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47) Estanque de Lágrimas Sagradas(Capítulo corto)

Moony llegó junto a su hermano, Ruiz estaba herido y cansado, pero no mostraba ninguna expresión sentimental como la que tenía antes. Tomó con cuidado a su hermano, lo cargó como una princesa y comenzó su lento camino hacia el palacio.

Moony: ¿Estás bien? -preguntó. Había oído algo, pero no sabía cuál era la intención de su hermano.

Ruiz: Cansado y adolorido, pero bien.

Moony: ¿Te sientes triste por no poder detenerlas?

Ruiz: Nunca creí poder detenerlas. Aun si estuviera en mi mejor condición, me sería imposible detener a las cinco.

Moony: ¿Entonces...?

Riuz: Quería aprovechar que me veía tan deplorable para que la imagen de mi preocupándome por ellas sea más significativa, aunque no miento cuando digo que sí estoy un poco preocupado. Claro, la mejor situación hubiera sido que las hubiera convencido y decidieran no seguir con esto, pero no contaba con ello.

Moony: ¿Y funcionó?

Riuz: Quizás, no lo sé, pero lo intenté... hasta lloré un poco, pero es porque aún estaba sensible por lo del maestro.

Moony: ¿Y ahora qué hacemos?

Riuz: Lo de siempre, entrenar y esperar hasta nuestro próximo movimiento. Tai Long no es un contrincante fácil y no creo que podamos derrotarlo, por lo que tenemos que dejar nuestras esperanzas en Po... ahora vamos a dormir, necesito reponerme, haz tu cosa mágica de acupuntura y ayúdame a estar lo mejor que pueda para mañana, yo también usaré mi poder.

...

A la mañana siguiente, los hermanos se despertaron temprano como habían acordado. Riuz le dijo a su hermana que preparara una mochila con sus materiales de estudio y otra con provisiones, porque posiblemente saldrían por unos días. Luego, se dirigió hacia la cocina.

En el camino, Riuz vio a la maestra Shifu sentada bajo el durazno en una posición que le daba algo de pena, pero la ignoró y siguió su camino, ya que sabía lo que pasaría.

Al llegar a la cocina, Riuz se dirigió al almacén de alimentos y, después de conseguir pasar la puerta sin estropear el candado, se colocó en una esquina. Trató de anular su presencia y con paciencia esperó. No hizo falta mucho tiempo para que su objetivo apareciera. Po entró a hurtadillas en el almacén y, luego de comprobar que no había nadie viéndola, empezó a comer.

Riuz estaba fascinado con la habilidad de la panda, no solo en el Kung Fu, ya que era algo que esperaba, sino con su habilidad para comer. Galletas, panes, frutas, cereales, todo lo que podía llevarse a la boca desaparecía. No entendía a dónde iba toda esa comida, pero entendía bien por qué estaba tan gorda.

Se quedó mirándola un rato más, apreciando cómo destruía los muebles para alcanzar su próximo bocadillo, hasta que Shifu entró para ver el destrozo del lugar. Ambas se quedaron viéndose por un rato hasta que Po saltó a la defensiva.

Po: ¿Qué? Yo como cuando estoy preocupada, ¿ya?

Shifu: Ah... no tienes que explicarte. Pensé que podías ser Mono. Él esconde sus galletas arriba de todo. -Mencionó luego de tener una idea y se dio vuelta.

Cuando Shifu estaba por salir por la puerta, miró hacia una de las esquinas y vio a su discípulo escondido. Pero antes de decir o hacer algo, este le hizo una señal con el dedo en sus labios para que no dijera nada. Riuz no esperaba poder esconderse de su maestra, conocía sus capacidades. Shifu estaba curiosa con eso, pero siguió con lo que había planeado.

Viendo que la maestra ya no estaba viéndola, Po corrió rápidamente a robar las galletas de Mono y la velocidad con la que subió a la repisa fue impresionante. Shifu, que estaba esperando al otro lado de la puerta, entró rápidamente al escuchar los ruidos.

Shifu: ¿Estás viendo lo mismo que yo? -preguntó a su estudiante escondido al presenciar lo que hizo la panda.

