2 Las bestias aladas

La siguente noche, la niña fue a ver a su madre como la ves anterior, quería averiguar qué pasaba al final de ese cuento.

"Mami, ¿me puedes seguir contando la historia?" pidió la niña

"Claro que sí mi niña, solo deja recuerdo..."

Pasó un pequeño silencio antes de que la madre siguiera con la historia.

Los señores decidieron bajar a la tierra después de un tiempo, querían comprobar que lo que habían hecho estuviera funcionando correctamente, y así fue en un principio.

Al divagar por la tierra la señora de los bosques se encontró con algo que no habían hecho. Al regresar con los demás señores se dieron cuenta de que una gran parte de la tierra se había convertido en arena. Recordaron lo que había pasado en los mares, donde la tierra cercana también se había convertido en arena. Pero siguieron sin encontrar una repuesta clave.

Los señores intentaron usar sus poderes dentro de esta zona, pero todo lo que hicieron se convirtió en arena de igual forma, con excepción de algunas plantas.

Pasaron meses hasta que los señores decidieron rendirse y abandonar está zona para regresar a su hogar.

Después de eso, los señores se fueron por años con la esperanza de que la vida evolucionará en el nuevo mundo que crearon.

Al bajar se asombraron, la vida había emergido. Lo que antes solo era reptiles e insectos gigantes, se había convertido en una fauna completamente distinta, los reptiles dejaron de ser gigantes a tener cuerpos pequeños, y los mamíferos tenían cuerpos mucho más grandes, así como una infinidad de aves volaba por los cielos.

Los señores no sabían que pensar sobre esto, nunca pensaron que tanta nueva vida se pudo crear. Recorrieron todo el mundo viendo la vida que se había generado, todos los diferentes continentes tenían sus propias especies, incluso, la zona de arena empezó a tener pequeños insectos. Pero había una especie que los dejo más intrigados, se trataba de algunos "simios," no eran tan altos como los elefantes o feroces como los jaguares, pero había algo en ellos que no podía pasarse de alto. Era instinto ir en manadas, pero ellos no solo utilizaban sus extremidades para atacar a sus presas, había convertido las ramas de los árboles y las rocas del suelo para hacer herramientas.

Los señores no habían sentido tanta felicidad jamás, una de las nuevas especies había desarrollado inteligencia, pero no tardaron mucho antes de descubrir que está inteligencia fue a cambio de otras cosas, sus cuerpos eran débiles, no eran tan veloces como el resto de los animales, así como su fuerza tampoco era mucha. Temían por su supervivencia, pero prometieron no intervenir, decidieron dejarlos donde estaban, pero todos querían ver qué podrían traer al mundo una raza que podía pensar y utilizar los recursos a su alrededor para su beneficio.

Después de unos meses más, los señores regresaron al punto donde siempre regresaban a casa, dieron un último vistazo al lugar donde se encontraban, querían quedarse más tiempo, pero sabían que su presencia afectaba ciertas cosas, pero, a pesar de que sabían que seguirían vigilando desde su casa, todos sabían que era más divertido estar ahí, estaban preparados para irse, pero algo llamo la atención del señor de la llama, y todos voltearon a ver al sol.

El sol estaba en su punto más alto, era u. día algo soldado, así que la mayoría de los señores hicieron sombra con sus manos para ver algo mejor, y a su sopresa, sus manos no estaban haciendo la única sombra cerca del sol.

5 grandes figuras se acercaban en línea recta a los señores, o eso pensaron, cuando estuvieron lo suficientemente cerca para verlos por completo, cambiaron de dirección, y los pudieron ver de cuerpo completo, al principio recordaron a los dinosaurios, pero al pensarlo con más detenimiento eran mucho más diferentes, eran dragones.

5 majestuosos dragones habían nacido, después de la pequeña sorpresa que tuvieron regresaron a casa algo preocupados, porque sabiendo como fueron los dinosaurios, no dudaron que estos dragones fueran similares, lo único que les alivio y a la vez desalentó, es que solo estaban esos 5 en todo el mundo.

Pasaron meses y aún así los señores estaban algo desanimados, al pasar más tiempo sin ver a algún dragón además de los otros, pensaron que su mundo no era suficiente para más vida fantastica, pero se dieron por vencidos al ver que tampoco funcionó al poner más cosas.

