1 1. Asombro

Nunca sabes que tanto arriesgamos por una simple palabra el "amor" algo tan fácil de encontrar, qué puede manipularte de una manera sucia para que entregues todo de ti sin siquiera pensarlo, similar a lanzar una moneda a una fuente qué se cree que es de los deseos esperando que te cumpla lo deseado o pedido que sabes muy bien que tu fe no es algo que te lo dará de la noche a la mañana.

El clima está con ligereza, cálido, con varias nubes en el cielo, pero para nada que evitan qué el bello sol demostró, el hermoso azul, qué tiene el cielo y en la cafetería esta Jaycian el cual tiene un delantal, cofia y un tapabocas para evitar que se le caiga cosas corporales a los platillos y bebidas, de un momento a otro entro su hijo el cual salió antes de la escuela ya qué su maestro tuvo un percance.

—Papi piden hablar contigo. —corre el niño para estar cerca de su padre.

—Eh, ¿quién? —cuestionó quitándose el tapabocas del mismo modo que rellena la charola con los pedidos de los clientes.

—No sé quién; sin embargo, es un señor que pide hablar contigo, papi —contestó genuinamente.

—¿Cuál es la mesa, ninhin? — Jaycian se acomodó el delantal y miró a su hijo con velocidad.

—Es en la mesa quince, papi —mencionó para después voltear a ver a su padre que está rellenando los vasos con bebidas dulces.

—En un momento estaré ahí… cariño, puedes ir a recoger al niño de la escuela, ya es casi la hora de su salida. —volteó a ver a su pareja, quien llevaba una bandeja de cubiertos y vasos sucios hacia la cocina.

—Si amor —respondió Elione quien se lleva al Cianin junto con el para que vayan por su hermano; «espero que no sea por una queja o por algún malentendido» reflexionó quitándose la cofia, el delantal y acomodándose la corbata, y sin más llevo la bandeja de la cocina a las mesas, termino con rapidez y fue con agilidad hasta aquella mesa donde está Danithan.

—¡¡¿Qué haces aquí?!! —gritó de un gran enojo, confusión y sorpresa, aunque es rara vez que él alce la voz o grite, pero esta vez no iba a hacer igual.

—Siéntate —comentó muy tranquilamente y su rostro no es la excepción, ya que la calma y la indiferencia están en su cara.

—¡No te volveré a preguntar!, y mejor contesta rápido —dijo con las orejas calientes y las mejillas rojas por las emociones; «como es posible que me haya encontrado, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, pero eso no quita que esté furioso, hice lo posible a mi alcance para alejarme de él y que no me encontrará, pero ahora está aquí a menos de un metro de mí» pensó con la menta hecha un lío por culpa de Danithan.

—Sabes que no me gusta repetir las cosas, así que lo diré una vez más, así que siéntate de una maldita vez —su mirada penetrante y amenazante hace que Jaycian se sienta sumamente incómodo e inseguro.

—¡No! No lo haré, ya no tienes control sobre mí —pronunció dando unos pocos pasos hacia atrás para mantener la mayor distancia posible.

—¡Qué te sientes, carajo! —gritó aventando de un golpe la canasta con los pedazos de pan que son cortesía; todas las personas de la cafetería voltearon a mirar hacia Danithan, sorprendidas de aquel suceso.

—Está bien, pero debes tranquilizarte… ¿Así que qué haces aquí?. —Levantó los pedazos de pan para colocarlos en la basura y sin más tomó asiento, al igual que con las manos entre las piernas, es una forma para que Jaycian se calme.

—Vengo por algo que es mío, porque más vendría a este espantoso pueblo —dijo con seriedad en su rostro, pero con un tono burlón al hablar.

—Sabes perfectamente que ya no te pertenezco desde hace años —negó rápidamente acercando su cabeza hacia adelante.

—Tú dices eso… pero tanto en la iglesia como en lo legal estamos casados, no era eso algo que tanto querías, así que no mientas —habló con mucha seriedad con cada palabra y sin despegar sus ojos de Jaycian.

—E-eso fue hace años, como te lo repito, fue estúpido el hecho de que estuviera ansioso o más bien emocionado al punto de amarte y no valorarme a mí mismo —artículo Jaycian.

—Estoy completamente seguro que mientes, ambos sabemos que no puedes olvidarme —comento con arrogancia.

—No, te equivocas, ya que no te podré olvidar debido a todos los malos recuerdos que tengo a tu lado porque son horribles. —haciendo que posara sus manos en el borde de la mesa.

—Papá, ya llegamos —dijo el hermano gemelo de Cianin quien se acerca corriendo a su papá para después de unos segundos lo termine por abrazar.

—Hola, Jayji, ve a cambiarte de ropa… por el momento estoy ocupado, dile a papá que te ayude. —miro a su hijo, el cual está feliz; «como que papá si Jaycian nunca tuvo hijos y solamente está casado conmigo» «además yo soy el único que puede estar con Jaycian, ya que nadie más le puede pertenecer» pensó Danithan celosamente, así que en unos cuantos segundos su labio inferior hace que pase un hormigueo por ellos demostrando que esta más que cabreado.

—Está bien, papá —artículo de sus labios, del mismo modo que le impregnó un beso en la mejilla a su padre y sin más se fue.

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