32 Capítulo 32 – La familia Li puede perder dinero pero no prestigio

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

Después de varias rondas, Su Qianci había perdido mucho. Qin Shuhua ya no podía ver eso; dijo que estaba cansada y volvió a su habitación. Le pidió a Tang Mengying que enseñara a Su Qianci.

Tang Mengying sustituyó a Qin Shuhua y empezó a enseñarle el juego a Su Qianci, lo que no le gustó en absoluto a ella. De hecho, con Tang Mengying como mentora, había perdido todo el dinero que Qin Shuhua había ganado.

Sintiéndose culpable, Su Qianci empezó a apostar su propio dinero.

La señora Wang estaba en extremo contenta, pero sintió un repentino dolor de estómago.

—¡Ay! Me duele mucho el estómago. Mengying, ven; juega por mí. Tengo que ir al baño.

Tang Mengying ganó dos rondas después de sentarse.

—Dios mío, Tang Mengying también tiene mucha suerte. Ya le ha ganado todo el dinero a Su Qianci.

—Su Qianci, has debido perder mucho. He visto que has apostado tu propio dinero.

Avergonzada, Su Qianci estaba pensando si quizá era mejor retirarse hasta que Tang Mengying comentó:

—Eso no es problema. La familia Li es tan rica que puede permitírselo. ¿No es verdad, Su Qianci?

Esas palabras, aparentemente inofensivas, capturaron la atención en Su Qianci. Ahora era miembro de la familia Li y representaba su prestigio. La familia Li podía perder dinero, pero no prestigio. Si se retiraba en ese momento, significaría que la familia Li no podía permitirse ese lujo.

Incómoda, Su Qianci tuvo que responder:

—No pasa nada.

—¡Genial!

Las demás mujeres se alegraron de oír eso:

—Entonces continuemos.

Después de haber perdido tanto dinero, Su Qianci había aprendido las reglas básicas. Sin embargo, después de haber empezado otra ronda, seguía sintiéndose algo confundida.

Cuando estaba pensando cómo seguir jugando, oyó de pronto una profunda voz detrás de ella.

—Has ganado.

Su Qianci se sorprendió, miró sus fichas y no entendía por qué había ganado. Entonces, unas manos agarraron sus fichas desde atrás. Cuando la mano se acercó, Su Qianci sintió una oleada de hormonas masculinas mientras la temperatura a su alrededor aumentaba. Pudo sentir su respiración cerca de su cabello...

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