1 °•Capítulo 1•° •'[Fiesta]'•

Íbamos en busca de la fiesta más nombrada de la preparatoria, en la que muchas personas irían y berberían hasta desmayarse, ese era básicamente mi plan. Me acompañaba mi grupo de amigos claro está, no iría a una fiesta solo, hablabamos de las estupideces que haríamos en el lugar; dos de ellos estaban demasiado cercanos, tal vez planeando cómo lo harán en una de las habitaciones.

—Espero que traigan condón.-me burle de la pareja de película romántica, aunque a ellos no les agrado mucho, mi amigo solo rió.

La fiesta se ubicaba en una zona muy rica, la chica quien organizaba esto tenía dinero para desechar. Era una mansión recibida por adolescentes ya alcoholizados con problemas para caminar y el olor a la posible droga rondando. Al pasar por la entrada me encontré con el amor verdadero, mis ojos brillaron al verla, ella estaba sentada en una barra esperando que alguien la consolara. Era con quien de verdad quería  pasar la noche, mis pasos siguieron solos hacía  ella acercándome a la barra, sin apuros tomé a la bella y hermosa botella de vodka. No lo pude resistir y empecé a tomar de la misma botella, me detuve cuando uno de mis amigos tocó mi hombro pero realmente solo le prestaba atención al ardor que pasaba por mi garganta, era tan satisfactorio.

Axel, mi amigo, dijo algo sobre separarnos y así sucedió. Yo fuí hasta la supuesta pista de baile, éramos solo yo y la botella de vodka, era todo lo que necesitaba en ese momento. Fuí a esa fiesta a hacer todo lo que mis padres me negaban que hiciera, las reglas me hartaban y siempre trataba de ir en contra de ellas de manera sutil; Nunca hacía algo ilegal pero me escapaba de clases e insultaba a los profesores, el buen uniforme y ser perfecto era lo ideal ¿Por qué no puedo usar un maldito gorro cuando tengo frío? bailar y el alcohol es lo único  que me saca el estrés de ser perfecto, cosa que obviamente no soy.

Las horas pasaron, creo que no solo la botella bailó conmigo, tal vez  unas chicas y ¿un chico? se habían unido a mi danza medio borracha de caderas. Las luces de colores brillaban y titilaban como una discoteca. Todos bailaban, bebían y tal vez se drogaban solo para divertirse, yo lo hacía para olvidarme y liberarme.

Justo cuando iba la mejor parte de la canción alguien interrumpió mi baile abruptamente tomando mi brazo sacandome de la pista, yo casi caigo al suelo mientras la otra persona me arrastraba prácticamente corriendo ¿es que nadie me va a dejar bailar tranquilo?. Cuando me rendí me dejé arrastrar literalmente, mi vista era algo distorsionada así que no podía ver bien el rostro de la persona, sólo sabía que era un chico por lo fuerte que sujetaba mi muñeca.

—Si no te gusta cómo bailo al menos dímelo.- solté como el idiota que soy, aún sin saber quién me arrastraba cual saco de basura.

El chico con fuerza me tiró al suelo de alguna sala, quién sabe, yo realmente seguía bebiendo lo que quedaba. Al momento que pude enfocar la vista estaba en un círculo de personas jugando algo de adolescentes hormonales,

la botella. Axel estaba frente a mi y cuando cruzamos miradas lo saludé con una sonrisa de retardado, oficialmente ambos estabamos borrachos.

—Muy bien chicos ya que hay más personas podemos jugar.- dijo una linda chica con rostro macabro, bizarro ¿no?

La botella giró varias veces apuntando a diferentes personas, los ojos de los tontos pubertos brillaban al ver que la botella caería con alguno de los guapos de la prepa, yo sólo cumplí con lo que me tocó y Tal vez me besé con una chica. Todo me parecía una estupidez, jóvenes inmaduros jugando este tipo de cosas, necesitaba irme.

  Mientras el tonto juego seguía conseguí varías cervezas y no paré de beber en ningún momento. Me hubiera encantado vomitarle a alguien en la boca. Todo seguía normal hasta que la botella cayó para Axel y para mí, ambos nos tiramos al suelo a llorar de la risa por algo tan tonto; el alcohol quizás.

—Amigo, ¿dónde carajos está tu novia?- dije aún con pintas de reír.

El señaló un sofá con nuestras tres amigas dormidas profundamente una sobre otra como lata de sardinas, no hice más que reír y acercarme tocando su hombro pero aún así  al ver su rostro no pude contener la risa ¿Saben lo estúpido que es besar a tu mejor amigo?

—¡Lo siento! No puedo con tu fea cara.-ambos no dejábamos de reírnos como idiotas.

—¡Besense de una vez!- Grita una chica que quería continuar  con su ridículo juego.

—Ya qué...-dijo volteando los ojos.

Él me jaló de mi chaqueta sin mucho apuro chocando sus labios con los míos, me sorprendió pero supuse que quería salir de eso, todos empezaron a contar hasta diez, yo sólo le seguía el juego tratando de contener la risa de borracho que tenía  atorada.

1...

2...

3...

4...

5...

a la mierda besa bien.

Mi risita atorada desapareció y al parecer se volvió algo serio, era sólo un juego no debía pasar a mayores. Pero así fue, mi mano se paseó por su cuello buscando la cercanía de sus labios, el calor del alcohol me recorrió  por completo, buscaba un poco más de él y sabía que no recordariamos nada por la mañana así que no tenía de qué arrepentirme. Con fuerza me abrace a su cuello, acortando la pequeña distancia que separaba nuestros cuerpos. Axel apreso mi cintura, nos besabamos con necesidad de borrachos.

Pasamos por alto cuando una de las chicas cantó el último número.

Seguimos el beso valiendo al resto de borrachos que nos rodeaba de varios silbidos y gritos. Tal vez todo el mundo hable de esto cuando termine, solo tal vez, porque nadie lo recordará ¿verdad?

Un chico extremadamente ebrio comenzaba a gritar algo que al inicio era inentendible. Pero luego sus balbuceos tomaron forma.

— ¡Arriba hay habitaciones! -El maldito grito hizo que el resto comenzara a obligarnos a ir a las presuntas habitaciones.

Terminé  usando a mí amigo de bastón para subir las escaleras aunque también éramos un enrrolle de besos. Al intentar buscar una habitación nos encontramos con escenas algo incómodas pero eso no nos atrasó en ningún aspecto. El me acabó empujando a una habitación desesperado, sus manos me tiraron agresivamente contra la cama sin parar de besarme, estaba tan borracho que ya no sabía quién me besaba.

Nuestros besos continuaron, las cosas se volvieron borrosas y calurosas, sólo recuerdo estar debajo de alguien y no arriba. También reíamos y había flashes hasta que nos quedamos dormidos. Todo fue culpa del alcohol ¿no? Esto no hubiera pasado si la botella de vodka se hubiera cruzado conmigo.

Pero...Quería hacer todo lo que consideraba imperfecto ¿cierto?

Para algo imperfecto, necesitas un secreto.

avataravatar
Next chapter