33 Capítulo 33: La Coalición de las Nueve Academias

Después de que Qingcheng Mo se fuera, Wentian Qin y el resto continuaron su viaje, atravesaron el arco y llegaron al otro lado. Era un ambiente muy bullicioso, la mayor parte de la gente tenían entre 15 y 16 años y la energía desbordante y vigorosa de la juventud llenaba la atmosfera.

—Hoy es el día de inscripción para todas las academias, por eso hay tanta gente —explicó Montaña.

Wentian Qin también descubrió que en esta zona tan espaciosa, la gente estaba congregada en nueve filas distintas, todas para inscribirse y hacer los exámenes pertinentes.

—Mira la zona que queda en medio. Esa zona es la asignada a la Academia Estrella del Emperador. Madre mía, hay muchísima gente que hace cola para inscribirse.

Montaña señaló la zona espaciosa que había enfrente, donde había muchísimos individuos que expresiones nerviosas. Además, había algunos que se iban con expresiones alicaídas: evidentemente, no conseguían cumplir los requisitos.

—¿Por qué es él quien está asignado hoy? —Montaña frunció las cejas levemente mientras miraba al anciano asignado por la Academia Estrella del Emperador.

Wentian Qin dirigió a Montaña una mirada interrogadora antes de que este le explicara:

—El anciano a cargo de los exámenes se llama Janus. Dentro de la Academia Estrella del Emperador hay dos escuelas de pensamiento. El maestro Mustang y yo pertenecemos a la facción que desdeña la interacción con los clanes aristocráticos y la Familia Real, mientras que Janus, que pertenece a la otra facción, defiende justamente lo opuesto a mí. Está a favor de forjar vínculos más cercanos con aquellos que tienen poder y autoridad. Y antes, en referencia a los asuntos de tu familia, la Academia de la Estrella del Emperador rechazó la petición de ayuda por culpa de esta facción.

Tras comprenderlo, la expresión de Wentian Qin regresó a su estado normal. Si la Academia Estrella del Emperador hubiera aceptado la petición de ayuda, Mustang y el resto no hubiesen tomado cartas en el asunto.

—Vamos. Ahora que ya estás aquí, ¿qué más puede hacer?

Luo Huan entrecerró los ojos porque la embargó la ansiedad. Se suponía que el anciano que estaría al cargo no iba a ser Janus.

Los pocos que eran siguieron adelante y pronto llegaron al lugar reservado para la Academia Estrella del Emperador. Como era la academia más famosa de todo el País de Chu, había incontables personas que querían tratar de entrar. No solo ciudadanos del País de Chu, sino también gente de los países circundantes. En la Academia Estrella del Emperador, el único criterio era el talento. Siempre y cuando uno tuviera el talento suficiente, se le admitiría fuera cual fuera su nacionalidad.

No obstante, la tasa de rechazo de la Academia Estrella del Emperador también era la más alta. Había tantos jóvenes en la cola que parecía ser tan larga como un dragón. Al ver la figura voluptuosa de Luo Huan acercándose, los jóvenes apasionados empezaron a dejarse llevar por su fantasía.

Mientras Luo Huan guiaba a Wentian Qin hacia adelante, una silueta enfundada en ropas blancas les bloqueó el camino. Emitía un aura afilada como una cuchilla con dos cejas en forma de espada y tenía 18 años.

—Hermano pequeño Qin, esta persona se llama Orchon. Su nivel de cultivo se encuentra en el octavo nivel del Reino de la Circulación Arterial y lleva dos años cultivando en la Academia Estrella del Emperador. Es muy poderoso, de modo que debes andarte con cuidado con él —susurró Montaña.

—Mayor Orchon —sonrió Luo Huan mientras se acercaba a Orchon—. Estoy aquí para obtener el Medallón de Jade de la Estrella del Emperador del Anciano Janus.

Orchon miró tranquilamente a Luo Huan y luego a Wentian Qin. La mirada del primero se tornó tan afilada como la punta de una lanza. Con frialdad respondió:

—Vayan a la cola.

—Orchon, ya ha pasado el examen que le hizo maestro Mustang en Ciudad de Armonía Celestial.

La compostura de Luo Huan también se tornó gélida. Orchon volvió a mirar con indiferencia a Luo Huan mientras soltaba:

—¿Y qué?

—Bufff… —resopló Luo Huan, con frialdad mientras se volvía hacia Janus, que estaba ante ella, y anunció—: Anciano Janus, bajo las órdenes de mi maestro, he venido para conseguir el Medallón de Jade de la Estrella del Emperador.

Fue como si Janus no la hubiera oído. Sin siquiera mirarla, respondió directamente:

—Ve a la cola.

—Anciano Janus, el hermano pequeño Wentian Qin ya ha superado los exámenes a los que lo sometió el maestro Mustang.

