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41) Últimos años

Perdón otra vez, pero este es un capítulo largo, ya quiero que la próxima semana comencemos con la primera película.

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En el campo de entrenamiento Riuz y Tigresa estaban por combatir mientras las demás estaban dispuestas en un círculo a su alrededor observándolos, aunque todas sabían como terminaría, no ha sido diferente en ningún momento.

Ambos se miraban con seriedad, aunque era un entrenamiento simple, ninguno lo despreció. La maestra Shifu que dirigía este entrenamiento le hizo una señal a mono con su mano, y esta hizo sonar un pequeño Gong de mano.

Al instante ambos se movieron, pero había una clara diferencia en atributos. Tigresa era mucho mas veloz, a pesar de que se estaba conteniendo, si fuera con todo esto terminaría demasiado rápido.

Riuz estaba exigiéndose al 100% en este entrenamiento, cada movimiento de tigresa lo ponía demasiado tenso y temeroso, la adrenalina en su cuerpo casi brotaba por sus poros.

El golpe de tigresa vino directamente a su cara y lo esquivo solo por los pelos, pero sin perder tiempo también contraataco, sin éxito.

Esta pelea no fue muy interesante en varios aspectos, Riuz mejoró y aun con los susurros de aliento que Moony le daba desde la distancia no podía hacer mucho. Golpeó y pateó todo lo que pudo, pero siempre fue esquivado o bloqueado, sin contar el daño que fue acumulando de los ataques de tigresa.

Aunque ella no quiera admitirlo, Tigresa involuntariamente disfrutaba en secreto estas sesiones de entrenamiento. No incumplía con su deber, pero quisas disfrutaba de mas el poder ver sufrir un poco a Riuz en venganza por los sentimientos que le causó. Se habían semi-Amistado, pero aún quedaban algunos rencores menores.

El combate siguió poco mas, no pasó mucho tiempo, pero uno de los lados ya mostraba signos de derrota. Tigresa estaba por acertar un golpe final para terminar con esto, pero se llevó una gran sorpresa.

El poder en el interior de Riuz estaba sellado, pero unos pequeños hilos aún existían y al igual que su frustración sexual en el pasado, estos también se acumulaban y tendían a explotar.

Estaba cansado y enojado, pero su instinto era mas fuerte en estos momentos donde sentía el peligro. Su postura cambió a una similar a la de Tigresa y en un instante, desde sus codos hasta la punta de sus dedos, se cubrió de un pelaje negro claro con rayas grises, además de que le crecieron unas pequeñas garras.

Este cambio no solo sorprendió a la audiencia, sino también a Tigresa que perdió la concentración por un instante, instante que fue suficiente para que Riuz golpeara su hombro con su palma con el estilo Tigre que ella usaba.

El lugar quedó en silencio por un momento, el golpe había atinado, pero eso no significaba mucho. Solo se había empujado el hombro de tigresa hacia atrás y dejado unas pequeñas marcas de cortes, pero ni siquiera la había hecho retroceder medio paso.

Riuz se sorprendió de sí mismo, era la primera vez que lograba darle un golpe a alguien en este lugar, ni siquiera se percató de como lo consiguió y solo se quedó mirando su brazo y el lugar donde quedo las pequeñas marcas de garras en la ropa de tigresa.

La felicidad de Riuz no pudo durar lo suficiente, ya que casi al mismo tiempo que la comisura de su boca empezaba formar una sonrisa, escuchó un rugido. Todo lo que pudo ver en ese momento era una de las sandalias de tigresa que se volvía cada vez mas grande y luego sentir como sus pies parecían haberse separado del suelo.

Le tomó tiempo recuperarse del mareo y levantarse, en especial teniendo en cuenta que su cuerpo volvió por completo a su forma normal, la de niño pequeño. Su poder se había consumido realizando ese cambio en sus brazos y su falsa forma de adulto no pudo mantenerse.

