14 Deliberaciones II

La temperatura había descendido con brusquedad debido a los témpanos y bloques de hielo que violentamente surgieron del suelo hace unos momentos, la princesa quedo por completo impresionada ante la envergadura de los bloques, había visto antes las magias de tipo elemental, pero nunca alguna tan destructiva como aquella. Lo mas extraño para ella era que ninguno de los magos de hielo de la corte real podía siquiera equipararse, ahora entendía un poco mas el extraño apoyo que aquella chica se había ganado "la gélida muerte"

- ¿De verdad no has tenido formación en la magia? - Pregunto la princesa al ver los enormes bloques de hielo alrededor del patio de entrenamiento, cuyo derretimiento era pausado - Incluso los puedes mantener por un tiempo considerable.

- No fue necesario, ¡Soy una prodigio! - Respondió Dear con un tono juguetón mientras se acercaba a la princesa.

- Entonces - Interrumpió el Cazador al ver que había sido ignorado - ¿A que debemos su grata visita alteza?

- ¡Oye, estábamos hablando! - Logro replica Dear antes de que la princesa la calmara.

- Quiero detener este torneo - Respondió con decisión, impactando por completo a Dear, quien pensaba que el torneo solo era otra diversión para los nobles.

- ¿Por qué? - Replico el Cazador con frialdad.

- Por alguna razón, muchos nobles ven esto como un espectáculo - La princesa mostró una hostilidad en su voz que sorprendió a marco, nunca antes había notado rabia en sus palabras - Están seguros de que vamos a ganar, quieren ver a los hombres y al pueblo de Lunkur humillados, es algo que no puedo tolerar. Ellos solo escapan de sus tierras malditas y nosotros los recibimos con fuego y espadas, en vez de intentar ayudarlos, eso me parece como mínimo despreciable.

- Yo pensé que ellos habían invadido primero la Federación - Replico Dear.

- ¡No es toda la historia! - Repuso la princesa - El segundo príncipe de Lunkur, intento negociar un acuerdo de migración con la Federación; pero los impuestos que ellos le impusieron eran demasiados altos y las familias terminaron por invadir su territorio - La princesa se tomo unos segundos para relajarse - Si hubiéramos ayudado en ese momento todo el derramamiento de sangre se hubiera evitado, así como esta situación.

- No tiene sentido preocuparse por supuestos - Respondió el Cazador con un tono desenfadado - Me parece muy bien que tu altruismo te incite a eliminar esta locura. Pero, ¿Tienes alguna idea de como hacerlo?

- He hablado con uno de los príncipes de Lunkur, hemos quedado en iniciar juntos un equipo de investigación para intentar eliminar la maldición de sus tierras. Solo necesitamos algo de tiempo para poder terminar la investigación que el ya lleva años realizando.

- Eso suena como una buena iniciativa, pero no creo que eso cambie las cosas - La princesa ya anticipaba la respuesta del Cazador.

- Por si misma esa medida no lograra mucho - Reconoció la princesa con cierta frustración - Pero, una vez que tengamos la solución a la maldición, si ustedes nos dan su apoyo publico, estoy segura de que podemos ejercer la presión suficiente para cancelar este evento, solo tenemos que encontrar la manera de atrasar la fecha, es un inconveniente que estemos a tan solo unos días de que empiece.

- Creo que yo puedo ayudar con eso - Respondió Dear - Conozco un ritual que puede dejarme en un mal estado durante unos días, el torneo tendría que ser pospuesto hasta que me recuperara.

- ¡¿En serio?, eso nos ayudara bastante!

- Pero voy a necesitar que me ayudes, princesa - La respuesta de Dear hizo reaccionar a Marco que hasta el momento no había interferido en la conversación.

- No puedo dejar que la princesa participe en una ritual sin la supervisión de nuestros magos - Replico con brusquedad señalando a Dear, quien no evito mirarlo con hostilidad.

