13 CAPITULO 12: EL REGRESO DEL BIBLIOTECARIO

Medio mes pasó en un abrir y cerrar de ojos, para entonces el niño ya había terminado de consolidar su base y se encontraba en la habitación contigua practicando sus técnicas de espada.

A diferencia de lo que se podía pensar, el niño no se movía a una velocidad ultra rápida como en las películas, hacia cada movimiento de manera muy lenta, intentando que su cuerpo mismo recuerde la manera de realizar correctamente cada pequeño movimiento, pero quizá lo más sorprendente era que a pesar de realizar cada movimiento lentamente, los ejecutó perfectamente, se acercaba lentamente al nivel de logro tardío.

De repente la velocidad de ejecución de sus movimientos empezó a acelerar poco a poco, de un momento a otro de ir en cámara lenta empezó a moverse cada vez más rápido, hasta el punto en el que apenas si se podía vislumbrar cada golpe con su espada.

En ese momento, si alguien más se encontrara en la habitación y observara al niño, sería un gran espectáculo, cada golpe de ambas espadas se encontraban coordinadas de tal manera que cada golpe se realizara de manera consecutiva e inmediata, y, debido a la rapidez y fuerza con las que el niño las ejecutaba, creaba ondas de viento que sacudían los objetos de los alrededores, aunque sin dañarlos, lo que demostraba el control que tenía el niño sobre la técnica.

"Uff, bueno con eso termina la práctica de hoy, cada vez siento llegar al siguiente nivel, pero cuando creo captar esa sensación, esta desaparece, como cuando al despertar apenas y recuerdas el sueño, pero cuando intentas pensar sobre ello, ya todo se desvaneció, *suspiro*, supongo que necesito una oportunidad para poder avanzar con respecto a mis técnicas de espada."

El niño se había dedicado de todo corazón a su practica con la espada desde que terminó de estabilizar su base de cultivo, con la esperanza de conseguir atravesar su cuello de botella con respecto a su técnica marcial, pero no fue hasta hoy que se percató que lo que realmente necesitaba era una oportunidad.

"Bueno supongo que ese es el límite al que puedo llegar por mi propia cuenta, si quiero avanzar más necesitaré una oportunidad, o quizá el consejo de alguien más experto en el tema que me de unos cuantos consejos."

Pensando sobre ello, el niño no pudo evitar suspirar, en realidad, ya era bastante sorprendente para un niño de 4 años haber logrado llegar tan lejos en menos de 1 año y sin la guía de nadie, por lo que al final dejó de lamentarse sobre ello y decidió descansar por el resto del día.

"Ahora que lo pienso, no he descansado apropiadamente durante este último año, incluso cuando salía al patio, aún reflexionaba sobre el cultivo o la manera de pulir aún más mis técnicas, quizá lo que necesite es un buen descanso."

"Además el día de hoy aún no he ido a la biblioteca para ver si regresó el bibliotecario, quizá también aproveche y lea uno que otro libro para matar el tiempo."

El niño para entonces ya se había hecho la costumbre de dirigirse a la biblioteca y comprobar si el bibliotecario se encontraba en ella, pero debido a la ausencia de éste, al final se convirtió en una rutina en la que el niño entraba y al darse cuenta de que no se encontraba, se retiraba de nuevo a su habitación.

Así, habiendo tomado su decisión, el niño se dirigió hacia la biblioteca, tomándose su tiempo mientras pensaba sobre lo rápido que pasaba el tiempo.

"¿Quién iba a pensar hace casi un año que tendría la oportunidad de cultivarme y llegar a este punto?, sin mencionar que éste es solo el comienzo, mi vida realmente empezará cuando salga de ésta mansión y me reúna con los demás niños de mi edad, sin mencionar los peligros que me enfrentaré…"

Mientras reflexionaba sobre su futuro, el niño no sintió ningún miedo, solo de pensar en poder conocer más sobre Kunlun y las aventuras y peligros que enfrentaría hacía que su sangre hirviera de emoción.

Y con su corazón lleno de anticipación por su futuro, el niño llegó a la biblioteca, rápidamente inspeccionó el lugar, solo para darse cuenta que todo seguía igual, incluyendo la ausencia del bibliotecario.

"*suspiro*, quizá no debería haber sido tan codicioso y solicitar el manual de cultivo de rango antiguo en aquel momento, después de todo, fue eso lo que drenó la energía espiritual del bibliotecario, eso y el hecho de que no me cultivo con ese manual."

Por momentos, el niño se preguntaba si era su culpa que el bibliotecario hubiera "desaparecido", pero rápidamente alejaba esos pensamientos, después de todo, si el bibliotecario no quería transmitirle ese manual, bien podría haberlo omitido o negarse rotundamente, pero se lo entregó aun sabiendo las consecuencias de ello.

"En fin, supongo que me sentaré y leeré uno que otro libro que hay en mi memoria, con la fecha límite cada vez más cerca, quizá sea la última vez que pueda estar aquí y leer en este lugar."

Habiendo dicho esto, el niño se sentó al lado de la mesa central donde recogía y dejaba los cristales, y se dispuso a leer tranquilamente con un estado mental sereno.