El cambio de aspecto de Riuz había sorprendido a Shifu y las demás, casi tanto como que lograra acertarle un golpe a tigresa.

"Es una parte de mis habilidades, la razón por la que puedo parecer de mi edad real..."

Riuz, luego de recuperarse del aturdimiento, tuvo que explicarles a sus compañeros y maestra sobre su poder, aunque no dijo todo. Explicó que es algo propio de él, no de los humanos, que actualmente estaba muy limitado y que lo que hizo fue instintivo, pero esperaba en el futuro poder controlarlo.

En cierto punto era cierto, desde que sus poderes fueron sellados, su capacidad para cambiar de forma también se vio extremadamente limitada. Todo el poder que tenía lo usaba para mantener un aspecto adulto, pero con el tiempo ha sabido emplear mejor el poco poder que tiene y es posible que en el futuro, aun si se mantiene sellado, pueda realizar algunos cambios parciales o temporales... claro, si es que su poder no es sellado con mas fuerza.

El entrenamiento se dio por terminado en ese momento, no por algo del combate en particular, sino porque llegó un pedido de ayuda para los cinco, sobre bandidos o algo así.

Había llegado el momento del descanso, cosa que Riuz necesitaba, tenía la cara roja e hinchada debido a la parada de tigresa, aún ahora que solo quedo él y Moony se la seguía frotando el bulto en su rostro.

Moony: ¿Vamos hoy a lo de la Sra. Ping?

Riuz: Sí, me vendría bien un buen plato de fideos para compensar este sufrimiento... además de que festejaremos que por fin pude lograr mi primer golpe -Proclamó feliz y enérgico a pesar de lo agotado que estaba en realidad.

Ambos hermanos ahora bajaban por las largas escaleras de Palacio de Jade hacia la tienda de fideos de la señora Ping. Se les había vuelo costumbre el ir dos veces al mes para tener una buena comida. No iban mas seguido, ya que aún estaban de incógnitos y no querían ser descubiertos o que los relacionaran al Palacio, siempre tomaban desvíos o se ocultaban de los demás para conseguirlo.

-Tienda de fideos-

Po:¿Mamá? ¿Mamá? ¿MAMÁ? -Una panda recorría el interior de su casa y la tienda de fideos buscando a su madre, pero no la encontraba, casi era la hora de abrir la tienda y era algo raro que se retrasara- ¡¿MAMÁ?!

Sra. Ping: Aquí afuera -Respondió la ganza desde el patio.

Po salió a donde se colocaban las mesas y vio a su madre cerca de la última, cuando se acercó pudo ver como esta estaba esparciendo pétalos de flores a su alrededor y colocando un gran mantel blanco sobre la mesa y luego uno rojo mas pequeño con una servilleta doblada en forma de cisne encima.

Po: mamá ¿Qué estás haciendo?

Sra. Ping: Ohh, arreglo la mesa, hoy es uno de esos días del mes.

Po: Hmmm... ¿Cuándo... pones huevos...? -Preguntó dudando, pero su madre le dio una mala mirada ante esa suposición.

Sra. Ping: Hoy es cuando vienen nuestros mas grandes invitados, ¿por qué crees que estoy preparando nuestro servicio premian?

Po: Nosotros no tenemos un servicio prémium...?- Po empezó a cuestionarse mientras movía su mirada a la dirección que apuntaba su madre, hacia un nuevo cartel que no estaba ahí antes.

Cartel "Servicio prémium del restaurante de fideos de la Señora Ping: Servicio de lujo solo para invitados distinguidos, 100 yuanes la mesa"*Dibujo de la señora Ping con un mantel rojo*

Po: ¡¿100 Yuanes la mesa?! ¿Quién pagaría esa cantidad solo por comer fideos?

Sra. Ping: Pues nuestros mas respetados invitados... y no es por los fideos, es solo por la mesa, los fideos vienen por separado.