- Necesito a alguien me ayude para el ritual, es imposible hacerlo por mi misma.

- El Cazador puede ayudarte - Replico Marco con frialdad.

- ¡No pienso hacer "eso" con él! - La fuerza con que responder la joven asusto al caballero, quien se llevo la mano a la espada, aunque la detuvo a mitad de camino, sabia que no tenia ninguna posibilidad contra ella, en caso de iniciar un combate.

- No te preocupes, Marco - Respondió la princesa - Ya viste que Dear tiene un alto nivel de magia, no creo que sea peligroso realizar un ritual con ella.

- El ritual es privado, no quiero que estén cerca a mi habitación cuando lo realicemos - Comento Dear con cierto nerviosismo en un tono casi imperceptible.

- ¿Eh? - La princesa quedo boquiabierta ante la revelación - ¿Como?

- ¡No te preocupes! - Respondió con nerviosismo casi trabándose con las palabras - Y-ya lo he hecho antes, es por completo seguro, solo... es un poco embarazoso, así que no quiero a ninguno de los dos rondando por aquí.

- ¡Eso...! - Intento exclamar el caballero pero fue interrumpido por el Cazador.

- ¡No se preocupen! - Expreso con fuerza - En todos estos días de entrenamiento he comprobado la habilidad magia de Dear, si ella dice que es seguro, confió en ella.

- Escucha - Replico el caballero con una visible molestia - Por mas que sea mas curtido que yo y le tengas confianza, simplemente no puedo dejar sola a su alteza real.

- Yo te lo ordeno - Replico con suavidad la princesa, el caballero quedo anonadado ante la orden.

- Pero, princesa.

- No te preocupes; este hombre ya me salvo la vida una vez y dudo mucho que me quiera volver a poner en peligro. Además, la habilidad de Dear como maga ya ha sido demostrada, no tienes nada de que preocuparte - El caballero al ver la firme decisión de la princesa no tuvo de otra que obedecer a regañadientes su orden.

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La luna se reflejaba sobre los diminutos trozos de hielo que aun permanecían incrustados en el suelo, al verlos el Cazador no podía evitar sentir envida, a fin de cuentas mientras él dependía de pociones de aumento temporal de energía, esta chica podía gastar tanta energía como quisiera durante todo un día, sin mostrar cansancio alguno.

- Tener esa habilidad me serviría en esta situación - Pronuncio mientras dibujaba una pequeña marca en forma de S en la húmeda tierra.

Por casualidad había detectado unas vibraciones que se dirigían a su cabaña, pero el piso de parquet no le permitía sentir claramente las vibraciones del suelo, tuvo que salir para comprobarlo. Un pequeño hechizo sensorial con un radio de quince metros no le consumiría demasiada energía y le permitirá pelear en caso de que sea necesario.

El Cazador cerro los ojos y activo la marca, sintió todas las vibraciones del lugar alrededor y sintió la vibración del pasto al ser pisado y la respiración de una persona, cosa que detecto por la altura de la misma, pero también percibió el sofocado maullido de un animal, no era de madrugada como para recibir un ataque de algún extraño. Aunque, tampoco era muy común que alguien los visitara de noche, así que preparo su ballesta y subió con agilidad a la copa de un árbol cercano, no pasaron muchos segundos hasta que la figura emergió de entre la oscuridad y al verlo perdió toda tensión, de un gran salto se coloco en la espalda del hombre, quien en medio de un alarido de miedo logro retroceder, el peludo también salio despavorido del lugar ocultándose en el cuarto del Cazador cuya puerta estaba abierta.

- ¡Dios! - Respondió Álvarez con el corazón en la mano - No hagas eso, al menos avisa antes de aparecer de la nada.

- Es una vieja costumbre - Replico - ¿Por que esta aquí a esta hora? - Álvares aun se encontraba recuperando el aliento, viendo la pequeña herida en su dedo producto del salto del felino.

