22 Capítulo 22: Metamagia

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

La agitación se convirtió en un aullido aterrador.

—¡Mierda, esto en verdad es un pantano!

Fario se encontraba atrapado dentro del pantano. Su grueso cuerpo forcejeaba de manera desesperada, pero cuanto más se movía, más rápido de hundía.

En poco tiempo, estaba hundido hasta el pecho en ese barro negro.

—¡Cuidado! ¡Eso es un Pantano Putrefacto! —El mago nivel 9 gritó esta advertencia al grupo del Nido de Víboras mientras lanzaba rápidamente un hechizo.

Pantano Putrefacto era un hechizo nivel 3, así que no significaba mucho para un mago nivel 9. Una Petrificación de Suelo lo resolvería fácilmente.

Así que el mago hizo exactamente eso. Recitó el encantamiento y la Petrificación de Suelo tomó forma. Mientras lograra controlar la expansión del Pantano Putrefacto, podrían tomarse su tiempo para ayudar a Fario a liberarse.

Pero justo cuando el mago estaba a punto de lanzar el hechizo, un frío mortal cubrió la zona. Antes de que pudiera reaccionar, el pantano estaba congelado.

— Esto... —el mago nivel 9 suprimió el hechizo de petrificación. No se trataba de si debía lanzarlo o no. En ese momento, sintió un pequeño tirón y un dolor insoportable. El pantano ya estaba congelado, así que su hechizo ya no tenía importancia. Pero no podía quedarse sin hacer nada. ¿Debía ver sin remedio cómo Fario se convertía en un carámbano? El jefe le había pedido personalmente que lo protegiera.

Afortunadamente, no tuvo que seguir pensándolo por mucho tiempo.

Lin Yun ya se había acercado.

—¿Por qué estas tan suelto hoy, tío? —Lin Yun caminaba por un sendero pequeño, sin acercarse al mago nivel 9 que continuaba estupefacto. Se detuvo en el borde del pantano congelado y se agachó sonriendo mientras miraba a Fario.

—¡Li... Li... Libérame! —Fario nunca se había encontrado en una situación tan incómoda, con más de la mitad de su cuerpo congelado dentro del pantano. Sus dientes castañeaban constantemente bajo ese frío amargo. Era como si innumerables cuchillos estuviesen cortando su cuerpo.

No podía escapar, pero tampoco se estaba hundiendo. Una vez que el pantano se congeló, se puso duro como el acero—. Olvida a Fario, ni un Guerrero nivel 10 podría liberarse.

—Claro, puedo sacarte sin problema. Pero, tío, hay algo que no entiendo. ¿Para qué trajiste tantas personas a mi casa hoy?

—Ca...Capturar al ladrón —Fario comenzó a hablar cuando de pronto sintió un vacío abrirse bajo sus pies. Se hundió un poco más. Completamente aterrado, agitaba los brazos en el aire mientras gritaba—: ¡Rápido! ¡Agárrame! ¡Sácame de aquí!

—Tío Fario, estás siendo deshonesto —cuando la mitad de la cara de Fario ya estaba hundida en el pantano, Lin Yun tomó casualmente su cuello—. ¿Eres una persona tan magnánima que juntarías semejante fuerza por un ladrón?

—¡Sa... Sácame primero! —Fario rogó en una voz ahogada, sin decir nada más.

Lin Yun no dijo nada y simplemente lo comenzó a soltar.

—¡AAAAAH!

Mientras lo soltaba, Fario aullaba aterrado. Sus dos manos gordas ondeaban en el aire de forma caótica, en un intento de aferrarse a su última esperanza de supervivencia. Luego de forcejear, apenas logró agarrar un trozo de la túnica de Lin Yun. Fario se aferraba como si su vida dependiese de ello—. Mafa, soy tu tío, sácame de aquí...

—Suficiente, Fario. ¡Cállate! —El mago nivel 9 que estaba observando la escena, absorto en su estupor, al fin se despertó. Levantó su vara y una enredadera apareció a un lado del pantano congelado. Embebida del maná que emitía el mago, la enredadera creció hasta tener el grosor de un brazo y varios metros de largo.

Inmediatamente después, barrió sobre Fario y lo arrancó del pantano congelado, lanzándolo al suelo.

—No había terminado de interrogarlo —dijo Lin Yun mientras desempolvaba su túnica, quejándose, aunque en realidad no le importaba mucho.

Estaba seguro de que Fario era a lo sumo un recadero. Sin importar cuanto lo interrogara, no descubriría mucho.

Además, aún estaba el mago nivel 9.

Él no tenía ni idea de que se había convertido en un objetivo para ser interrogado. Estaba frunciendo el ceño, mirando al joven mago que le causaba problemas.

Este joven mago debía ser el dueño de la casa, Mafa Merlin. Parecía tener unos 20 años y estaba usando una túnica negra nueva, así que no había sido un mago por mucho tiempo. A juzgar por los hechizos que lanzó, se encontraba entre el 3er y 6to nivel.