Luo Huan, al darse cuenta de que Janus no había mirado siquiera en su dirección, exhibió una fea expresión. Parecía que Janus estaba obcecado en usar su autoridad oficial para lograr una venganza personal. En la academia, era la primera vez que Luo Huan se había enfrentado directamente con Orchon, su confrontación reflejaba la que mantenían Mustang y Janus.

Esta vez, Janus sí que miró a Luo Huan y a Wentian Qin. Su mirada era un reflejo de la mirada gélida y afilada de Orchon cuando replicó:

—Superó los exámenes de Mustang, no los míos. En cualquier caso, ya hemos llegado a un acuerdo con las demás academias: hoy era el último día de exámenes y aquellos que han superado los exámenes iniciales tienen que unirse a la coalición de las Nueve Academias y penetrar en el Bosque Oscuro para participar en la caza de las bestias demoníacas como ejercicio de entrenamiento. Este ejercicio cuenta como un segundo examen, solo aquellos que lo superen podrán entrar en una de las nueves academias marciales.

»Por lo tanto, a él se le aplica lo mismo. Incluso si pasó los exámenes de Mustang, si quiere conseguir el Medallón de Jade de la Estrella del Emperador, primero tendrá que sobrevivir al ejercicio de entrenamiento.

—¿Cuánto va a durar este ejercicio de entrenamiento? —preguntó Luo Huan con frialdad.

—¿Cuánto tiempo dura este ejercicio de entrenamiento? —preguntó con tono gélido Luo Huan.

—Un mes —replicó Janus.

—Si no quieres participar, puedes optar por darte por vencido y largarte a Ciudad de Armonía Celestial.

En este momento, otro joven apareció junto a Orchon y miró a Wentian Qin con frialdad. Llegado a este punto, Wentian Qin sentía distintas miradas clavadas en él. Sus habilidades sensoriales siempre habían sido fuertes y siguiendo sus instintos, volvió la cabeza y descubrió que en el área destinada a la Academia Real había varios pares de ojos mirándole. Dos de esos ojos, enfundados en un vestido verde, emitían un aire gélido y no eran otros que los de Nieves de Otoño Bai.

El Clan Bai ya se había mudado a la Capital Real. Al parecer, Nieves de Otoño también tenía planeado unirse al ejercicio de entrenamiento autorizado por la Coalición de las Nueve Academias.

—Hermano pequeño Qin, les encantaría ocuparse de ti —explicó Montaña—. Ya te he avisado de andarte con cuidado con Orchon porque tiene una estrecha relación con WuQue Ye.

Wentian Qin estaba tan tranquilo como un espejo. No se esperaba que en cuanto pusiera un pie en la Capital Real ya habría trampas para él, que otros se habrían preparado para devorarlo de un bocado.

Naturalmente, la mayor parte de aspirantes no tenían ni idea de que esta expedición, además de ser un ejercicio de entrenamiento, encerraba otro objetivo: ocuparse de Wentian Qin. La mayor parte de los aspirantes no tenían ni idea de quién era Wentian Qin, solo sabían que este ejercicio de entrenamiento era extremadamente peligroso. No hacía mucho tiempo, las nueve academias marciales habían informado a todo el mundo que podían retirarse si temían por su seguridad. Luo Huan fulminó a Janus con la mirada mientras preguntaba:

—¿Cómo podemos determinar la justicia de este examen?

—De acuerdo con la Coalición de las Nueve Academias, todos los aspirantes tendrán que adentrarse en el Bosque Oscuro sin excepciones. Además, cada una de las nueve academias marciales van a mandar dos ancianos y cuatro mayores para supervisar el ejercicio y evitar que ocurran accidentes. ¿Qué estás tratando de cuestionar? —replicó Janus.

—Entonces, ¿quiénes serán los representantes de nuestra Academia de la Estrella del Emperador? —siguió preguntando Luo Huan.

—En lo que respecta a los ancianos, Mustang y yo mismo. Los mayores serán tanto discípulos míos como discípulos suyos. Mustang ya lo sabe, y ya ha aceptado —se rio Janus con frialdad.

Tras oír las respuestas, Luo Huan clavó los ojos en Wentian Qin y descubrió que este estaba sonriendo levemente mientras decía:

—Estoy dispuesto a participar en el ejercicio de entrenamiento.

Después de este anuncio, Wentian Qin se dio cuenta de que el joven que estaba junto a Orchon exhibía una sonrisa fría y perturbadora.

—Vayamos a un lado y descansemos. —Luo Huan guio Wentian Qin hacia un costado.

—Hermano mejor Qin, esta vez parece que hay muchos poderes conspirando contra ti. Debes andarte con sumo cuidado con todo lo que hagas. Y no solo eso, el Bosque Oscuro ya es lo suficientemente peligroso como para que encima tengas que concentrarte en defenderte de personas traicioneras —le recordó con gravedad Montaña.

