«¿Y si hago un trato con él?», pensó Aiden, viendo que el hombre estaba bastante interesado en la técnica de movimiento de Aiden.
Esa situación era literalmente perfecta, ya que Aiden también estaba increíblemente interesado en la técnica de movimiento de la otra persona.
Entonces, al escuchar esa pregunta sobre su técnica de movimiento, Aiden tomó unos segundos para pensar qué responder.
«¿Debería simplemente pedirle que hagamos un trato?», pensó Aiden, ya que sabía que sería lo más sencillo de hacer en ese escenario.
Dándose cuenta de que era lo más fácil de hacer, Aiden simplemente le pidió al hombre que hicieran un trato y, de paso, facilitar el desafío que tenía enfrente.
Porque si a Aiden le enseñaban a usar esa técnica de movimiento, entonces la dificultad del desafío disminuiría instantáneamente.
Eso era lo que más le preocupaba a Aiden en ese momento, que el hombre se negara debido al desafío y su dificultad.
Sin embargo, intentarlo no tenía nada de malo, ¿verdad?
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