39 Hawái (Derek)

Llegue al colegio por los niños, la mujer en la entrada literalmente corrió a mi encuentro al verme bajar del auto, por un momento creí que me pediría un autógrafo pero lo que dijo me dejo impresionado:

—Señor Evans, esta mañana un mujer muy extraña fue quien trajo a Cassie y Adrien al colegio— La mire fijamente y trate de sonar tan molesto como en realidad me sentía, después de todo estaba llamándole extraña a Elaine, no podio simplemente dejarlo pasar—. Por lo que nos preguntábamos con la finalidad de proteger la seguridad de sus hijos claro, ¿Si ella vendrá a dejarlos de aquí en adelante?. Si la respuesta es positiva creemos que entonces seria mejor que ella portara el uniforme de la servidumbre, seria mas sencillo para nosotros reconocerla como la nueva niñera de sus hijos.

En un principio había pensado en ser sutil pero esta mujer verdaderamente había hablado demás en todos los sentidos.

—Profesora…—dije y me acerque un poco a ella para leer la plaquita que llevaba en el hombro derecho —. En realidad venia precisamente a aclarar la situación, mi prometida me comento sobre lo sucedido en la mañana, y tomando en cuenta todo lo que acaba de comentar creo que en verdad es urgente que aclare la situación. La señorita como bien comente hace un momento es mi prometida y ella cuenta no solo con la calidad familiar y legal para responder por mis hijos, obviamente tiene mi apoyo, no es la niñera y mucho menos es parte del servicio, es la mujer que se convertirá en mi esposa y le pido que la trate con el respeto que se merece. Ahora si me disculpa debo hablar algo con la directora.

Sin esperar si quiera a que la mujer respondiera camine hacia dentro y me dirigí a la dirección, era un tanto tedioso ser reconocido por el resto de los docentes, bendita hora para olvidar la gorra. Llegue a la oficina de la directora y toque. Su asistente casi se desmaya al verme de pie en la puerta.

—Señor Evans—dijo en vos alta—. Por favor, pase. —Le sonreí y entre en la oficina —¿A que debemos su visita?

—Quisiera hablar con la directora, es un asunto un tanto delicado—dije sonriendo.

—Por supuesto, en este momento ella se encuentra atendiendo una llamada, pero en un momento lo atenderá.

La asistente entro en la oficina y salió unos minutos después, yo por mi parte me senté y comencé a buscar en mi teléfono, debía pensar como hacer para proponerme a Elaine, sabia que era una mujer sencilla y sensible que no estaba interesada en las cosas banales, así que debía dejar salir al romántico de mi interior.

—Señor Evans, adelante—dijo la asistente mientras abría la puerta para mi, al entrar me tope con la regordeta mujer, quien me miraba atreves de sus gafas redondas con la misma sorpresa que todos los demás.

—Señor Evans, es una placer verle, ¿dígame en que puedo ayudarle?; tome asiento, por favor.

Me senté frente a su escritorio y respire profundo.

—Directora Ortiz, como usted sabe, tras mi divorcio se me concedió la custodia completa de mis hijos, por lo que quisiera solicitarle que… me avise de inmediato si Abigail aparece por aquí intentando llevarse a los niños, ella no tiene autorización para sacarlos de la escuela—La mujer me observo sorprendida, pero asintió—. Y… bueno, creo que debió escuchar acerca de la señorita que trajo a los niños hoy por la mañana, ella es la señorita Elaine Tullor, es mi prometida, aquí esta la carta responsiva donde apruebo que ella recoja a los niños, aun en horario escolar.

—Señor Evans… me, me sorprende un poco lo que me dice; sin embargo, por supuesto haremos como usted nos pide, daré de inmediato las instrucciones para que todo el personal docente este al tanto de estas modificaciones en las instrucciones de cuidado de sus hijos. De igual manera aprovechando que usted se encuentra aquí, me gustaría hablarle sobre Adrien, la profesora de apoyo hablo conmigo esta mañana—dijo mientras sacaba un folder color azul del cajón derecho de su escritorio—. La profesora Martin esta realmente sorprendida del avance de Adrien, no solo ha comenzando a tomar confianza en si mismo, incluso esta comenzando a jugar con otros niños. Poco a poco su timidez esta desapareciendo.