Riuz: A menos que usted también esté pensando que es una lástima que sus pantalones no sean más ajustados para poder apreciarla mejor, no. Pero sé a lo que se refiere y sí, es impresionante - contestó saliendo de su escondite mientras contemplaba a Po con las piernas completamente abiertas en el aire.

Shifu le dio una mirada de consternación a su alumno, pero luego volvió su atención a lo importante.

Po se percató de las dos personas que la miraban y se tensó de vergüenza.

Po: No le digan a Mono.

Riuz: Sí, lo haré.

Po: ¡Desde cuándo estás aquí! - Se sobresaltó ante la presencia de otra persona que parecía salir de la nada.

Riuz: Desde hace mucho...

Shifu: Dejen eso. Mírala, mírate...

Po: Ya lo sé, doy asco.

Shifu: No, no. Digo, ¿cómo llegaste allá arriba?

Po: No sé. Supongo que... no sé. Quería una galleta.

Shifu: Pero estás a 3 metros del piso e hiciste un split perfecto.

Po: No, ¿esto? Esto solo es... un accidente.

Shifu: Los accidentes no existen -dijo con una sonrisa-. Ven conmigo.

Shifu salió junto con Po y Riuz las seguí. La maestra se fue por un corto periodo de tiempo, pero luego volvió con una mochila y se la entregó a la panda.

Shifu: Saldremos del palacio.

Riuz: ¡Yo voy! -exclamó, como queriendo asegurarse un lugar. No mucho después, apareció Moony con una gran mochila en la espalda.

Shifu: ¿Qué...? -preguntó, intercambiando miradas entre los dos humanos.

Riuz: Bueno... quizás ya había considerado ser partícipe de este viaje -dijo algo avergonzado-. Quizás supuse que algo así pasaría y nos preparamos para una excursión... No queremos interrumpir sus planes, maestra, es solo que no queremos perdernos nada...

Shifu: ... No importa, vamos -decidió no preguntar y seguir, había poco tiempo.

...

El camino era relativamente largo si consideramos todas las montañas y el terreno dificil del lugar. En cierta parte del camino, tanto Po como Riuz estaban jadeando y tenían dificultades para respirar, haciendo lo que podían por seguir con las mochilas en sus espaldas.

Po: ¿P-Podemos t-tomar... un des-canso?

Shifu: Ya casi llegamos.

Po: Pero *jadeo* hasta Riuz está... *jadeo* teniendo problemas -lo señaló- No soy solo yo.

Riuz: N-no... *jadeo* no nos pongas en... *jadeo* el mismo barco. Yo recibí dos palizas de muerte ayer... *jadeo* tú solo estás gorda -dijo, pero casi se tropezó y cerró la boca.

Shifu siguió guiando el camino, seguido por Moony, que no tenía muchos problemas como los otros dos. Luego de un tiempo, llegaron a su destino y tanto Riuz como Po se desparramaron en el suelo.

Po: ¿Me hizo venir... *jadeo*...hasta aquí... *jadeo*...para un baño? -preguntó después de ver la gran fuente de agua del lugar.

Shifu: Panda... No nos lavamos las axilas en el Estanque de las Lágrimas Sagradas.

Po: ¿Estanque...? -sacudió su mano mojada rápidamente tratando de ocultar lo que estaba haciendo.

Shifu: Aquí, Oogway desentrañó los misterios de la armonía y la concentración -explicó-. Esta es la cuna del kung fu.

Los hermanos también escucharon las palabras de Shifu y contemplaron el lugar. El sol pareció brillar más brillante y la sensación de misticismo del lugar aumentó. Shifu saltó sobre una gran piedra y preguntó a Po.

Shifu:¿Quieres aprender kung fu?

Po:¡Sí!

Shifu:¡Entonces yo seré tu maestro!

Po:¡¡¡SÍ!!! -Gimió llena de emoción

Shifu: No llores.

Po: esta bien...

...

Cambiando de locación, Shifu empezó a explicarle a Po su situación sobre el Kung fu, aceptando que no todo era culpa de la panda sino suya también.