Esa fuerza era bastante buena para un joven de esa edad. Pero era solo «bastante buena». Alguien en la cima de los magos podría aplastarlo con facilidad.

Por eso el mago nivel 9 no se molestó en dialogar con su contraparte y directamente le dijo—: Mafa Merlin, entrega la escritura y te garantizo que te dejaré ir, junto con la gente que vive allí.

—Déjame pensarlo —expresó Lin Yun. Sorprendentemente, no se negó de inmediato, en su lugar, mostró una expresión meditativa.

—Considéralo bien. Rara vez le doy una oportunidad así a alguien. Te daré diez segundos para elegir si quieres morir con la escritura o entregarla y salvar tu vida.

—Quiero decir que estaba pensando si debería dejarlos ir o no.

El área entera se silenció tras estas palabras.

La cara del mago nivel 9 estaba llena de desconcierto. No se atrevía a creer lo que acababa de oír. Luego de quedarse mudo nuevamente por unos segundos, reaccionó. No había escuchado mal, ese joven mago en verdad dijo que estaba considerando si debía o no dejarlos ir.

—¡Estás tentando a la muerte! —El mago nivel 9 tomó un profundo aliento y apenas pudo contener su ira. Al hablar, su voz era fría y siniestra.

Voz fría y siniestra, expresión sombría. Hasta Fario, que continuaba temblando en un costado, podía ver que el mago estaba verdaderamente furioso.

Esta era una clara provocación. Dejando de lado el hecho de que estaba en la cima de la existencia para un mago, incluso si hubiera sido menos poderoso, no podría soportarlo.

—¡Mátenlo! El enfurecido mago agitó sus manos y la docena de matones se precipitaron en simultáneo, mirando a Lin Yun como si fuese una presa.

Ellos eran la élite del Nido de Víboras. El más débil tenía la fuerza de nivel 3 y el más poderoso ya estaba en el nivel 7. La fuerza colectiva de una decena de ellos no era inferior a la de un grupo de mercenarios. La capacidad de enviar una fuerza así, además de fuerzas de primer nivel, solo la poseía el Nido de Víboras del inframundo.

Ese grupo élite del Nido de Víboras estaba compuesto por tres clases distintas. arqueros, guerreros y ladrones. Cuando el mago dio la orden, los guerreros y ladrones desenfundaron sus armas y avanzaron. Los arqueros tomaron posición en el terreno favorable y tensaron sus arcos, esperando que comience la pelea antes de atravesar el pecho de su objetivo como víboras.

Mientras se abalanzaban, algunos de ellos maldijeron para sus adentros. ¿Era necesario usar a las élites del Nido de Víboras contra un mago veinteañero?

Pronto, cambiaron de opinión.

Lin Yun había completado su primer hechizo. Otro Pantano Putrefacto se formó. A menos de 10 metros de él, una docena de guerreros sosteniendo grandes espadas se acercaba. Cuando de repente, el suelo bajo sus pies se ablandó. Sintieron como que algo los arrastraba hacia abajo, dentro de la suciedad.

Nadie esperaba que Lin Yun fuera capaz de lanzar un hechizo tan rápido. Pantano Putrefacto era un hechizo de nivel 3. Un mago ordinario necesitaría al menos 20 segundos para lanzarlo. Incluso un mago nivel 9 necesitaría 10 segundos.

Pero ese Pantano Putrefacto se había formado en menos de 5 segundos.

¡Qué clase de concepto era este!

¡Eso era casi un hechizo instantáneo!

Era inconcebiblemente rápido. Interrumpió de inmediato el ritmo del grupo del Nido de Víboras. Entre las docenas de luchadores, los Ladrones aún no se habían acercado y los arqueros ya aflojaban sus flechas por el pánico, lanzándolas sin precisión. Una docena de flechas se dispararon. Algunas no estuvieron ni cerca, pero el resto parecía esquivar a Lin Yun, sin siquiera tocar su ropa.

La parte más aterradora era que él ya tenía otro hechizo preparado.

El segundo fue incluso más rápido que el primero.

Fue instantáneo, sin encantación o gesto, solo un afilado hechizo de Carámbano.

Un silbido atravesó el aire mientras que un implacable carámbano gigante volaba hacia adelante, perforando el hombro de un Arquero. Eso no detuvo el impulso del carámbano y continuó hasta penetrar un árbol, junto con el desafortunado Arquero. Su terreno «ventajoso» se convirtió en la peor ubicación para él.

El carámbano tenía el tamaño de un brazo y atravesó directamente su hombro, clavándolo contra un árbol. El dolor era difícil de soportar, incluso para un miembro élite del Nido. Un grito lamentoso hizo eco y todos los que lo oyeron sintieron escalofríos.

—¿Metamagia? El mago nivel 9 se congeló al reconocer lo que había sucedido.

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