Y en medio de su aburrimiento algo sumamente importante paso, los dragón se habían salido de control y empezaron a destruir todo a su paso.

Al principio la única preocupada era lo señora de los bosques, si alguna llama empezaba a quemar sus dominios miles de animales podrían morir. Los demás señores estuvieron de acuerdo y intervendrian si los daños que causarán fueran demasiados. Sin embargo no paso mucho tiempo antes de que en todo el mundo los dragones estuvieran causando desastres.

Los dragones comenzaron a quemar los bosques, destruir montañas y volcanes, así como secar ríos y lagunas. Como prometieron, los señores se movilizaron para acabar con el comportamiento de los dragones, al ser los únicos que habían no querían exterminarlos.

Cada señor le daría caza a un dragón, mientras que la señora de la obscuridad se quedaría en casa vigilando el lugar donde se encontraban los dragones.

Mientras los demás señores seguían buscando a los dragones, las señora de la obscuridad empezó a notar ciertos comportamientos extraños en los dragones, destruían el lugar donde estaban, pero no por completo, es como si solo estuviera borrando algo.

Cuando los señores dieron con el dragón que se le encargo, empezaron a atacarlo para debilitarlo, pero algo que no estaba en los planes paso, los dragones empezaron a atacar con la misma magia que los señores tenían.

Al principio los señores se retiraron para evaluar la situación. El nivel de amenaza de estos dragones era mucho mayor al que tenían y tenían que atacar de inmediato.

Las batallas que se libravan eran enormes, los cielos cambiaban de color debido a los innumerables poderes que lanzaban cada uno de ellos. Montañas creadas y eran destruidas, la lluvia paso de ser solo agua a lava en algunos lugares. Al no poder volar los señores, se limitaban a magia a gran escala, sin pensar en lo que podrían hacerle al planeta.

Los dragones tenían un poder equivalente al suyo, no se cansaban ni necesitaban comer, las batallas duraban semanas antes de que alguno se le acabase su poder mágico y tuviera que retirarse.

Intentaron de todo, atacarlos como equipo, tratar de acorralar los, pero siempre que hacían eso la mayoría se reunía y atacaban como un equipo perfecto, al principio pensaron en atacarlos cuando peleaban por territorio, pero no eran territoriales, en cambio, se apoyaban en todo.

Años pasaron, hasta que la señora de la obscuridad notó lo que habían causado, el planeta estaba patas arriba, el mundo había entrado en una era de glaciación sin notarlo, a pesar de que su misión era protegerlo lo habían vuelto un caos.

La señora hizo notar a sus compañeros de lo que había sucedido por su culpa y en un intento de que no llegara a más, decidieron dar un cese a la caza de los dragones.

Sabían que no era una solución al problema, pero no tenían de otra. Pero la señora tuvo una idea que no les agrado, intentar hablar con los dragones, no parecía factible al principio, y el señor del fuego se oponía a esto incesantemente, pero al final se decidio que se debía hacer.

Por su seguridad sería acompañada por el señor de las montañas, intento negarse, pero era la única condición de que esto sucediera

así que acepto de mala gana.

Al aproximarse al territorio de los dragones no pasó ni medio minuto antes de que uno se acercara a defender, sin embargo, pareció notar que la señora no tenía intención de atacar, así que se retiró.

Los señores a pesar del tiempo que llevaban peleando contra ellos nunca se fijaron en la forma de sus cuerpos o no sabían si sus cuerpos también cambiaban, este pensamiento llegó a la cabeza de la señora cuando vio a aquel dragón parecido a una serpiente blanca descender.

"¿Entonces qué pasó mamá?" dijo emocionada la niña

"Ya es muy tarde mi niña, y lo que sigue merece su tiempo, lo mejor será que duermas por hoy" dijo con un tono suave y algo cansado.

"¿Aún prometes que me la vas a seguir contando?" pregunto preocupada

"Claro que sí mi niña" dijo sonriendo

"Entonces, descansa mami, te veo mañana" dijo antes de bostezar

"Está bien mi niña, que descanses" dijo mientras la despedida con su mano

La noche seguía siendo estrellada con la luna en su más alto puesto.

"Talvez este más lista de lo que pensaba" reflexiono

"Pero por esta vez debo dormir, y al final veré si estaba en lo correcto" dijo firme

Y con este pensamiento en mente se dirijo a su cuarto donde le esperaba una suave cama.

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