3 Capítulo 3 - Autoayuda (2)

Aunque Wu Xie no podía ver la apariencia del hombre en la oscuridad, podía escuchar claramente sonidos familiares del ruido metálico de las cadenas.

¿Este hombre fue encadenado? ¿Debajo de las profundidades de este desolado acantilado?

Tan pronto como escuchó la voz del hombre, el pequeño gato negro se convirtió de inmediato en una capa de humo y rápidamente huyó al cuerpo de Wu Xie. ¡Este hombre era peligroso!

—¿Estás encadenado? —Wu Xie ignoró totalmente su tono de voz ya que su mente solo hizo eco de un solo pensamiento, este hombre puede ayudarla. Todo lo que ella necesitaba era... su libertad de movimiento.

—¿Ah? ¿Te refieres a estas pequeñas cosas? —el hombre en la oscuridad estaba tirando de las cadenas, una profunda voz magnética hizo eco en las cuevas oscuras—. Supongo que sí.

—Te liberaré... pero tendrás que salvarme —.Wu Xie tartamudeó mientras luchaba por pronunciar las palabras. Ella estaba temblando debido a todo el frío y el dolor. La temperatura de su cuerpo estaba decayendo peligrosamente y su cuerpo golpeado, que estaba plagado de lesiones graves, no resistiría si no hacía algo pronto.

El hombre en la oscuridad se quedó callado, parecía sorprendido de que esta chica semimuerta dijera tales palabras.

—Silencio significa consentimiento —Wu Xie se justificó, ya que no tenía otras alternativas, así que decidió apostar por esta oportunidad.

Mientras buscaba a tientas en la oscuridad, se apoyó en el hombre y sacó un alfiler fino de su cabello. Ella era una doctora, no una ladrona. Ese tonto una vez había realizado este truco para ella, no estaba segura de poder hacerlo.

Las pequeñas manos de Wu Xie intentaron alcanzar las cadenas mientras ella se movía a tientas en la oscuridad. Desde la perspectiva de un médico, ella podía "sentir" que el físico de este hombre era excepcional.

Usando lo que le quedaba de energía, Wu Xie intentó liberar al hombre con sus pobres habilidades. Nunca se había sentido tan torpe en su vida.

Empleando todas sus fuerzas, ¡ella finalmente abrió uno! Este esfuerzo la había dejado respirando pesadamente mientras luchaba por evitar que su conciencia se desvaneciera.

—Como desee —el hombre finalmente habló con una enigmática sonrisa profunda, su profunda voz masculina hizo eco en toda la cueva.

Antes de que pudiera reaccionar, 'clic'... 'clic'... 'clic', una serie de metal roto sonaba a su alrededor. Se liberó de las otras tres trabas cuando ella sintió algo de calor cuando la atrajo hacia sus brazos mientras la abrazaba.

Él la levantó suavemente y la llevó mientras caminaba hacia la luz.

Afuera, la lluvia seguía cayendo implacablemente.

Aunque el clima era sombrío, era de día y solo esta pequeña luz era suficiente para mostrar su rostro exquisito. Los altos pómulos del hombre, acentuaban perfectamente su rostro junto con su largo cabello de satén que caía casualmente hacia abajo. A medida que el agua de lluvia cristalina corría por su cuello, era el trabajo más extraordinario de Dios.

El hombre estaba mirando hacia el cielo, cuando sintió una mirada de ella, ligeramenteinclinó la cabeza, los ojos violetas se entrecerraron levemente, sus labios se convirtieron en una sonrisa.

Wu Xie miró con indiferencia ese par de ojos morados, sin ningún rastro de expresión. La lluvia caía sobre sus pálidas mejillas mientras ella lo observaba tranquilamente.

Levantó un poco la ceja. Su comportamiento inusualmente tranquilo fue una reacción refrescante.

Esta es la primera vez que alguien no gritó y se asustó al ver sus ojos.

—¿No tienes miedo? —preguntó con su voz ronca y profunda.

—Estoy a punto de morir —Wu Xie le recordó con naturalidad. Sus ojos oscuros, miraban profundamente ese par de ojos morados, sin ningún indicio de desesperación o miedo, sino más bien con una mirada clara, como si la muerte de la que hablaba no fuera la suya.