Po: ¿Qué clase de locos aceptaría algo...?

*Golpe con una servilleta*

Sra. Ping: No hablas así de nuestros mas queridos clientes -regañó la madre a la panda para luego irse a la cocina.

Po: ¿Desde cuándo tenemos clientes tan importantes? -Siguió a su madre confundía.

Sra. Ping: Quisas si durmieras menos y prestaras mas atención, sabrías que hay dos días en el mes donde nuestro par de clientes mas generoso viene a la tienda -Dijo mientras revolvía la olla de sopa para los clientes que estaban empezando a llegar.

Po: ¿Te refieres los encapuchados que dan miedo? -Hizo gestos con las manos para representar lo aterradores que eran.

Sra. Ping: Te dije que no hables de ellos así, ¡Tienen nombres!

Po: ¿Cómo se llaman?

Sra. Ping: ...

Po: ...

Sra. Ping: Eso no es importante, lo importante es que son buena gente que paga lo que corresponde por nuestros servicios y siempre dejan generosas propinas, no como los demás cerdos como el señor Chow.

Las palabras de la señora Ping dejaron con la boca abierta al cerdo que estaba esperando en el mostrador, haciéndose notar también a la panda y la Gansa.

Po: Hola señor Chow.

Sr. Chow: Hola Po.

Sra. Ping: Aquí esta su sopa -Entregó el plato de sopa como si sus palabras anteriores no se hubieran dicho.

Sr. Chow: No es que no quiera dejar propina, pero desde que mi mujer me dejo... -Quiso explicarse, pero fue echado del mostrador por la Sra. Ping.

Po: Creo que ofendimos al señor Chow.

Sra. Ping: Que importa, no pensaba dejar propina de todas formas, además su mujer lo dejó hace 3 años y aun antes de eso era un avaro, seguramente por eso lo dejaron... Lo importante este dia es esa pareja de extraños, dales el mejor servicio que puedas y llévales este nuevo menú, nada puede salir mal hoy -Dijo entregándole un menú de papel rojo con pintura dorada y dibujos de ella misma, había pasado tiempo haciéndolo.

Po: Un plato de fideos con pan de frijol... -Estaba leyendo el menú, pero sus ojos se abrieron grandes al ver los precios- ¡Mama! ¡Estos son 3-4 veces nuestros precios normales! ¿Y qué son estas ofertas? "Llévese 6 al precio de 5"

Sra. Ping: Grandes ofertas, Po, Grandes ofertas -Dijo con una mirada de ensoñación- Gracias a ellos, si esto sigue así, quisas podremos ampliar el restaurante, un nuevo carrito de fideos... quisas hasta poder abrir otras sucursales -No podía evitar babear mientras lo decía.

Po: Creo que incluso si el emperador viniera a comer aquí no lo tratarías tan bien.

Sra. Ping: Si el emperador nos paga tanto como ellos, no tengo problemas en ofrecerle el mismo trato.

La panda solo pudo aceptar las ideas de su Madre y empezar a prepararse para esta tarde de trabajo.

...

Tiempo después ya había algunos clientes en las mesas, a excepción de la mesa elegante, nadie se acercaba allí, no sin ser perseguidos por la señora Ping con cuchillo en mano.

Los hermanos habían llegado al restaurante antes de que se ponga el sol y cuando fueron vistos por la señora Ping, esta le hizo señales a su hija para que fuera a atenderlos.

Po no tuvo mas remedio y aunque la incomodaba un poco se acercó a los hermanos y los guio a la mesa decorada. No sin antes explicar el trato prémium y el precio, sorprendiéndose de la poca reacción del par y dudando de si su madre en realidad tenía razón en esto.

La panda esta vez no sintió la mirada penetrante del cliente encapuchado, por lo que no se sintió tan tensa, solo un poco. Dejó el menú en la mesa y se fue para la cocina donde fue invadida por las preguntas de su madre.

