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prólogo

Estaba actualmente en un examen en mi universidad, en el cual estaba preparado.

– Saque un buen promedio, ¡yes!.

Iba de camino a un restaurante a comer para después irme a mi casa.

– Eso estuvo delicioso. 

Lamentablemente, no tengo ningún amigo(a), para pasar el rato, aunque yo también me lo busque.

El problema era que a mí no me gusta estar rodeado de tanta gente y pasaba todo el tiempo solo.

Después de pasar ella examen con éxito me dispuse a buscar juegos en internet para distraerme y la verdad no podía encontrar uno bueno.

Así que me rendí, como también era un Otaku me puse a leer una novela ligera que se llamaba "el más fuerte" muy popular, en el cual se trataba de que el protagonista es invocado a un mundo diferente con otras personas para derrotar al dios demonio, pero o descubren su estado y lo expulsan por ser el más débil de los héroes, pero pasado un tiempo él se vuelve el más fuerte del mundo y derrota al dios demonio.

Cuando termine de leerlo me atacó un repentino sueño, fue tan fuerte que no pude resistir y me dormí enseguida.

Cuando desperté estaba en un lugar totalmente diferente al de mi casa.

El lugar parecía medieval en su decoración, pero no me importó, lo único que quería saber era por qué estoy aquí y en qué lugar me encuentro.

Escucho a alguien acercándose. Cuando lo vi me pareció una persona que estaba en sus 40, pelo rubio, con una altura de 180 cm, tenía una mirada afilada capaz de traspasar a una persona.

Alrededor también había personas en la misma situación que yo, luego la persona que venía hacia nosotros se detuvo como a unos dos metros y hablo. 

– Bienvenidos a todos. Todos ustedes han sido invocados para que nos ayuden a salvar este mundo, síganme por favor, el rey quiere hablar con todos ustedes.

– Espere un momento, que quiera decir con salvar al mundo.

Una de las personas que estaban también dijo eso con un poco de enojo.

El hombre respondió 

– El rey les explicará la situación, así que tengan paciencia. 

Avanzamos a través de lo que parecía ser un castillo. Toda la decoración era muy lujosa, pero no entremos en detalle.

Cuando llegamos había una gran puerta que llevaba al salón del trono. 

Al final del pasillo estaba una persona. Creo que es el rey.

– Hola y bienvenidos sean todos ustedes héroes, no les voy a decir que se presente porque van a estar mucho tiempo aquí, así que nos iremos conociendo poco a poco.

El rey habló con un poco de arrogancia y luego el hombre que nos mostró el camino hablo.

– Ahora todos venga por aquí, se les va a revisar su estado en estas tarjetas.

– Y que tenemos que hacer. 

Pregunte un poco confundido. 

Cuando nos entregaron las tarjetas de estados, el hombre procedió a explicar.

– Como ustedes pueden ver en la esquina de la tarjeta hay una aguja pequeña, eso la utilizarán para pincharse el dedo y conectarse con la tarjeta por medio de su sangre.

En el momento en que estábamos haciendo lo que nos pidieron, recordé que esto estaba en la novela ligera que me leí anoche, lo que significa que me invocaron al mundo de la novela, eso quiere decir que uno de nosotros tendrá el estado con las estadísticas más bajas.

Cuando pensaba eso terminamos de conectarnos con las tarjetas y nos mostraron nuestras estadísticas.

Nombre. Alfred

Nivel.1

Fuerza. 20

Vitalidad. 20

Resistencia. 20

Inteligencia. 40

Maná. 20

Habilidades. O*******n d* h*********s, aumento de maná, o*o de d**s.

– Que diablos, no puedo leerlo.

El hombre empezó a revisar nuestras estadísticas y por las expresiones que están colocando deben ser muy buenas estadísticas.

Cuando llegaron a donde mi, el que estaba revisando miro mis estadísticas y declaró que no tenía una habilidad de decente y que también era muy débil.

Todos en el salón del Reino se sorprendieron por esto y me miraron un poco extraño.

El rey habló para olvidar toda esta situación. 

– Bueno, ahora les voy a decir que tienen que partir para que se vuelvan más fuerte y tú como dices que te llamas.

– A mí.

– si, tú.

– Alfred señor.

– Te vamos a dar algo de dinero, pero no te vuelvas a aparecer por este castillo.

– ... Que.

– Tal y como escuchaste, así que estate agradecido por lo que te estoy dando.

Y así como dijo el rey, me dieron dinero al menos y me echaron del castillo.

– Y ahora que voy a hacer.