589 589 Cualquiera en este mundo puede dañarla, ¡pero él nunca lo hará!

Su Qianci lo miró con incredulidad, y contestó con voz ronca:

—¿Esta evidencia no es suficiente? Ella está diciendo su nombre, está hablando de Li Sicheng. Esa persona es él; ¡es Li Sicheng!

—Pero, ¿cómo sabes que la mujer que habla es Tang Mengying? —Li Jinnan la miró, poniendo su teléfono celular sobre la mesa y sus manos sobre sus piernas—. De principio a fin, no se sabe nada sobre Tang Mengying. Tang Qing ahora es irrelevante para la familia Tang, a la que incluso la policía todavía busca. Y ella no tiene nada que ver con la familia Li. ¿Dónde está su motivo? Si tomas esto para denunciar el caso, y ella lo niega, esto actuará en tu contra. ¿Qué vas a hacer en ese momento?

Su Qianci quedó sin palabras. La desesperación se precipitó hacia ella, dejándola indefensa. ¿Qué debería hacer ella? Su mente se quedó en blanco.

—¿Cómo comenzaste a dudar de Tang Qing?