Los hermanos terminaron haciendo sus pedidos y llegaron bastante rápido, prácticamente los demás pedidos habían sido ignorados por la Sra. Ping hasta servirles a ellos.

Moony pidió una sopa wonton mientras que Riuz unos fideos picantes. Disfrutaban de la artesanía de aquí, además del ambiente de restaurante, lleno de personas, a diferencia del palacio, que solo eran unos pocos.

Mientras comían fueron visitados repetidas veces por Po y Ping ofreciéndoles diferentes servicios que claramente no existían, por lo menos para los demás, tanto que fue incluso molesto.

Sra. Ping: Espero que hayan disfrutado la comida.

Riuz: Si Sra. Ping, estuvo igual de delicioso que siempre, es un placer comer aquí.

Moony: Ujum...

Sra. Ping: ¿Desean algún postre?

Riuz/Po: ¿Tienen postres?/¿Tenemos postres?

Sra. Ping: Claro que tenemos, no están en el menú porque son un servicio especial solo para aquellos que reciben el trato prémium -Explicó mientras a escondidas pinchaba a su hija con sus dedos para que se callara y no la delatara.

Riuz: Bueno, si es así ¿quieres? -Le preguntó a su hermana.

Moony: Si tú quieres.

Riuz: Bueno, entonces si queremos

Sra. Ping: ¡Genial! Estarán listos enseguida, Po se los traerá -Dijo sonriente para luego voltearse con Po, acercando la cara de su hija a la suya y susurrarle- La Sra. Yoon hizo pudin de tofu esta mañana, ve a su casa, dale unas monedas y trae un poco, sé discreto -Ordenó colocando unos pocos yuanes en la ropa de Po que estaba aturdida.

Antes de que Po tuviera tiempo para comprender bien la treta de su madre se escuchó una exclamación en la entrada de restaurante, era un pequeño conejo que saltaba emocionado.

Conejo: ¡Las cinco furiosas! ¡Las cinco furiosas están luchando con bandidos al sur del valle! -Exclamó emocionado.

Las palabras del conejo sorprendieron a todos los presente y sin dudarlo un momento, todos se levantaron de sus mesas y se fueron corriendo a ver el espectáculo... incluida Po.

Sra. Ping: ¡PO! -Llamó, pero era demasiado tarde.

La tienda quedó casi vacía, con nada mas que la señora Ping, los hermanos, y una vieja cabra que estaba dormida en su silla.

Riuz: Esta bien -Consoló a la Sra. Ping que se veía deprimida con la partida de Po- No se preocupe, no queremos postre.

Sra. Ping: Eso es lo que me temía -Lloró un poquito.

Riuz: Se fueron muy rápido -Dijo viendo el lugar desolado- ¿Y algunos se fueron sin pagar la cuenta?

Sra. Ping: No de que preocuparse, recuerdo todos sus rostros -Asintió con una mirada agresiva.

Riuz: Bueno, por si las dudas le dejaré una buena propina, me encanta venir aquí y no me gustaría que cierre -Colocó una bolsa con monedas sobre la mesa causando que la gansa casi saltara a besarle el rostro... o las monedas- Solo una cosa... no creo necesario lo de esta mesa y el lujo, buscamos ser discretos...

...

Moony y Riuz salieron de la tienda y en su camino hacia el palacio charlaban un poco mientras digerían la comida.

Moony: ¿Por qué siempre dejas tanto dinero o aceptas los precios raros del restaurante?

Riuz: Por la señora Ping, es una buena persona, algo codiciosa, pero buena y confiable. Me agrada y no es que nos falte dinero, así que por qué no usarlo para hacer feliz a alguien que puede ser un buen amigo en el futuro.

Moony: Ohh! pensé que era porque te gustaba ella o la Panda.

Riuz: Yo... no dije que no fuera así...

Moony: ¿Piensas hacer algo entonces?

Riuz: por ahora no...