Sonreí y el rostro de Elaine se dibujo en mi mente.

—Eso es gracias a mi prometida—dije en tono soñador. La mujer me miro y sonrió también.

—Pues entonces todos le debemos mucho.

Asentí y tras despedirme de la directora camine hacia el patio de espera donde los niños esperaban con un rictus de preocupación opacando sus rostros. En cuanto me vieron corrieron hacia mi.

—Papá—gritaron los dos y se tiraron a mis brazos.

—¿Qué les sucede?—pregunte angustiado, de pronto entendí, quizá ellos habían escuchado sobre lo ocurrido con Elaine. —¿Están preocupados por Elaine? —pregunte mientras acariciaba sus cabezas. Ambos asintieron—. Elaine esta bien, la vi hace un momento y solo fue un pequeño susto, cenaremos con ella en su casa, ahora vamos que tenemos que ir a comprar los ingredientes para prepararle un cena deliciosa.

Cada uno de ellos tomo una de mis manos y salimos del colegio rumbo a nuestra casa, los niños iban en silencio mirando solo por las ventanillas.

—¿Les gustaría que nos fuéramos un poco antes a Hawái con Elaine? —pregunte tentando el terreno, sus rostros se iluminaron en seguida y comenzaron a gritar al unísono un "SI", me reí y los mire por el espejo retrovisor. —Bueno, entonces vamos a proponérselo, ¿de acuerdo?

—Si—dijeron los dos y como por arte de magia sus caritas se iluminaron y comenzaron a conversar entre ellos, conduje con calma hasta llegar a casa, Carter estaba de pie afuera esperando por nosotros, ayude a los niños a bajar y los observe entrar corriendo a la casa con las mochilas a cuesta; mis hijos son realmente tiernos.

—Derek, el director no esta muy contento con tu desaparición—dijo en tono grave y bloqueo la puerta impidiéndome pasar—. Por favor, Derek… estas arriesgando demasiado por esa mujer.

Me gire rápido hacia él y lo tome por la solapa del saco color crema que traía puesto, había sido demasiado paciente con sus comentarios y sus indiscreciones, no dije nada cuando me percate que compartía con su hija los por menores de mi vida privada, no lo culpe cuando me confeso que sabia que Abigail había comprado a Adrien, o cuando me dijo que no me dejara impresionar por Elaine, pero definitivamente no iba a pasar por algo que se expresara de esa forma de ella.

—Carter—sisee —. Jamás vuelvas a hablar así de ella, si no te parece como estoy llevando mi vida profesional, puedo cambiar en cualquier momento de representante y tu de artista, pero no te metas en mi vida privada o no respondo de cómo te trate si lo haces. ¿Me exprese con claridad? —pregunte mientras soltaba su saco propinándole un leve empujón. Carter me miro sorprendido y sin responder nada, camino hacia su auto y se fue. Entre en la casa y cerré la puerta. Debía preparar todo para tratar de convencer a Elaine de irnos antes a Hawái, además de pensar como re acomodar el itinerario de grabación. Tome mi teléfono y llame a Jocey.

—Hola, Jocey—salude a mi hermana con cariño.

—Hola, traidor… dijiste que me llamarías cuando le dijeras lo que descubrimos, y no había sabido nada de ti, ¿sabes lo que preocupada que he estado por ti?

Me reí por su dramatismo y espere a que terminara de hablar para poder respirar.

—Aun no le digo nada—dije en tono bajo.

—Derek, entre mas tiempo retrases la situación mas difícil será decirle. Necesitas tomar valor y decirle, si ella es como me la has descrito… merece saberlo. Por cierto… ¿esta bien?, escuche en las noticias que la agredieron.

—Si, esta bien, fui a verla a su oficina en cuanto me entere.

—Oh… en verdad estas enamorado… pero no creo que me hayas llamado para restregar tu romance en mi divorciada cara ¿o si?

