wentian gruñó:

—Gordito, sí que pesas.

Mientras contemplaba esas dos siluetas que parecían desoladas, la intuición de Qingcheng Mo le dijo que algo iba mal. De pronto, una sombra blanca pasó a toda velocidad. Ante ella, esa sombra se definió como una mascota de color níveo.

—¿Por qué estás aquí?

Qingcheng Mo sonrió y vio cómo el perrito la miraba solemnemente, antes de salir corriendo en pos de Wentian Qin. Las acciones del perrito hicieron que Qingcheng Mo se quedara petrificada. La mirada que le había echado el perrito parecía estar llena de frialdad.

Poco después, los gritos de un águila resonaron por el cielo y apareció Luo Huan. Mientras miraba a las siluetas desoladas de Fan Le y Wentian Qin, se limitó a decir:

—Qingcheng Mo, esta vez os habéis pasado de la raya.

Qingcheng Mo miró a Luo Huan con una mirada que reflejaba incomprensión.

—Se llama Wentian Qin, del Clan Qin de Ciudad de Armonía Celestial. Ni siquiera conocía a Orfon, así que ¿cómo iba a querer matarlo? Al contrario, hay mucha gente que conspira para matar a mi hermano menor Qin —dijo Luo Huan mirando a Orchon con frialdad.

Qingcheng Mo tembló al acordarse de las figuras desoladas y la mirada gélida de la mascota.

Notó que una desconocida sensación de dolor le asaltaba el corazón.

«Me he equivocado» pensó Qingcheng Mo mientras observaba la silueta que se alejaba caminando y una emoción insoportable hizo que le temblara el corazón.

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