Moony: ¿Por qué? Tampoco has hecho algo conmigo en lo mas mínimo, sé que dijiste que tu poder ya no te obligaba, pero me ha parecido raro que no quieras disfrutarlo de todas formas ¿Ya no se te para? -preguntó con sincera inocencia.

Riuz: ¡NO! No, no, no es eso, bueno... es mucho mas difícil que antes y no es tan duro... ¿Podemos cambiar de tema?

Moony: Okey.

Riuz: ...

Moony: ¿Cuál de las dos es la que te gusta? ¿La ganza o la panda?

Riuz: ... hmmm... Sí...

...

Al volver al palacio de Jade, Moony tomó camino hacia la sala de archivos, aún le quedaban algunos rollos que leer el dia de hoy, así que fue allí antes de ir a la habitación.

Riuz, por otra parte, fue caminando al campo de entrenamiento para ver si Shifu tenía alguna tarea mas para él antes de ir a las barracas, pero lo que se encontró allí no era a Shifu, sino a Oogway.

Riuz: Maestro Oogway.

Oogway: Veo qué as comido bien -dijo sonriente notando la macha de comida en la ropa del discípulo.

Riuz: OH! Lo siento, yo...

Oogway: No importa, algunas cosas solo tienen la importancia que tú le das.

Riuz: Si meastro Oogway, gracias por sus enseñanzas -Hizo una reverencia.

Oogway: Yo no te he ensañado nada... aún -rio mientras se acercaba.

El bastón de Oogway se movió como el viento mientras se acercaba, sorprendiendo a Riuz por la destreza que casi nunca ve al maestro mostrar. La punta del bastón con gran velocidad se enganchó en una de las muñecas de Riuz y la estiró hacia adelante.

Riuz: Ehh?!

Estaba sorprendido, mas cuando el bastón volvió a moverse, enganchado ahora uno de sus tobillos y lo movió de posición. Al poco tiempo del primer movimiento, ese bastón había logrado que Riuz cambiara a un montón de poses.

Oogway retrajo el bastón luego de que se completara una rutina completa y sin mucha espera se volvió a mover, solo que esta vez en vez de guiar era un ataque que fue defendido instintivamente.

Riuz no sabía lo que pasaba, pero siguió el juego, participando en esta extraña sesión de entrenamiento hasta casi la media noche, momento en el que volvió agotado a su habitación, donde Moony lo esperaba.

El pasar del tiempo fue cada vez mas extenuante para Rius, entrenamiento físico, técnica, teoría, meditación... cada vez hacía mas cosas y ahora con la enseñanza formal de parte del maestro Oogway su tiempo se volvió mas reducido.

Oogway se tomaba su tiempo todos los días para enseñarle al humano, llevándolo en ocasiones mas allá de lo que su cuerpo podía soportar. A Moony también dio cierta ayuda, le hablaba con sus parábolas y dejaba a la niña reflexionando sobre esas enseñanzas.

Las nuevas prácticas de Riuz no pasaron desapercibidas para Shifu y las cinco, pero nadie cuestionó las enseñanzas del maestro Oogway, algunas quisas estaban un poco celosas, pero no tanto luego de ver lo demacrado que estaba Riuz luego de cada dia.

Era tan agotador y tenía tan poco tiempo que sus viajes hacia la tienda de fideos de la señora Ping tuvieron que reducirse a un dia al mes, si es que sucedida.

...

Días a semanas, semanas a meses, meses a años... El entrenamiento avanzaba constantemente y Riuz con él, al segundo año de su llegada, ya competía con las cinco, logrando unas pequeñas victorias, aunque siempre perdiendo al final.

Al tercer año de su llegada ya podía usar el salón de entrenamiento con cierta dificultad. Era un lugar muy bueno para las personas de este mundo y su gran resistencia al daño, pero para Riuz fue quemaduras graves, huesos rotos y perforaciones profundas en su carne, por lo menos en un inicio.

