Los Antiguos

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La expresión de Lagi se oscureció, y una expresión extremadamente amarga se podía ver en su rostro.

Han Xiao supo de inmediato que había dicho algo mal y rápidamente respondió: —Oh, perdón por el malentendido. Tu nombre es... Bastante bueno.

—Lamentablemente, mi padre parece estar de acuerdo. —Lagi dejó escapar un suspiro.

«¿Por qué está hablando este tipo tan educadamente?». La expresión de Han Xiao era dolorosamente incómoda.

«No es de extrañar que este tipo sea siempre tan pesimista. Cada vez que se presenta a los demás, tiene que decir: "Soy Lagi". ¿Cómo puede enfrentar el mundo con una sonrisa? ¡Es natural que esté deprimido y no pueda ver la esperanza en el mundo!».

—Está bien. Ya estoy acostumbrado. —Lagi agitó las manos para mostrar que no le importaba—. En cualquier caso, todos nos descompondremos en la nada al final y no dejaremos nada atrás. Desapareceré en la sinuosa historia con mi nombre, y nadie me recordará más.