- Tengo que pedirte un favor - Respondió el Cazador mientras pensaba en como sacar al animal de su cuarto. El caballero empezó por contarle todo lo sucedido en el muelle.

- En fin - Pronuncio después de acabar la explicación con visible cansancio - ¿Puedes cuidar del gato por mi?

- No - Álvares se quedo estupefacto por la respuesta, su cara incluso se sonrojo de irritación por la brutal negativa.

- ¡Pero ¿Por que?! - Exclamo - ¡Se supone que eres un héroe deberías ser mas considerado!

- No me gustan los gatos

- ¡Pero no se ha despegado de ti! - En efecto, el pequeño había salido de la habitación y se encontraba mordiendo los zapatos del Cazador.

- Primero me esta mordiendo - Entonces el Cazador levanto el pie y se pudo ver como el cachorro colgaba de su zapato firmemente agarrado por su mandíbula - Segundo, no es mi responsabilidad.

- ¡No voy a poder cuidarlo! - Respondió con desesperación - Es mas hasta te traje su comida - El caballero mostró un gran bolsa llena de croquetas envueltas en bastante papel.

- ¡No lo hubieras aceptado! - Replico con fiereza, Álvares al notar tantas negativas ennegreció su semblante, dejo caer la bolsa y sacudió su cabeza con sus manos.

- Y se supone que eres un héroe - Respondió con un ligero desprecio.

- Yo ni siquiera escogí ser llamado de esa manera, ni mucho menos que me llamaran criminal hace años - Contesto mientras intentaba mantener la calma.

- ¡Al menos a ti te consideras así! - Respondió con un tono atormentado, su cuerpo temblaba por la frustración - Para esa gente de los bajos fondos no somos mas que un mal recuerdo, monstruos, siempre lo había sospechado, pero nunca lo había vívido, cada vez que hablaba con uno de ellos, solo podía ver desprecio y odio en sus ojos.

- Los esclavos siguen siendo personas, ellos pueden odiar si lo desean.

- Pero, yo solo hacia mi trabajo - El caballero empezó a tartamudear, aunque no sabia si era por la vergüenza o la angustia. Intentaba mirar al Cazador pero sentía que no debía, una extraña fuerza impedía que lo mirara a los ojos.

- ¿Alguna vez te preguntas si estaba tu trabajo? - Pregunto con frialdad.

- No - Respondió

- ¿Cuantos devolviste? - Los ojos del cazador se clavaron como dos frías estacas sobre el ex-caballero.

- No... yo... perdí la cuenta - la culpa se le colaba entre la pronunciación de sus palabras - Así que siempre fui el villano.

- Ningún villano sigue ordenes - Replico el Cazador - A duras penas serias un ayudante - Pronuncio mientras se acercaba, el caballero seguía evitando su mirada - Los héroes no nacen, idiota, se hacen, por eso rechazo que me llamen así, yo no soy un héroe, pero tu - El Cazador levanto su barbilla y entonces el caballero pudo apreciar un fuerte brillo en sus ojos - Tal vez puedas ser uno en el futuro - El caballero se sentía iluminado por aquella candela que se desprendía de su mirada, un fuego intenso que por un momento logro levantarle el animo.

- ¡Si!, ¡Tienes razón, yo... - La declaración del caballero fue interrumpida por un portazo, el asustado, logro voltear tan solo para ver un bloque de nuevo estrellarse contra su cara.

- ¡Pueden callarse, intento dormir! - Exclamo Dear mientras un pequeño vapor se desprecia de su cabeza por la furia, hasta que escucho un pequeño maullido - Un gatito - Y antes de que este pueda reaccionar, la joven se abalanzo, atrapándolo entre sus brazos, sus dedos recorrieron el pelaje del animal con avidez mientras una sonrisa se formaba en su rostro - ¿Puedo quedarme con él? - Expreso.

- Bueno, al menos resolviste uno de tus problemas - Comento el Cazador.

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