Riuz y Moony estaban no muy lejos contemplándolo, en especial la divertida escena donde Shifu le mostró los dumplings a Po, pero no le dejó comer. Ambos hermanos esperaban ver el surgimiento de la guerrera dragón, pero no descuidaron su entrenamiento.

Así, el entrenamiento de Po empezó. Mientras ella hacía flexiones en la rama de un árbol con Shifu sosteniendo un plato de dumplings, los hermanos luchaban entre ellos parados en la rama opuesta para equilibrar el peso, pero aun así no evitó que Po cayera cuando su rama se rompió.

...

Cuando Shifu le dio un plato de comida a Po, ésta no pudo comerlo ya que tanto Riuz como su maestra lo golpearon con sus bastones de bambú. Ambos tenían que evitar que Po consiguiera comer, pero Shifu intentaría romper el plato y Riuz tendría que tratar de evitarlo sin dejar a Po conseguir su objetivo. Mientras hacían eso, Moony estaba sentado en el suelo con un pincel trabajando en sus pergaminos.

...

En la pradera, sobre una roca, Shifu observaba cómo Po trataba de quitarle el dumpling que Riuz tenía en la mano. Riuz tenía varias pesas atadas a su cuerpo, lo que dificultaba su movilidad, pero lo más complicado para ambos alumnos era que cuando estaban por conseguir atrapar el dumpling, su maestra les lanzaría una piedra a cada uno con la fuerza suficiente para marcar su piel. Moony también tenía pesas en su cuerpo, pero lo que ella hacía era correr por los alrededores.

...

Flexiones sobre las brasas, lo mismo para todos, solo que Riuz y Moony no tenían un plato de fideos enfrente, pero sí pesas en sus espaldas.

...

Equilibrio sobre una montaña, Po era la única que sostenía platos de fideos recién calentados y tenía que evitar que perdieran su contenido, aunque algo de la sopa sí quemó a los hermanos cuando Po se descuidó un poco.

...

Se cocinaban fideos en una gran olla, Riuz y Moony tenían que cocinar con los ojos vendados y evitar que Po pudiera robar los ingredientes mientras lo hacían. Luego, Po podía ir por la sopa, pero ahora su contrincante era Shifu.

...

Con el paso del tiempo, los cuatro parecieron sincronizarse con el Kung fu y el lugar, logrando hacer sus movimientos con delicadeza y perfección. Po ya no necesitaba los incentivos de la comida para demostrar sus habilidades y las prácticas eran cada vez más intensas para todos.

Para el final, Po demostró habilidades que llegaban a superar a los hermanos, que habían pasado años practicando. Ninguno de los dos se molestó por eso y estaban felices por ella.

Llegó la prueba final y los cuatro estaban sentados en una mesa de piedra con tres platos de dumplings. Po no podía creer que esto no tuviera ninguna trampa, pero deseaba comer algo por una vez sin que se volviera una prueba mortal, así que se apresuró a probarlos.

Antes de que Po pudiera siquiera agarrar el dumpling con sus palillos, Shifu se lo comió. Viendo esto, Po quiso buscar otro de los otros platos, pero de la misma manera, Moony y Riuz se comieron justo el dumpling que ella quería atrapar.

Viendo que esto se iba a poner feo, Riuz y Moony cogieron rápidamente varios dumplings y se los llevaron a la boca para luego hacerse hacia atrás, dejando solas a las dos pandas.

Los hermanos observaron cómo Shifu y Po tenían su confrontación, que parecía muy seria para ser solo por un dumpling. La batalla se extendió y se movieron por el lugar, los hermanos pudieron ver cómo Po mostraba su estilo de panda y cómo al final rechazó el dumpling.

Po dijo: "No tengo hambre", y le sonrió a su maestra.

Shifu devolvió esa sonrisa y arrojó el dumpling, pero Riuz logró atraparlo y se lo comió.

Po hizo una reverencia a Shifu y los hermanos la siguieron para agradecerle a Shifu este entrenamiento. Luego, se organizaron para volver al palacio.

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