—Respetaré la decisión del maestro Mustang. Y en lo que respecta al resto de aspirantes que pretenden hacer algo contra mí, así como las bestias demoníacas, os prometo que me andaré con cuidado —contestó Wentian Qin.

—Solo recuerda esto: no menosprecies ni rebajes a ninguno de los aspirantes, en especial los que pertenecen a clanes aristocráticos que quieran entrar en la Academia de la Estrella del Emperador y la Academia Real. Puede que algunos sean jóvenes, pero sin duda todos sus talentos pueden considerarse monstruosos.

—Muy bien. Aguardaremos a que empiece el ejercicio de entrenamiento.

Wentian Qin inclinó la cabeza y, por accidente, miró en la dirección de Nieves de Otoño. Esta estaba rodeada por muchos jóvenes, parecían las estrellas que se reunían alrededor de la luna fría y preciosa. La razón de esta atención, además de su talento innato, estaba relacionada con el compromiso de matrimonio entre ella y WuQue Ye.

—Señor, ¿por qué no me dejáis que vaya a buscar un lugar de reposo que tenga sitio en la Capital Real? —sugirió respetuosamente Francis.

—De acuerdo, por favor, hazlo —Wentian Qin no tenía objeciones.

—Esperaré a que mi maestro salga airoso. —Francis sonrió y se fue.

Estaba convencido de que con sus habilidades, Wentian Qin sería capaz de convertir este aparente peligro en buena fortuna. Todavía esperaba que Wentian Qin se convirtiera en el maestro forjador de armas superior con la intención con el objetivo de destruir a Murin.

La primera fase del examen, acordada por la Coalición de las Nueve Academias Marciales, comenzó. Evaluaba las largas colas de aspirantes a la velocidad del fuego. Con todo, no afectaba a Wentian Qin, que estaba charlando tranquilamente con Luo Huan y Montaña.

Sobre el aire, a mucha distancia del lugar del examen, había una bestia demoníaca inmensa flotando en el aire. La bestia se parecía a un león pero tenía unas alas que le nacían del lomo. Gracias a la presión que emitía, se podía afirmar que era una bestia demoníaca aterradora del octavo nivel, un grifo león-buitre. Sobre el grifo había dos figuras: Mustang y un anciano.

—Maestro, cuando Janus aceptó la propuesta de la Academia Real, ¿por qué no te opusiste? —preguntó Mustang, su rostro exhibía incomprensión.

—Mustang, ¿de verdad tienes este juventud en tan alta estima? —Sonriendo, el anciano le respondió con otra pregunta.

—Sí. No voy a esconderle nada a mi querido maestro. Me gusta mucho el carácter de esta juventud. Si no me gustara, entonces cuando propusieron este "ejercicio de entrenamiento" no habría incitado a mi querido maestro para que me ayudara a detener esta expedición de entrenamiento al Bosque Oscuro.

—Ya que los tienes en tan alta estima, ¿por qué no evitas que se sume a la expedición? —El anciano sonrió mientras miraba la zona espaciosa donde los aspirantes estaban llevando a cabo sus exámenes—. De verdad que hay buena progenie entre estos aspirantes. Tengo ganas de que empiece la expedición de entrenamiento.

Mustang sonrió con amargura mientras pensaba para sí: «Chaval, lo he intentado. Solo puedo desearte buena suerte».

—Abuelo, ¿me vas a proteger?

En ese momento, una grulla demoníaca blanca emprendió el vuelo y sobre su lomo se encontraba la mujer más bella de todo el País de Chu: Qingcheng Mo.

—Bien. Esta vez, quiero que sigas a Mustang y vayas a pasear por el Bosque Oscuro. No te hará ningún bien quedarte en casa. —El anciano sonrió con amabilidad y luego clavó la mirada en Mustang—. Mustang, te dejaré de forma temporal este grifo del octavo nivel. Ayúdame a proteger a Qingcheng.

Mustang se quedó petrificado. No comprendía del todo las implicaciones de las acciones de su estimado maestro. Al cabo de unos segundos, asintió levemente hacia Qingcheng Mo, pero seguía conmocionado. Incluso a alguien de su nivel le seguía afectando la belleza de Qingcheng Mo. Era la nieta de su maestro, pero no interactuaba con ella a menudo: sin embargo, Mustang sabía de sobra que los diez prodigios de la Capital Real se la disputaban. ¿Y ahora su querido maestro quería que hiciera de guardaespaldas de su preciosa nieta? ¿Para que fuera a dar un paseo por el Bosque Oscuro? No podía evitar preguntarse: ¿había algún objetivo especial oculto?