Mientras las horas transcurrían y la noche se hacía cada vez más cercana, el niño finalmente abrió los ojos, se estiró un poco mientras se levantaba del suelo, al parecer ya había terminado su pequeña lectura y se disponía a partir del lugar.

"Bueno, aunque no sé si estás aquí o no, al parecer el destino es que no me pueda despedir de ti mayor, pero al menos quiero que sepas que me esforzaré ahí afuera y no moriré tan fácilmente, no después del gran favor que me diste, así que, si el destino lo quiere, espero que nos volvamos a encontrar."

Y diciendo estás palabras, el niño tocó la mesa donde el bibliotecario por medio de ella le había enseñado el manual y dejado ese último mensaje, antes de dirigirse hacia la salida de la habitación.

Fue en ese momento mientras estaba a punto de salir, cuando la habitual voz gruñona se volvió a escuchar por la biblioteca.

"Eh mocoso, bonitas palabras, ¿has considerado mejor dejar de ser cultivador y dedicarte a la poesía?, estoy seguro de que te iría mejor."

El niño al escuchar esto, inmediatamente se detuvo y se giró a toda velocidad, llegando en un instante a la mesa central en la que se encontraba el bibliotecario, esta vez con forma ilusoria, con la apariencia de un anciano jorobado.

"Jajaja, mayor por favor no se burle de mí, realmente eran mis verdaderos sentimientos, además que por fin puedo conocer su cuerpo espiritual, realmente es tal y como me lo imaginé."

Aunque por fuera el niño actuaba bastante calmado, en realidad se encontraba muy emocionado y feliz de poder volver a ver al bibliotecario, sus dudas y suposiciones se desvanecieron al ver que se encontraba bien.

Por otro lado el bibliotecario tenía una expresión digna en su rostro mientras miraba al niño que se encontraba frente a él, evaluándolo detenidamente.

"Hmph, ya basta de charla mocoso, no tengo mucho tiempo, así que seré bastante claro, esta vez estoy aquí por 2 motivos principales, el primero para ver tu progreso en el cultivo, y por lo que puedo ver, al menos llegaste a discípulo marcial, por lo que al menos no eres tan basura como asume la familia, además a juzgar por tus movimientos parece que practicaste con técnicas de espada, y espada doble en eso, bastante ambicioso eh."

El niño, al escuchar al bibliotecario se sorprendió hasta la médula, si bien no le sorprendía que el anciano supiera de un vistazo su nivel de cultivo, lo que si lo dejó sin palabras fue el hecho de solo por sus movimientos, pudiera decir que técnica había practicado.

Por lo que, algo avergonzado, el niño respondió:

"Realmente no puedo ocultar nada de usted mayor, tiene toda la razón, alcancé la etapa de discípulo marcial el mes pasado y además estoy a un paso del nivel de logro tardío en mi técnica de espada."

Sabiendo que el bibliotecario había visto a través de él, el niño le contó todo su progreso durante este año.

Al escuchar sobre su experiencia durante ese año, el bibliotecario no experimentó ningún cambio en su expresión, escuchando tranquilamente el relato del niño por lo que una vez que éste terminó su relato, el bibliotecario le respondió:

"El motivo del por qué no has podido llegar a logro tardío con tu técnica de espada se debe a tu falta de conocimiento sobre ésta, aparte de esa técnica, existen muchas otras maneras de usar doble espada, querer entender el pensamiento de la persona que creo esa técnica con tu bajo conocimiento sobre ese dao es simplemente tratar de entender al mundo desde un pozo."

El niño al escuchar eso se avergonzó, pero también entendió rápidamente el por qué por más que lo intentó, no logró llegar al 90%, simplemente era demasiado ignorante sobre el arte de la doble espada como para intentar comprender por completo la técnica, e incluso si seguía con ello, podría ser contraproducente y terminar dañando su cultivo en aras de llegar al 90%, por lo que el niño al darse cuenta de esto rápidamente agradeció al bibliotecario.

"Muchas gracias mayor por su consejo, realmente estaba siendo muy arrogante al intentar llegar al logro tardío sin conocer más sobre este arte."

AL ver que el niño reconoció rápidamente sus errores hizo que el anciano evaluara aún mejor al niño, después de todo, muchos genios en Kunlun se estancan en su camino por tercos y no escuchar el consejo de sus mayores, creyendo que tienen la razón, sobreestimando sus propias capacidades. Además, hubo algo que realmente asombró al bibliotecario, aunque no lo mostró en su rostro, y eso fue el hecho de que el niño haya escogido el camino de doble espada, tal como "esa" persona, sin mencionar el hecho de que tenía mucho talento en ello, ya que por su cuenta logró llegar a medio paso del logro tardío, una hazaña lograda por muy pocos genios en Kunlun.

"Será casualidad o es simplemente el destino burlándose de mi…"

Pensando en "esa" persona, el bibliotecario, soltó un gran suspiro interno, pero al recordar el propósito de su llegada, rápidamente alejó esos pensamientos, después de todo, tenía que informar de algo más importante al niño, que fue el motivo de su ausencia.

"Mocoso escucha con atención, tienes 2 días antes de que vengan a llevarte y si quieres vivir, deberás disolver tu cultivo inmediatamente"

Las palabras del bibliotecario resonaron como un trueno en loa mente del niño, por un momento dejó de pensar mientras se preguntaba por dentro.

¿Por qué?

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