3 Capítulo 3 - Legítimo Objeto Sexual

Translator: Nyoi-Bo Studio Editor: Nyoi-Bo Studio

Su Qianci le contempló sin hablar.

—Legítimo objeto sexual.

Sujetanto su barbilla, Li Sicheng la besó. Su Qianci le miró fijamente y empezó a forcejear.

—¿Legítimo objeto sexual?

Luchando con todo su cuerpo, Su Qianci giró la cabeza a un lado y lloró:

—Li Sicheng, estamos divorciados, ¡esto es violación!

Li Sicheng se detuvo y se sintió confundido, frunciendo sus oscuros ojos y sus cejas.

—¿Divorcio?

¿Solo llevaban tres días casados y esta mujer ya pensaba en el divorcio? ¿De qué estaba hablando?

—¡Suéltame! —inconsciente de la reacción de Li Sicheng, Su Qianci luchó con todas sus fuerzas. Paró y sollozó—. Eres asqueroso, ¡no me toques!

Su boca y su cuerpo habían tocado a Tang Mengying, Dios sabe cuántas veces. Asqueroso...un hombre que había estado con esa mujer.

Fuera de la habitación, con un sonido amortiguado, alguien llamó a la puerta:

—Hermano Sicheng, ¿estás despierto?

Era ella: ¡Tang Mengying!

Li Sicheng se calmó y miró hacia la puerta. Su Qianci aprovechó la situación para zafarse de él. Al bajar la guardia Li Sicheng, Su Qianci le empujó hasta el otro lado de la cama. Se sujetó la manta hasta arriba y rodó debajo de la cama.

—Ya que no contestas, ¿puedo entrar?

La voz de Tang Mengying era dulce y agradable; sonaba como la típica chica de al lado.

Sin embargo, Su Qianci sabía lo despiadada que era.

La puerta se abrió. Cuando Tang Mengying intentó mirar dentro, le arrojaron una almohada roja y Li Sicheng dijo fríamente:

—¡Vete!

La almohada le golpeó la cara y Tang Mengying no pudo ver nada antes de que la echaran de allí. La puerta se cerró con llave de repente.

Li Sicheng se dio la vuelta, mirando cómo Su Qianci se escondía bajo la manta como una momia y la situación le divirtió.

¿En qué estaba pensando esa mujer?

El rostro de Su Qianci estaba cubierto de lágrimas. Al mirar abajo, se sonrojó. Su Qianci giró la cara y se cubrió con las manos. Sin embargo, ¡descubrió que su cara estaba extremadamente lisa!

Con miedo a estar equivocada, Su Qianci continuó tocándose la piel. Era suave y fina. ¡No había ninguna cicatriz por culpa del fuego! Además, Su Qianci se dio cuenta de que toda su habitación era roja.

Había decoraciones rojas de boda por todas partes. En la cama, la puerta e incluso la almohada que Li Sicheng había arrojado a Tang Mengying. Todo era rojo: la manta y las sábanas...

Su Qianci miró la sábana. Tenía una mancha de sangre seca.

¿Cómo era posible?

La antigua casa, las decoraciones de boda, la mancha de sangre...

De repente, su corazón empezó a acelerarse. Una extraña posibilidad pasó por la mente de Su Qianci, quien empezó a respirar con rapidez. Miró a Li Sicheng y preguntó:

—¿En qué año estamos? ¿Y qué día es hoy?

Li Sicheng la miró como si fuera estúpida.

—Solo llevamos tres días casados y tú eres una buena actriz. Su Qianci, te he subestimado.

Dejó de prestarle atención. Reprimiento sus deseos, se dirigió al cuarto de baño.

El corazón de Su Qianci se aceleró. Se acercó a su tocador. La mujer que veía en el espejo era de rasgos delicados. En su suave piel ya no había ninguna cicatriz. ¡Ninguna!

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