A mediados del tercer año, si daba todo de sí, no tiene problemas en tener los logros básicos, incluso el pasar por el interior de los aros colgantes o esquivar las llamaradas del suelo, pero con dificultad.

Actualmente, estamos a unos meses de su cuarto año en este lugar, ahora en medio del patio de entrenamiento, Riuz se encuentra sentado con las piernas cruzadas, inhalando y exhalando a un rimo regular. Físicamente, no cambió mucho en su falso aspecto de adulto, pero temperamentalmente se nota cierta similitud con los otros maestros del lugar.

"Paz interior... Paz interior... Paz interior..." se repetía continuamente, pero no sentía que esté logrando algún avance.

Oogway: El camino a la paz comienza con una mente calmada, pero no es necesariamente el camino... cada uno tiene su propio camino a la paz... busca en tu interior -La voz del maestro se escuchó a la distancia, se hallaba bajo un árbol bebiendo té mientras observaba a su alumno.

Riuz escuchó el consejo y aceptó que este método no le servía, la meditación era buena, pero no para lo que buscaba ahora. Se levantó del suelo y empezó a realizar una rutina de Tai Chi básico, con algunos cambios personales debido a su estilo particular.

El que estudiara con tantos maestros distintos con estilos tan variados provocó que su propio estilo fuera una copia básica y mezclada de todos ellos, incluso realizando ciertos cambios en su cuerpo para hacerlo posible. Estilo tigre, mono, víbora, etc...

Con sus ojos cerrados, sus manos y sus pies comenzaron a moverse lenta, pero fluidamente, como el viento susurrante que pasaba por el patio. Intentó escuchar su interior para buscar la respuesta, pero no hallaba nada, solo escuchándose a sí mismo, sin darse cuenta del tiempo que pasaba y que en cierto punto la voz en su cabeza había empezado a salir de su boca.

"¿Qué es lo que busco? ¿Por qué quiero paz? ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién soy en realidad?…"

"Yo era un ser humano con una vida normal y luego todo terminó… tenía cosas inconclusas, una vida sin vivir… no, no esta inconcluso, esa vida terminó, por lo que esa historia ya concluyó…"

"Tenía familia y amigos… les deseo suerte, mi tiempo con ellos acabó, ya no me siento mal por ellos…"

Sin darse cuenta, sus movimientos parecían cada vez mas armoniosos, pero lo verdaderamente intrigante fue que su aspecto retomo su forma normal, un niño con los músculos mas marcados que lo que debería.

"Ahora estoy en el Palacio de Jade, soy un discípulo del maestro Oogway, la maestra Shifu, compañero de las cinco furiosas... algo que muchos solo sueñan, pero ahora mi sueño es realidad"

Los movimientos se volvían mas rápidos, mientras que la sonrisa de Oogway a la distancia se volvía mas pronuncia a la vez que entrecerraba los ojos.

"Superé dificultades, Moony me ayudó, es una de las personas mas amables y consideradas, me ayuda, me acepta y me perdona... no importa si es mi hermana o mi hija, la quiero y deseo siempre poder estar con ella como ahora..."

Completamente metido en sus pensamientos, no notó como los poderes antes sellados, aun si solo fueran migajas en comparación con su pasado, empezaron a circular violenta, pero armoniosamente. Ambas manos presentaron cambio, una de ellas parecía desprender partículas de luz celeste, mientras que la otra pequeñas llamas rosas.

"No solo soy un estudiante de Kung fu, también soy mas. Yo soy Riuz Liryus, hijo de Pandora y Jean... mis madres... madres que me amaron a pesar de todo, que me aman de verdad..."

"Amo a mis madres, tengo sexo con ellas. Lo son todo para mí, son mis madres, mis amigas, mis mujeres y no puedo describir lo feliz que estoy de que eso sea así y el saber que nada podrá evitarlo..."