—No, de hecho, necesito pedirte otro favor—dije y suspire —. Voy a pedirle que se case conmigo en el viaje a Hawái y planeo decirle también sobre Adrien, pero quisiera tener los resultados físicos. Tengo miedo de que piense que no es verdad.

—Muy bien, eso es un mar de información… de acuerdo, te los llevare a tu casa hoy mismo, en cuanto salga del hospital.

—Gracias, Jocey.

Colgué el teléfono y camine hacia la recamara de los niños, estaba preocupado de no oír ningún ruido, al entrar sonreí al ver que estaban tranquilamente leyendo un libro.

No quería interrumpirlos así que salí de la habitación y me dirigí al estudio, aun debía planear muchas cosas así que simplemente entre y me senté detrás del escritorio, mire mi teléfono y marque el numero del investigador, no tardo mas de dos tonos antes de que respondiera.

—Señor Evans, justamente estaba terminando de preparar la investigación, pero describir una nueva pista y decidí investigar un poco mas a fondo antes de entregarle los archivos y las pruebas.

—¿Una nueva pista? —pregunte claramente intrigado, ¿qué mas podría haber podido descubrir?

—Es algo un tanto difícil de explicar dada la naturaleza del caso, pero tratare de ser lo mas profesional posible: según mis investigaciones la señorita Clara Tullor, sabia que el pequeño no había fallecido, según palabras de una de las enfermeras que entreviste, ella fue quien se encargo de realizar el tramite de cremación de su sobrino y fue así como noto que el niño fallecido no era en realidad el bebe de su hermana.

Permanecí en silencio por unos segundos intentando asimilar la información, según Elaine solo ella sabe que estuvo embarazada y que el pequeño supuestamente falleció.

—Necesito toda la información para el día de hoy, yo mismo pasare a su oficina a recoger los documentos.

—Por supuesto que si.

Con los ojos entrecerrados y un punzante dolor de cabeza lleve mis dedos a la unión de mis cejas y masajee suavemente ese punto. De pronto una idea ilumino mi mente, volví a tomar el teléfono y llame al Licenciado Patterson, quien obviamente se sorprendió mucho con mi llamada, no habíamos hablado desde el día en que me case con Abigail y cambie mi testamento.

—Derek, muchacho que gusto saber de ti, ha pasado mucho tiempo—saludo de forma alegre.

—Hola, Arthur… si, ha pasado un tiempo—salude, intentando poner en orden en mis ideas y explicar de la mejor forma mi petición—. Lamento mucho solo llamarte cuando necesito algo, pero es un poco urgente.

—Claro, muchacho, dime ¿Qué necesitas de este anciano?

Sonreí por su palabras, no era para nada un anciano, solo tenia sesenta años y era el mejor notario publico que había en Miami, lo conocí gracias a Christina durante el tiempo en que era su juguete favorito.

—Necesito cambiar mi testamento y un poder.

—Por supuesto, tengo una cita libre el próximo viernes, ven a mi oficina y podemos discutir con calma los cambios y la naturaleza del poder que necesitas.

Carraspee con vergüenza antes de responderle.

—De hecho, me gustaría dictarte en este momento los cambios y que prepararas los documentos para ser firmados hoy lo antes posible.

El hombre guardo silencio y suspiro.

—Muy bien, dime entonces…

—Quiero nombrar a la señorita Elaine Tullor como guardián y albacea de mis hijos. El poder notarial es para que ella pueda tomar decisiones en lo que respecta a los niños mientras dure nuestro compromiso y hasta que se complete la adopción.

—Derek, pero, ¿y la madre de tus hijos?

—Abigail esta mal… y temo que intente llevárselos o hacerles algo solo para vengarse de mi. Elaine es una excelente abogada pero si no le doy potestad no habrá mucho que pueda hacer si algo me pasa. Ella los protegerá de la misma forma en que yo lo haría, de eso estoy cien por ciento seguro. Prepara los papeles y estaré ahí en una hora para firmar todo.

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