727 727 Octava Bofetada (8)

¿Pero esa persona ya no se volvió loca?

Desde el interior del carruaje, salió una figura alta, delineada por la gran bola naranja brillante que era la hermosa puesta de sol mientras todos los ojos giraban para contemplar la fascinante vista. La luz del atardecer brillaba como oro fundido sobre la figura mientras salía lentamente del carruaje. Su alta figura estaba ligeramente inclinada al pasar por debajo de la puerta baja del carruaje y se proyectó una larga sombra oscura que se extendía ante él, mientras que sus rasgos faciales estaban parcialmente envueltos contra el resplandor cegador detrás de él, como una hermosa pintura surrealista.

Habían pasado solo unos segundos, pero para Ning Rui, se había extendido como si hubiera tardado unos días lentos. Abrió mucho los ojos y, incapaz de apartar los ojos de la figura que se adelantaba, miró atentamente, intentando ver claramente la cara de la persona.

[¿Podría ser realmente él?]

[¡Imposible!]