Brusquedad y calma, la pasión de sus movimientos era tal que las llamas y la luz de sus manos crecían y dibujan líneas en el aire. No solo eso, el cuerpo de Riuz también estaba empezando a crecer constantemente, de un niño pequeño inicial, centímetro a centímetro, milímetro a milímetro, a un joven mas maduro... acercándose cada vez mas al cuerpo correspondiente a su edad.

"Tengo a Luna, la hermana mas adorable del mundo a quien corrompí... pero me ama al igual que yo la amo, no solo somos hermanos, somos amantes y enamorados, padre de las criaturas mas lindas de este mundo... nuestras hijas"

"También está Hermione, mi hermana loca, que aun con sus problemas ella... ella... ¡Ella...!"

Los movimientos que en algún momento parecían peces nadando en agua cristalina o el suave viento a través del bosque se cortaron bruscamente como si chocaran con una pared.

En el interior de la mente de Riuz pareció como si un cristal se rompiera, mientras que en el exterior las luces y llamas se extinguieron y el cuerpo antes maduro dio un fuerte retroceso en edad, no tanto como originalmente, pero si se perdió parte del progreso.

Abriendo los ojos se dejaron caer lágrimas y las córneas enrojecidas de dolor, furia y tristeza eran visibles. Una mirada de odio se dejó ver y las venas se marcaban en su rostro.

Levanto el puño en alto para luego bajarlo con rapidez acompañado de un grito de ira, impactándolo contra el suelo, provocando una pequeña vibración y grietas en el piso de piedra.

Oogway: Que lastima... -Pareció algo deprimido como si su té se hubiera enfriado o la música hubiera acabado demasiado pronto- ¿Algún asunto pendiente?

Riuz: Discúlpeme maestro Oogway, tengo algo que hacer -Dijo rechinando los dientes alejándose del patio, a lo que Oogway solo pudo negar con la cabeza.

...

Jean y Pan se encontraban actualmente en la cocina discutiendo que hacer para la cena, aun cuando tenían varios meses de embarazo no les gustaba quedarse sin hacer nada. Trix estaba lavando otra tanda de ropa, mientras que Nagat estaba tendiéndola en el patio con ayuda de las mini-lunas.

Hermione estaba en la mesa de la cocina realizando anotaciones en su libro de texto, continuando con sus estudios y aun resentida con su hermano por no permitirle acceder a aquello que podría devolverle a su antigua vida. Luna también estaba allí, pero solo acariciaba su estómago hinchado esperando a la próxima mini-luna.

En ese momento se escucharon pasos desde arriba y cuando se voltearon pudieron ver a Riuz, que se había ido por alrededor de dos horas, bajar con una expresión de gran molestia. También notaron que era un poco mas alto, mas que Luna, pero aún no tanto como debería.

Pan y Jean: ¡Riuz...!

Luna: ¡Hermano!

Riuz se acercó hacia Hermione ignorando a las demás, esta estaba concentrada en su libro, pero la exclamación de sus madres y hermana la despertaron un poco, pero no tanto para evitar que su hermano le diera un golpe con la palma abierta en la parte trasera de la cabeza(un zape).

Riuz: Tengo a toda mi familia, menos a ti, por ti no puedo alcanzar la paz ¡Todo esto es tu culpa! -Luego de ese golpe mas significativo que dañino, Riuz se volteó y volvió a su cuarto sin mirar atrás.

Hermione, apenas comprendiendo lo que sucedía, no pudo contener las lágrimas de sus ojos y rompió en llanto. Ya sufría mucha presión desde la aparición de la otra Hermione en su interior y ahora no podía contener estos sentimientos, menos mirando a sus madres y hermanas, no luego de que Riuz fuera tan claro con sus palabras.

No queriendo ser vista, ella también salió corriendo de la cocina hacia su cuarto, cubriéndose el rostro y limpiándose las lágrimas.

