9 Capítulo 9 - Invitados no invitados (3)

[¡Ese sinvergüenza!]

La voz del pequeño gato negro hizo eco en la mente de Jun Wu Xie.

¡Frente a su prometida, en realidad estaba coqueteando con otra mujer!

Jun Wu Xie, que había estado en silencio todo el tiempo finalmente habló.

—No hay necesidad.

Los doctores de este mundo la han atormentado lo suficiente.

La negativa de Jun Wu Xie había hecho que Mo Xuan Fei y la cara sonriente de su acompañante se desmoronaran.

Mo Xuan Fei expresó su disgusto y dijo:

—Yun Xian es el discípulo directo del Soberano del Clan Qing Yun.

¿Clan Qing Yun?

Jun Wu Xie levantó una ceja ligeramente, incluso la cara de Jun Qing dio un toque de sorpresa.

Había varias potencias principales fuera del Reino de Qi, una de las cuales era el Clan Qing Yun. Son bien conocidos en los continentes y han permanecido indiscutibles en el campo de la medicina durante generaciones.

Tienen una larga historia de producir genios, cada uno cuyo nombre tenía fama que podría sacudir a todo el continente. El más famoso fue su Soberano, que tiene la habilidad similar a un santo, ganándose el respeto de todos los reinos. El Reino de Qi definitivamente estará en el lado perdedor si enojan al Clan Qing Yun.

Bai Yun Xian era el discípulo de la Soberana, lo que significaba que su estatus en el clan era bastante alto.

Después de que Mo Xuan Fei la presentara, Bai Yun Xian levantó su barbilla ligeramente y sus rasgos se pudieron ver con más claridad y fue una apariencia de otro mundo.

—Hice un gran esfuerzo para invitar a Yun Xian. Además, Wu Xie no tiene espíritu contractual. Si ella no se cura bien, ¿qué pasará con ella? Aunque no estamos destinados el uno al otro, no importa qué, como un conocido o incluso un amigo, también debería ayudarla —dijo Mo Xuan Fei expresando finalmente sus intenciones.

La cara de Jun Qing era negra como el carbón.

Anteriormente, Mo Xuan Fei había tomado a Jun Wu Xie como su prometida, debido enteramente al poder militar del Palacio Lin, pero ahora no tenía nada que temer al encontrar un respaldo aún más fuerte.

Incluso el poder militar de Jun Xian, no importa cuán grande sea, no es una amenaza para el Clan Qing Yun.

El propósito de Mo Xuan Fei era muy claro, ¡él quería romper este compromiso matrimonial!

—¿Significa esto que el Príncipe Segundo quiere romper tu compromiso con nuestra Wu Xie? —preguntó Jun Qing, estaba agarrando la silla de ruedas con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

—Esto es bastante perturbador, aunque no tengo sentimientos hacia Wu Xie, ya que me había ganado su afecto, quería que nos lleváramos bien y ver si podíamos progresar más. Pero ha pasado tanto tiempo, realmente no albergo ningún sentimiento hacia ella y se ha determinado que no tiene espíritu contractual. No estamos destinados el uno al otro —explicó pacientemente Mo Xuan Fei.

¿Cómo puede casarse con una niña tan mimada y altanera que ni siquiera tenía un espíritu contractual? No importa que, ¡él era príncipe de una nación! ¿Cómo podría casarse con un desperdicio y convertirse en un hazmerreír?

No le importaba Jun Wu Xie y la había humillado por completo al manifestar su enamoramiento y su estado como un desperdicio.

Él le había echado la culpa por completo y había limpiado su pizarra.

Jun Qing ya con la cara pálida, se maldijo en silencio y culpó a su propia inutilidad. Debido a su discapacidad, otros se están burlando de su sobrina en su propia casa, pero no pudo hacer nada para proteger lo que el tanto apreciaba.

¿El Palacio Lin ha decaído tanto?

Jun Qing no pudo soportar ver la expresión triste de Wu Xie. Sabiendo lo mucho que estaba enamorada de Mo Xuan Fei, con su temperamento arrogante, y ahora estaba siendo insultada por el mismo hombre en que se había fijado, ¿cómo puede soportarlo?

Sin embargo, lo que vio lo dejó aturdido.

En lugar de un drama que se desarrollaba ante sus ojos, lo que vio fue completamente diferente de sus expectativas. Jun Wu Xie con un aura en alto e indiferente, miró casualmente a Mo Xuan Fei y Bai Yun Xian.