Tanto Jean como Pan no podían terminar de procesar lo sucedido, pero ambas querían ir a consolar a sus hijos. Antes de que pudieran moverse mucho, fue Luna quien las detuvo, diciéndoles que ella vería a Hermione, sorprendiéndolas, pero confiaron en su hija al ver su seriedad.

En la habitación de las chicas, Hermione se encontraba en su cama, llorando y abrazando su almohada, tratando de que el dolor se detuviera, pero no lo conseguía. Luna había entrado a la habitación y sin dudarlo se metió a la cama de su hermana para abrazarla.

Luna: No llores, seguro no lo decía en serio, quisas solo estaba enojado por otra cosa.

Hermione: ¡No, tiene razón! Yo soy... tengo la culpa de todo -No pudo contener su llanto ante su hermana, no importa cuanto lo intentó.

Luna: Eso no es cierto

Hermione: ¡Si lo es! La otra Hermione está encerrada en mi interior. Yo le quité su vida mientras que ella sufre no poder hacer nada mas que mirar como lo hago...

Luna: (° o °)?! Oh... hmm... ¿Como está ella?

Hermione: Mal... muy mal... siempre se queja y me lo reclama, el que le haya quitado tantas cosas. Que le haya impedido poder tener sus primeras experiencias en tantas cosas... los gritos que suelta cada vez que me discute por hacerle tener recuerdos de mi primera vez con mi esposo, mientras que ella nunca tendrá la suya por culpa de mis memorias... de tener mis hijos... de...

Luna: shhhh... -colocó su dedo en la boca de su hermana haciéndola callar- No sabía eso, pero no es bueno estar así. Quisas me gustaría que las cosas fueran distintas, pero no lo son. Hmm... mírame -Dijo acariciando su barriga hinchada- Yo no esperaba tener bebes, es algo que no pude evitar, no sabía que esto pasaría. Sé que soy muy joven para esto, pero si me dijeran que tengo oportunidad de cambiarlo no lo haría, porque ahora tengo los bebes mas lindos del mundo y los amo.

Hermione:...-No sabía que responder antes estas palabras, o cuál era el punto.

Luna: No elegiste que esto pasara, esto no es tu culpa del todo, quisas en el futuro hasta lo aceptes y lo quieras como yo quiero a mis bebes. No es que no extrañe a mi otra hermana, pero no podemos estar triste, si tú lloras nuestras mamas llorarán, y eso hará que nuestro hermano llore y luego yo llorare... no quería que nadie llore -dijo limpiando las lágrimas de Hermione.

Hermione: Si... pero yo... ella... -dijo aún en sollozos.

Luna: encontraremos una manera de que todos seamos felices, ahora no llores y se mi hermana, no importa cuál de las dos.

Luna abrazó a Hermione con fuerza sin darle la mas mínima idea de separarse, y esta, aun si se sentía culpable, le devolvió el abrazo, también lo necesitaba. Ambas quedaron en la cama abrazadas por un buen rato, en silencio, pero disfrutando el calor de la otra.

...

Cuando Riuz volvió al palacio de jade ya no tenía la paz que estaba alcanzando y aun en el tiempo siguiente no lo consiguió, era imposible romper esa última barrera que era el que una de sus hermanas no fuera una de sus mujeres como las demás. El que no pudiera tener a su familia completa junto a el de esa manera le impidió por completo conseguir la paz y solo pudo rendirse, por el momento.

Los próximos meses siguió entrenando y visitando la tienda de la Sra. Ping si tenía oportunidad. Siguió progresando bastante bien, mas si tenemos en cuenta que había logrado cierto balance en sus poderes, haciendo que se retroalimenten.

Fueron cinco meses de continuo crecimiento, que desconcertó a sus compañeras y maestra por el gran avance en este poco tiempo. Solo una persona no parecía impresionada, una vieja tortuga que sentía que pronto algo sucedería y se alegraba de haber podido enseñar a su último alumno hasta ese punto.

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